Razones por las que eres hermosa || Fillie

13

—Deberías quitarte los anteojos. —Dijo Tyler. —Te hacen ver aún menos atractiva de lo que ya eres.

Hace unos cuantos días, Millie había hecho una cita con un oculista, todo debido a que su vista se cansaba con rapidez cuando leía. Al final, había salido de aquel lugar con anteojos nuevos.

La chica bajó la mirada y de inmediato se quitó los anteojos, las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, así que prefirió salir de el lugar.

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Después de una larga charla con el consejero y llorar por largos minutos por la supuesta muerte de su gato, en cual, ni siquiera existía, le permitieron irse a casa dos horas antes de la salida. Tenía una sola intención al hacer todo ese drama, la cual era: ver a Finn.

Antes de salir, había dejado una nota en el casillero de Wolfhard, simplemente escribiéndole lo mucho que lo extrañaba.

Las horas pasaron con lentitud y, en el momento en que ella menos lo esperaba, sonó el timbre de la entrada, por fin había llegado. Una sonrisa se dibujó en su rostro, se levantó del sofá y camino hasta la puerta. Soltó un suspiro y la abrió.

Su sonrisa se desvaneció al encontrarse con Tyler, ¿qué hacía el ahí?

—Cariño, ¿por qué no estás feliz de verme? —Pregunta sonriendo.

—Sí lo estoy, sólo.... me sorprendió que vinieses.

—Claro, ¿no será porque esperabas a alguien más? —Alzó ambas cejas. —A Wolfhard, por ejemplo.

—Eres un mentiroso, inventas cosas que ni siquiera son ciertas. —Dice ella. —Yo... estaba esperando una pizza, infórmate antes de hablar.

Ella de inmediato tapó su boca con ambas manos, eran pocas las veces que le hablaba de esa forma y, la última vez que lo había hecho, las cosas no habían terminado bien. Tyler ni siquiera había tomado importancia a ese detalle.

—Entonces, ¿por qué le dejaste una nota a Finn en su casillero?

No sabía que responder, ¿cómo era que Tyler se enteraba de todo?

—Lo haces todo tan obvio. —Dijo. —Eres un poco tonta.

El timbre volvió a sonar, esta vez, Millie estaba casi segura de que era Finn quien estaba afuera. Pero, antes de que ella pudiese abrir la puerta, Tyler la tomó con fuerza del brazo.

—Le dirás que no quieres volver a saber absolutamente nada de él y las estupidas notas que deja.

Millie sólo asintió y se soltó del agarre de el chico. Abrió un poco la puerta y asomó su cabeza. Finn estaba del otro lado y sonrió al verla.

—Millie, ¿cómo estás? ¿Todo está en orden?

Ella negó con la cabeza. —Tienes que irte. —Dijo en un susurro.

Frunció el ceño. —No me digas que el estúpido de Tyler está contigo.

Ella no dijo nada.

—Responde, Millie. —Le pidió. —No puedo permitir que estes sola con él.

—Finn, por favor. Sólo vete, no te molestes en seguir dejando notas.... tiré las demás a la basura.