Día 4: En espera

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Pregnant Aziraphael debería de ser una religión.


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4 Meses

- Se mueve demasiado, definitivamente es igual de inquieta que tu –Hablaba el ángel mientras leía un libro sentado en el sofá.

- También puede haber sacado eso de ti –Llevó su mano sobre el vientre de Aziraphale. – Tienes ese movimiento con tus hombros que siempre haces cuando te emocionas con algo.

- Puede ser, de igual forma es hija de ambos, puede ser culpa de ambos –Bajó el libro entre risas. - no me hagas cosquillas, sabes que estoy más sensible con el embarazo –Le pegó suavemente con el libro en la cabeza al demonio.

- ¡Ouch! Está bien, solo que has estado todo el día leyendo y podríamos haber salido a hacer algo –Se levantó del sofá colocándose frente a él. – Podríamos liberar un lugar en el Ritz y tomar té ahí ¿Qué te parece?

- No puedo hacer milagros en este estado cariño –Hizo un puchero.

- Pero tienes a tu amado demonio que puede hacerlos por ti –Le sonrió. – Vamos, pediré los mejores pasteles para ti

El ángel se relamió y aceptando la tentación se levantó para poder salir junto a él, tomó un abrigo que colgaba en el perchero cerca de la puerta y salió junto a su novio en dirección al hermoso Bentley que esperaba afuera de la tienda, era como un cuento de hadas, al menos así se sentía él cada vez que Crowly le besaba la mano cuando le abría la puerta del auto para que entrara.

6 Meses

Se encontraban en su departamento, la única razón de eso era que era más espacioso y necesitaban una habitación para colocar las cosas del futuro bebé, si bien no era humana los primeros meses necesitaría cuidados especiales tal cual los tendría un ser humano. La leche, un lugar cálido y cómodo, decoraciones, cosas adorables –Cortesía del ángel- y algunos elementos decorativos que cortaban la estética pastel del lugar –Cortesía del demonio. - Si bien Azira no estaba muy feliz con esas decoraciones las dejó para respetar los gustos de su pareja.

- ¿Te puedo contar algo tonto? – Le preguntó Azira mientras colocaba unos libros en una repisa verde pastel y miraba por la ventana.

- Nada es tonto, dime –Se acercó a él mientras sostenía unas ropas en sus manos.

- Creo que mi vista mejoro incluso más –Confesó ciñendo sus cejas, se giró para verle a la cara. – me acuerdo que antes veía todo bien, siempre he visto bien –Comentó en una suave risa. – pero es que ahora puedo ver más lejos, ver más detalles, ¿Crees que pueda ser el embarazo?

- La verdad... No me extrañaría que fuera eso –Llevó su mano detrás de su nuca rascándose algo consternado. – Ahora puedes mirar hacia arriba y ver a los ángeles hacer estupideces y burlarte de ellossss –Siseó.

- Por Dios, no se puede ser serio contigo –Rodó los ojos.

- No seas así –Hizo un puchero y luego lo abrazó. – de igual forma no creo que sea nada malo, estas bien.

- Solo me pregunto si serán permanentes todas estas cosas –Llevó su mano derecha a su mejilla preocupado.

Crowly solo suspiró y le guió a otra de las cajas para que se distrajera de esos pensamientos; era verdad, el embarazo de Aziraphale le había traído nuevas cosas, el cómo percibía las sensaciones ahora eran más fuertes, algo que antes no le daba cosquillas ahora le hacía estallar de la risa, sentía mucho más los sabores de las comidas que iba probando. Esto especialmente le ponía de muy buen humor, amaba el poder degustar mucho más los platos humanos.

Ineffable Husbands Week 2019 - Oneshots sobre el amor para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora