Si me preguntasen cuáles son los pasos para aprender a ser fuerte probablemente dejaría que un suspiro se escapase de mi boca y un murmullo parecido al llanto ahogase el ambiente.
¿Sabes tú cómo ser fuerte?
Al principio, cuando todo esto empezó fue como un golpe en el estómago por el que te desplomas y por unos momentos olvidas respirar, todo tu universo queda reducido a la visión triste y gris del miedo.
Yo me caí y cien grúas desde el cielo me ayudaron a ponerme de rodillas para poder pedir al destino la llegada de unos buenos recuerdos, por muy rápidos y muy superficiales que fueran, por muy fugaz que fuese la sonrisa. Llegaron así las botellas, tan vacías en su esencia pero tan etílicas en su contenido y llegaron así esas pequeñas cosas que al final del día te hacían irte a la cama con un poquito mejor de sabor de boca.
Tan pronto como llegó el frío, fui presa de la cárcel de mi mala suerte y perdí lo poco que tenía por unas monedas de cambio que me llevaron a la ruina.
Soy buena describiendo el dolor, en plasmar en miles de metáforas lo difícil que es a veces levantarse tras una caída; pero como dama de bares que soy, también enveneno a mi lengua de poeta diciendo lo jodido que es sobrevivir cuando todo tu mundo se va a la mierda.
¿Sabes tú cómo ser fuerte?
No, ni tú ni nadie.
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Textos: Loreto Sesma.
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Himnos para dos generaciones.
RandomLlevo 500 noches esperando a que me digas que no conseguiste olvidarme y desde entonces me da por escribir. ************************** Los textos son obra de la maravillosa Loreto Sesma.