Himnos para dos generaciones.

Te lo doy

Creo que últimamente me estoy perdiendo en el continuo intento de ser feliz a partir de unas expectativas que no llegarán nunca a puerto.

No sé, llevo bastante tiempo yéndome a la cama con la excusa de irme a dormir, pero lo único que quiero es seguir soñando despierta; que es la mejor forma de recrear tus ojos una y otra vez.

Luego cierro los ojos y me parece que estás aquí, diciéndome que todo irá bien, que al final de esta lucha que llevamos entre manos, acabaremos ganando tantas noches como promesas hemos pactado. 

No puedo evitar sonreír mientras te escribo esto, porque me imagino a todas esas personas que están tan perdidos como yo en el mundo, sin entender una mierda y queriendo parar para poder respirar. Tomar aliento y seguir luchando. De eso se trata todo.

Yo por mi parte cuento los días con los lunares de tu cuello, con las ganas de tus labios y la sonrisa de tus ojos cuando escuchas tu canción favorita. He roto la carretera que nos separa kilómetro a kilómetro, porque no me importa lo que nos imponga, porque he aprendido que sólo en el querer está el poder.

Cómo decirte que haces desangrar cualquier latido, que sístole y diástole está marcado por tus pulsaciones. Joder, no tengo ni idea de cómo explicarte que quiero bailar por tu vida hasta que se acabe el mundo.

Mira, no sé hacer café, tampoco cocinar. En realidad no sé ni vivir, no tengo nada claro, ni siquiera sabía como empezar este escrito. Sólo sé que quiero arriesgarme a conocerte y que voy a intentar que este desastre te haga sonreír siempre que pueda. No puedo ofrecerte más.

Para el pintor este es su lienzo.
Para el compositor, su canción.
Estas letras son lo que tengo y lo que soy.
Y te lo doy todo.

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Texto: Loreto Sesma.