Razones por las que eres hermosa || Fillie

17

(Segunda parte.)

Si Millie no lo hacía, lo haría él mismo.

Se aseguraría de que Tyler no se volviera a acercar a su amada Millie.

Pero primero tenía que encontrarlo.

Llevaba algunos minutos buscándolo. Había recorrido todos los pasillos y entrado a todos los salones, esperanzado a que el chico estuviera en alguno de ellos. Fue a la biblioteca, pasó por la cafetería y por último el gimnasio, me no estaba allí tampoco.

Como última opción bajo al primer piso y se dispuso a salir por las puertas traseras, las cuales daban directo con el patio trasero y, por suerte, se encontró con el equipo de baseball entrenando.

Sonrió cuando alcanzó a distinguir a Tyler entre todos los chicos y fue a sentarse en una de las bancas, estaba dispuesto a esperar hasta que el entrenamiento terminase.

Los minutos pasaron con rapidez, el entrenamiento había terminado y todos se habían ido ya, a excepción de Tyler, el chico sabía perfectamente que el pelinegro lo estaba esperando y sabía para que, así que simplemente se acercó a saludarlo.

—¡Finn, amigo! —el chico le sonrió mientras se acercaba —. ¿Qué haces por aquí? ¿No deberías estar en tu casa ya?

—Sabes perfectamente la razón por la que estoy aquí —Finn se puso de pie y se paró frente a Tyler —. Quiero que dejes en paz a Millie.

—Oh, eso —él viró los ojos —. Escucha, Finn. No puedo hacerlo, resulta que la preciosa Millie es mi novia, tu escuchaste con claridad cuando ella dijo que no terminaría conmigo —paso su brazo alrededor de los hombros de Finn —. ¿Por qué no buscas a otra chica? Hay muchas y seguramente encontrarás una mucho mejor que mi Mills.

—¿Mejor que Millie? —el pelinegro rió mientras quitaba el brazo de Tyler de sus hombros —. Tienes que ser muy estúpido como para pensar que existe una chica mejor que Millie.

Eso era algo que de verdad creía.
Estaba casi seguro de que no había una chica que fuese mucho mejor que Millie, ella lo tenía todo.

—Tranquilo, amigo. Sólo intento hacer que encuentres a otra chica, Millie es mi chica.

—No es tu chica. Tu no la amas y ella no te ama a ti.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —preguntó sonriendo.

—La lastimas y no sólo físicamente, todas esas cosas que le dices acerca de cómo se viste, su corte de cabello, su físico, le hace daño —dijo Finn.

—Sólo le doy mi opinión. Soy su novio, ¿que clase de novio seria si no le digo la verdad acerca de su apariencia? Un novio muy idiota, igual que tu.

El pelinegro apretó sus puños con fuerza.

No era ningún secreto que siempre se comportaba como un idiota y seguramente no había sido el mejor novio desde el punto de vista de Millie, pero jamás llegó a decirle ese tipo de cosas, jamás le impidió que se vistiera como ella quería o criticó como lucía. Siempre consideró una chica completamente hermosa a la castaña, se lo hizo saber cada vez que tuvo oportunidad y no permitiría que Tyler siguiera haciéndole daño, haciéndole creer que no era hermosa.

—No te vuelvas a acerca a Millie jamás —habló Finn, con firmeza.

El chico rió. —¿O si no qué? —él habló nuevamente, sin dejar a Finn responder —¿Vas a golpearme? ¿Me demandarás por maltrató? Hazlo, golpéame si quieres, pero tu adorada Millie será quien lo pague al final —sonríe —. También puedes demandarme si gustas, pero no tienes prueba alguna y cuando Millie pase a declarar en mi contra, me aseguraré de que no salga nada de esto de su linda boca, puedes estar seguro de ello.

Miró a Tyler con odio, tendría que buscar cualquier otra solución para alejarlo de Millie.

Estaba por darse la vuelta e irse, pero el chico volvió a hablar.

—Aunque —comenzó a hablar Tyler —, como veo que estás muy insistente con eso de que me aleje de ella, tal vez haya otra forma.

—¿Qué forma? —preguntó Finn de inmediato.

No quería que Tyler siguiera haciéndole daño a Millie, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, sólo si así él la dejaba en paz.

—Quiero que le rompas es corazón por completo —Finn frunció el ceño —, dile que no la amas, que todas esas notas volvieron a ser parte de tus torpes apuestas de las que ella alguna vez formó parte, porque todos sabemos que Finn ama hacer apuestas —dice riendo —, dile cualquier cosa que la haga quedar completamente destrozada y después, simplemente quiero que te vayas. Entonces, yo no me acercaré a ella, ni siquiera la miraré.

Sintió su corazón apretarse de tan sólo pensar que tendría que hacerle daño a su amada Millie para que el estúpido de Tyler no vuelva a acercarse a ella.

No podía dañarla.

No hubo respuesta alguna por parte de Finn, entonces Tyler sonrió.

—Tienes veinticuatro horas para pensar en ello, yo estaré aquí mañana nuevamente y, si aceptas, tendrás que venir a esta misma hora y, si no aceptas, bueno, será mejor que te acostumbres a ver las mejillas húmedas de Millie —dice sonriendo —. Eso es todo, ya puedes ir a casa de Millie discretamente, creyendo que yo no me daré cuenta —ríe.

Finn se da la vuelta y siente sus ojos humedecerse de tan sólo pensar en tener que soportar ver a su amada Millie llorando y no poder hacer nada.

Antes de que se alejara, Tyler lo llamó.

—Una cosa más, Finn —el pelinegro se dio la vuelta, para poder verlo —. No puedes mencionarle a nadie sobre esto, mucho menos a Millie y sabes perfectamente que yo me daré cuenta si tu se lo dices.

Finn retomó su camino a casa de Millie, pensando en que decisión tenía que tomar.

Se acerca el final, tres capítulos más y díganle adiós a este Fanfic jiji.

Si te gustó, te agradecería que me regalaras una estreshita :3.

Gracias por perder un poco de tiempo leyendo esto~