¿Sabes de amor?

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Mira que yo del amor no sé demasiado porque no es como un manual que te vendan en el puesto de revistas y lo lees y lo digieres rápidamente. Lo que sí creo que conozco algo es el comportamiento humano, parte porque estudié medicina, parte porque me gusta aprender de eso. Entonces, cuando alguien me pide orientación (básicamente, porque un consejo es resubjetivo) trato de aportarle lo mejor que puedo, para que pueden enfrentar eso. Claro que no soy la pro pero supongo que de alguna forma, si basamos todo en la ley del respeto, funcionará; respeto a lo que quieras, a ti mismo, a tus acciones, a la vida, a la humanidad, el planeta, el universo, yo qué sé.

Me encanta que digas que si "me he roto" el corazón, gracias por creer en eso como yo. Sí, me lo he roto como dos veces, fuerte, así profundo y con tejido cicatrizal. La primera vez sólo tengo una cicatriz pequeña y me río un poco porque ahora todo está tan bien en ese aspecto. La segunda vez apenas está cerrando, y sólo duele si hurgo un poco en el recuerdo, fuera de eso, mi mecanismo de defensa es no pensar mucho en eso para que no me de dolor de tripa.

Amo intensamente a mi familia, mi trabajo y las cosas que me gusta hacer en nombre del arte aunque no son arte realmente. Amo escribir y pintar y dibujar y hacer cosas que me salgan de los sentimientos.

Amar a una persona, de manera romántica, yo creo que son palabras súper fuertes pero supongo que sí, para no pensarlo tanto...

Después, Dios, espero que después sólo siga la felicidad y trabajar por eso. En el aspecto romántico, soy una cursi creyente que la vida es buena y justa y a todos nos toca algo, entonces, espero encontrar al amor barbón (o no) de mi vida (ojalá que tenga barba) y vivir bonito y viajar un montón y trabajar y eso. El mundo está muy dolido ahora en muchos sentidos, donde a cada instante se pierde la esperanza y la fe, creemos en el fin como principio supremo y esperamos que todo acabe, en todos los aspectos. Me gusta creer que más allá de finales, habrá inicio porque nada se destruye. Así que si nos extinguimos como sociedad, ojalá inicien buenas cosas de nuevo...

A veces nos topamos con personas que nos gustan. Sí, nos gustan mucho. Y no por el hecho de que nos gusten vamos a pensar en ellos como próximos amantes y nuevos novios. Simplemente nos gustan. 

Sí, nos gustan mucho.
Y sí por ello vamos a pensar en ellos como aliados, o compinches, o colegas.
¿Por qué añadirle una etiqueta al futuro que desconocemos?
Un socio, un amigo, un compañero... un algo. Puede que quizás en una semana como en dos meses... se convierta en otra cosa, tampoco voy a negarlo; pero puede también que se que se diluya, llevándose tras de sí, toda esa atracción primera, convertida en un mero número de teléfono y una copa de vino a medias.
Simplemente nos gustan.
Y sí, existen personas que me gustan, y mucho. No pienso en acostarme con ellas o prometerles un amor eterno.
No, de momento.
Tampoco confirmo ni desmiento que en un azar termine compartiendo unas sábanas y un grito mudo de placer contra una pared.
No me aventuro a descifrar los porvenires.
Me conformo con conocerles, evadirme, jugar y cortejarles.
Vivirlos.
Aprender de ellos.
Conocer nuevas fórmulas, nuevos guiños y alguna que otra anécdota.
Y me gustan.
Me gustan mucho.
Y me gustas.
Me gustas mucho.
Así que apresúrate, sígueme el juego y actúa como si me conocieras.
No rompas esa magia.
Sé mi nuevo confidente.
Olvídate de las esperas.


Y es que...

Nos quedó irnos de viaje

compartir nuevas locuras.

Nos quedó aquel tatuaje

de tus manos en mis piernas,

Nos faltaron desayunos

y caricias en la mesa.

Te faltó mirarme a solas,

y pedirme que volviera.

Nos quedó un par de canciones

que bailar sin mas vergüenza.

Nos sobraban tentaciones

y dejarnos de apariencias.

Nos faltaba el compromiso

nos quemaba la impaciencia..

Esta cosa tan bonita es de una canción de Vanessa Martin. Sobre lo que puedes hacer, puedes seguir haciendo como si nada, desde luego, o hundirte en un pozo sin luz. Aunque yo preferiría tomarme mi tiempo, vivir lo que siento, hacerme bolita y luego construirme de nuevo, como tantas veces, con paciencia y amor...

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