-Dylan, eres mi única salvación en esta casa.-Dije en voz alta mientras veía como apoyaba sus manos en las rodillas y suspiraba lentamente.
Sé que hice mal diciéndole a mi tía que era mi novio, pero necesitaba olvidarme de todo y ¡Vamos! el chico no está nada mal. Me mira entrecerrando los ojos y me apunta con su dedo una vez más.
-Me voy, no quiero ser parte de nada de esto.
-Finge que te gusto y terminado.- Le dije deteniéndolo con mi mano sudorosa.
Sería más fácil si él no me diera estos problemas y por una vez en la vida fingiera que nos gustamos, nos deseamos, nos amamos o qué sé yo.
-¿Fingir?- Me pregunta mientras se acerca a mi lentamente.
-Sí.- Respondí no muy segura, su cercanía me estaba matando os lo juro por dios.
-¿Que me gustas?- Dice mirando mis labios a lo que yo doy un par de pasos hacía atrás por estar tan sumamente nerviosa.
Asiento con la cabeza cuando noto que me he chocado contra la pared y él está a escasos centímetros de mi.
Sonríe con arrogancia mientras toca mi labio inferior con sus gruesos dedos y me provoca una caricia que instantáneamente cierro los ojos.
-No.- Responde alejándose de mi.
Siento una corriente eléctrica cuando toca mi labio inferior con su dedo. A lo que involuntariamente toco mi labio segundos después que él.
Creo que me voy a volver loca.
*Dylan* POV
¿Cómo puede jugar con mis sentimientos de esa forma? ¿Fingir amor?
Nunca he sido muy romántico, pero tampoco voy a fingir algo que no siento y no me nace. Y menos con ella. Ahí se ha notado que es un poco egoísta. Sé que me oculta algo, sus ojos me lo trasmiten y me encantaría saber que es. Pero es difícil. Creo que el día que me entere de lo que es será demasiado tarde para retroceder. Me siento en la cama y apoyo mis manos contra mi cabeza. Necesito aire. Parece que el minúsculo cuarto se está encogiendo por segundos. Tengo de vez en cuando ataques de ansiedad. Sé lo que busca ella, enamorarme y después romperme el corazón. Implicar fingir algo sería besos y demás. Además yo no llevo un cartel en el cuello que diga; Regalo besos a quien sea. Creo que una vez más mi corazón se encoge poco a poco.
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¡Ese Boxeador es mío! © P A U S A D A
Ficção AdolescenteÉl no me podía dar nada. Yo le podía dar todo. #150 en Novela Juvenil Todos los derechos reservados, prohibido la copia o adaptación.