Himnos para dos generaciones.

Ego, me, mei

Quiero que me conozcas, que me conozcas y sepas que cuando estoy nerviosa no puedo probar bocado y que, algunas noches intento no dormirme porque me niego a dejar pasar todos esos sueños que revolotean por mi interminable imaginación.

Quiero que sepas que mi sonrisa sólo es verdadera si un pequeño hoyuelo se dibuja en mi mejilla izquierda, y que, cuando dejo la vista perdida en el horizonte es porque estoy pensando en una aventura alternativa a la cual escapar si la cosa se pone fea. 

Necesito que me conozcas y que des por hecho que cuando digo que estoy bien, en realidad estoy pidiendo que me des un abrazo de esos que cortan el aliento y liberan algún que otro lloro de las jaulas de sus lagrimales.

Si quisieses conocerme, sabrías que al llegar la noche siempre hay una película emitiéndose y la piel de cientos de mandarinas, que dejan su olor por toda la casa, acumulada en los ceniceros del salón.

Que cuando estoy feliz soy capaz de bailarte un tango en chándal, improvisar un tablao' de flamenco o disfrazarme de Marilyn Manson para sacarte una sonrisa. 

Si me conocieras, sabrías que cuando digo de olvidarte sólo he cogido más carrerilla para quererte más y que cuando hablo de amor, miento. Y eso lo entenderías si supieses que yo no creo en el mismo palpitar de dos corazones; sino en la necesidad de un hombro donde apoyarte para poder tocar el cielo y arrancar las estrellas de un golpe, sino en la fuerza de los actos y la banalidad de las palabras. 

 Que yo creo en el recuerdo eterno de las vivencias y no en la memoria de un nombre, en el triunfo después de miles de derrotas y en llevar la cabeza bien alta aunque piensen en decapitarte.

Si me conocieses, si quisieses conocerme, sabrías que no soy el escudo, sino la bala ; que no soy el hombro, sino la caída. 

Y que, hablando de amor, nunca podré ser tu amante, pero sí esa amiga que te espera en el bar de la esquina con cuatro chupitos preparados, con una sonrisa puesta aunque lleve una tormenta arremolinada dentro y unas maletas para irnos lejos, a cualquier sitio que te haga sonreír.

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Textos: Loreto Sesma.

Siento el retraso pero están habiendo algunos PROBLEMAS para acceder a los escritos, sin embargo NO ASUSTAROS, ya me he puesto en contacto con LORETO para solucionarlo.