OCÉANO | lrh

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— Mierda Luke, camina más deprisa.

El morocho reprocha a su mejor amigo mientras lo empuja levemente desde atrás. El tren está apunto de cerrar sus puertas y aún así, el rubio, muerto de miedo por dejar su ciudad, intenta retrasar todo lo posible su partida. Sin embargo, los tres chicos que lo acompañan mueren de ganas por poner rumbo a la costa.

— ¿Qué está mal contigo hoy? —Esta vez habla Michael. Coge los delgados brazos de Luke y lo hace saltar para entrar al vagón.

— No seas tan bruto, Mi. —Contesta el rubio usando el mote cariñoso que él mismo inventó. Resoplando y sin ningún entusiasmo, sube su equipaje a la parte superior, asegurándose de que esté bien sujeto. Arregla su camisa que ha quedado arrugada por el brusco movimiento de Michael y se sienta donde le corresponde.

— ¿Por qué no estás feliz? —Acota el mayor de todos, Ashton. Coloca una sonrisa en su rostro y, al ver que no es seguida por Luke, con la ayuda de sus dedos, levanta los mofletes de su amigo.— Así mejor.

— Simplemente no quiere dejar a su querida Petra. —Replica Calum con un tono burlón mientras sube sus manos entrelazadas y las apoya en su mejilla. Luke rueda los ojos y saca los auriculares de su bolsillo trasero. No piensa pasar todo el viaje aguantando las quejas y bromas de sus acompañantes.— ¿No te despediste ayer de ella?

Y sí que lo hizo. Pero ni siquiera pudo darse un beso con lengua sin que la rubia le negase espantada la petición. "Eso es cosa de parejas casadas, Luke. Tendremos que esperar", fue lo que le dijo después de terminar de abrazarse por aproximadamente media hora. Estaba frustrado, no iba a negarlo. Sin embargo, tampoco iba a obligar a Petra ha hacer algo que no quería. Él solo quiere dar el siguiente paso porque en serio adora a la chica y la manera que tiene de seducirlo.

— Definitivamente sí. —Contesta Michael por él, sacándolo de sus pensamientos al oír su voz.— Luke ha sido el segundo en perder su virginidad.

— ¿Qué? —Es lo único que puede contestar.

— ¡Yo fui el segundo! —Grita Ashton haciendo sobresaltar a los pasajeros que van a su lado. Avergonzado, agacha la cabeza unos centímetros y se acerca al centro para susurrar.— Con Rosie.

— No necesitamos que lo repitas a cada momento. —Calum pone los ojos en blanco.

— Sigo siendo virgen. —Aclara Luke molesto. Realmente le produce rabia tener que aclarar algo así en un tren lleno de personas.— Y si no les importa, preferiría no hablar de la intimidad de mi novia y yo.

— ¿Sois novios? —Michael abre los ojos todo lo máximo que su cuerpo le permite, pareciendo por un momento que van a salirse de sus cuencas.

— No. —Afirma Luke sincero y, tras ver la mueca de confusión de sus amigos, suspira.— Le pediré salir oficialmente cuando volvamos.

— ¿Acaso sabes declararte? —Bromea Calum mientras lleva a su boca una patata que ha sacado de la bolsa que minutos antes había abierto.

— Tiene dos meses para pensar cómo. —Ashton se encoge de hombros.

— Aún sigo sin creer que me vaya de casa por dos meses enteros. —Calum habla con la boca llena, escupiendo residuos de comida sobre el pantalón de Ashton, el cual lo obliga a limpiarlo inmediatamente.

— Y sin padres. —Contesta Luke.

— Está mi tío cuidando de nosotros. —Bufa Michael mientras acaricia su nuca.