Capítulo 16

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Al llegar a la base Steve y yo nos separamos. Él tuvo una reunión con el coronel y Peggy mientras que yo iría a la zona de laboratorios que había.

–¿Annabelle? –mentiría si dijese que estaba sorprendida, pensé que ella se habría quedado en el campamento.

–Hola Eliza, ¿sorprendida? pero que digo... claro que lo estás, yo partí unas horas antes que Steve y tu, pensé que podría ayudar a controlar lo que sea que te han hecho.

–¿Controlar? yo me siento bien, no hay nada que controlar.

–Bueno... pueden haber efectos secundarios, además necesitamos una muestra de sangre, creo que ya te lo habían explicado –Annabelle hablaba mientras preparaba lo necesario para extraer sangre.

–Sí –me senté en la camilla y dejé que me tomase las muestras necesarias.

–Y bien... ¿dónde está Steve? –preguntó.

–Creo que reunido con los altos mandos. 

–¿Algo importante? –dejó lo que estaba haciendo para mirarme.

–Supongo... no me han dado opción a estar en la reunión –en ese momento sentí un pinchazo en la cabeza que se hacía cada vez mas agudo –creo que me estoy mareando, la cabeza me va a explotar.

–Eso no son síntomas de mareo... –Anna me ayudó a tumbarme para que pudieran seguir extrayendo sangre.

Pasados unos segundos me costaba más mantenerme consciente, el lado derecho de mi cabeza estaba apunto de explotar, y si ponía los dedos en mi sien, podía sentir los latidos de las venas.

Estaba quedándome dormida cuando sentí un pinchazo en el brazo en el que no me estaban extrayendo sangre, y después nada.

Me costó enfocar la vista una vez desperté, y lo primero que vi fue a Steve sentado en una silla al lado de mi camilla con la cabeza gacha.

–¿Va todo bien? –pregunté tratando de llamar su atención.

–Eliza –Steve se levantó de la silla y se acercó –Annabelle dijo que te empezó a doler la cabeza y al final te quedaste inconsciente, estaba preocupado... 

–Tranquilo soldado, estoy bien, creo que es mejor ser la enfermera que el paciente a la hora de extraer sangre –trato de incorporarme lentamente con la ayuda de Steve –¿llevas mucho tiempo aquí? 

–No, la reunión terminó hace una hora –hizo una pausa antes de continuar –ahm... ¿te encuentras bien? es decir... para salir esta noche –sonreí, porque hacía mucho tiempo que no veía a Steve tan sonrojado.

–¿A dónde me vas a llevar? –pregunté alzando una ceja.

–En realidad es más como una misión especial, y ahora que eres más una agente que una enfermera... pensé que te gustaría acompañarme –Steve se rascaba la nuca mientras hablaba. 

–¿Tengo que ir de uniforme? –me acerqué hasta que mis manos pudieron tocar su torso.

–N-no... bueno s-si... solo si quieres... no estás obligada... –nuestros ojos hicieron contacto y por unos instantes no pude articular palabra.

–¿A qué hora me recoges? –pregunté, y,  sin darle tiempo a responder, me lancé a sus labios. 

A pesar de ser una "misión", tal y como había dicho Steve, esta sería la cita mas real desde que entré a formar parte del ejército, por lo que quería hacerla especial. Quería que me mirase como si yo fuese todo su mundo.

Peggy me ayudó con el vestuario, me prestó un vestido color vino ceñido con las mangas en los hombros que dejaba toda la zona del cuello al descubierto. Estaba fascinada, ayudó a darle forma a los rizos de mi pelo y me pintó los labios en un tono similar al del vestido.

El primer amor del Capitán América (Steve Rogers) [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora