Trap In Heart - [Fugo xNarancia]

Hora de almuerzo

La reunión fue todo un éxito, Giorno quedó conforme con el crecimiento de ventas de esta temporada, y Trish anotó con atención cada detalle. Noté que Narancia miraba demasiado a Trish durante la reunión, no le despegaba la vista de encima. Tal vez, la admire demasiado y quiera ser como ella, ya que una vez la oí susurrar "Trish es como yo"  Tal vez la vea como un ejemplo a seguir.

—¡Tengo tanta hambre!—Dijo Narancia mientras llevaba sus manos a su estómago—Por tratar de llegar luego no desayuné.

—Ya te dije que te invitaría al almuerzo, deja de tirar tus indirectas.

Ambos caminamos hasta el casino de la empresa que se encontraba en el segundo piso del edificio, y que abarcaba gran parte de esta planta.

Hicimos la fila en la barra y ya en nuestro turno, compré los platillos del día. Yo pedí el normal, mientras que para Narancia ordené el vegetariano. Nos sentamos a comer en una mesa con dos sillas junto a la ventana que daba con vista a la plaza. Narancia dejó caer su bandeja y se sentó bruscamente con las piernas abiertas y "echada" hacia atrás en la silla. Le di una leve parada por debajo de la mesa.

—¡Siéntate como señorita!

—Me siento como quiero, y no soy ninguna señorita

—¿Acaso eres hombre? ¡No! eres una hermosa damita, compórtate como tal

—Bueno ya, mejor no digo nada— Juntó las piernas y me dedicó una dulce sonrisa.

Comenzamos a comer tranquilamente. Me intrigaba mucho el comportamiento varonil que a veces solía tener. Tal vez se crió con hombres en su casa. No se mucho de su pasado. Se más de sus gustos musicales, pasatiempos, comidas preferidas. En eso la conozco mejor que nadie en la empresa, pero ella no ha hablado de su pasado en estos tres meses trabajando juntos, tres meses en los que me he enamorado perdidamente de ella.

Si, enamorado.

Mientras comíamos, pasaron tres de los jefes encargados de área de fábrica, Illuso, Melone y Formaggio.

El edificio tenía ala A y ala B. En el ala A, estábamos los encargados de todo lo que era tienda y comercio internacional, mientras que los oficinistas del área B, se encargaban directamente con todo lo que trataba de fabricación y producción de los productos. Todos compartíamos casino, por lo que era común toparnos a la hora de almuerzo.

—Buenas chicos, ¿Han visto a Ghiaccio? Dijo que vendría a almorzar— Preguntó Melone.

—Nnho nho —Dijo Narancia, por lo que la regañé.

—¡No hables con la boca llena!

La chica tragó y contestó.

—No lo hemos visto, por aquí no ha pasado.

—Muchas gracias chicos, y felicidades por la presentación, te salió mejor que la mía— Dijo Illuso— Me da envidia sana, bueno, iremos a buscarlo.

—Adiós naranjito lindo—Dijo Formaggio— Siéntate como "señorita".

Miré de reojo a Narancia y nuevamente se había echado sobre la silla y abierto las piernas. Luego analicé las palabras de Formaggio, y me molestó su coqueteo a mi naranjita.

—¡Déjala tranquila! —le dije molesto.

—Bah, yo sé por qué le hablo así al naranjo.

El tipo le guiñó el ojo y luego le siguió el paso a sus compañeros. Narancia lo miró con mala cara, y yo estaba ardiendo en celos en ese mismo lugar.

—No le tenga mala, no es pesado el Formaggio, lo hace por molestarme en buena onda, así que no me defienda.

—Pero fue grosero contigo

—No lo fue. Lo conozco desde antes de entrar a trabajar aquí, así que no pelee con él. A veces me asusta usted, Fugo

La asusto...

Así mucho menos podré acercarme a ella y declararle mis sentimientos. Maldita sea, ¡Por qué todo tengo que arruinarlo con mi mal carácter!  Me quedé mirándola fijamente. Llevé mi vista a su pecho. Es tan plana que me encanta, solo tiene un pequeño bultito de busto, lo encuentro tierno y atractivo. Jamás pensé estar tan embobado por alguien en la vida.

Narancia comenzó a platicar, no sé de qué estaba hablando, ya que solo habla estupideces, yo estaba perdido en su pecho e imaginando cómo sería acariciar aquel busto pequeñito. Luego la imaginé sonrojada al borde de las lágrimas disculpándose por ser plana, y luego la imagine de otras formas aún más grotescas y pervertidas.

—¿Me está escuchando?—Dijo la chica.

—Disculpa, pensaba en cuentas, ¿Puedes repetir?

—Le estaba diciendo que hoy en la noche vamos a ir a beber con el Mista, quiere planear cómo proponerle matrimonio al jefe y me pidió que le ayude, Ahora con el Mista nos comenzamos a llevar bien y a vernos después del trabajo casi todos los días.

—Qué suertudo que es el Mista —Pensé, ya que pasa mucho con Narancia

—¿Suertudo por qué?—Preguntó inocentemente.

—Porque encontró el amor—Mentí.

—Hablando del amor... ¿Puedo preguntarle algo?, pero no piense mal

—Claro, puedes preguntar.

—¿Alguna vez se ha enamorado?

Su pregunta me sacó completamente de lugar.

—Por supuesto. Todos nos hemos enamorado alguna vez. ¿A qué viene la pregunta?

—Nada, es que me llama la atención todo eso del romance y las parejas. Yo nunca he tenido una, pero probablemente me gustaría experimentarlo. ¿Me puede dar algún consejo?

¡CÓMO DIABLOS LE DECÍA QUE ESTABA ENAMORADO DE ELLA Y QUE LE QUERÍA PLANTAR UN BESO Y OTRA COSA MÁS!

—Bien, no soy la persona apropiada para aconsejarte, ya que ni siquiera me atrevo a confesarme a quien me gusta. Pero es un sentimiento muy bonito.

—Oh, espero que la persona que le gusta algún día le diga que sí y que sea felíz con ella— Vi como Narancia miraba hacia abajo con tristeza —Ojalá algún día, yo también tenga suerte en el amor, como el Mista.

Noté como desde una mesa cercana, Mista nos observaba con atención y en silencio.

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Son las 5:44 AM y ya se me ocurre actualizar esta historia,  no tiene día fijo, tal vez haga actualización los lunes o  días a lo lejos (no sé aún). 

No hay muchos lectores hasta el minuto, pero a quienes han llegado hasta aquí...¡GRACIAS!

Muchas gracias de verdad por apoyar esta porquería.