━ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 THREE ❃

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𝘿𝙀𝙎𝙑𝙀𝙇𝙊𝙎 𝙔 𝙎𝙊𝙍𝙋𝙍𝙀𝙎𝘼𝙎

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(𝟏/𝟑)

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Fingir era una de las nuevas habilidades que Elizabeth había adquirido.

Ver al príncipe Ben pasear junto a Audrey, hacía que su corazón ardiera, a pesar de que estuviera roto.

Mirando el techo, de la que fue su habitación por más de siete años, intentaba no pensar en él y cómo disminuir el sufrimiento que ella misma se había provocado. Optando por regresar a su hogar, donde nunca debió salir.

Repetidos toques hicieron que se alarmara, sobretodo cuando no esperaba a nadie y eran altas horas de la noche.

Con inquietud se levantó de la cama, guiándose por los toques suaves pero insistentes.

━ Ben... ─ susurró sorprendida, intentando arreglarse el cabello, levemente despeinado.

━ ¡Hola! ─ habló con un poco entusiasmo, de no ser por los pasillos oscuros.

━ ¿Qué haces aquí? ─ preguntó aún sorprendida, haciéndose a un lado para dejar pasar al chico.
Aunque claro que sabía por qué estaba ahí, siempre cuando Ben tenía problemas para dormir, Elizabeth era un buen alivio y compañía. Pero sobretodo cuando Ben se encontraba inquieto, por algo que le preocupaba, Elizabeth siempre fue su apoyo.

━ ¿Cómo sabes cuándo estás haciendo lo correcto? ─ preguntó haciendo que la chica frunciera el ceño.

━ No comprendo ─ señaló la cama mientras se sentaba en ella, segundos más tarde, Ben de recostó en ella.

━ Sé que el toque de queda impide esto y que estoy violando cada una de las reglas ─ suspiró ─ pero simplemente ya no puedo. No sé si lo que estoy haciendo está bien, Beth ─ mencionó con frustración mientras pasaba ambas manos en su rostro ─ No sé si lo que estoy haciendo es correcto.

Por solo un segundo, el corazón de la peliblanca se aceleró mientras miles de ideas atormentaban su mente.

━ ¿Qué es lo que te preocupa? ─ preguntó mientras se acercaba más a él.

━ ¿Alguna vez deseaste algo... ─ Ben se incorporó de golpe, quedando a escasos centímetros de su rostro ─ con todas tus fuerzas. Que cada que piensas en ello, parece inalcanzable?.

La peliblanca tragó en seco, sintiendo una ligera tristeza de repente.

━ No comprendó... ─ claro que lo hacía pero no quería terminar en un mar de lágrimas.

━ Mirame, Elizabeth ─ mencionó el chico, mientras tomaba su rostro entre sus manos ─ No sé si estoy haciendo lo correcto ─ susurró, cerrando los ojos ─ pero me es imposible seguir así.

El aire parecía haber abandonado el cuerpo de la chica, sus labios temblaban ante la proximidad mientras miraba al ojiverde.

" Hazlo " Deseó.

━ ¿Te parece picnic en el lago, mañana a primera hora? ─ preguntó el chico mientras se alejaba de una Elizabeth desilusionada ─ Prometo contarte todo, pero ahora no es el lugar, ni la forma adecuada. ¡Lo prometo! ─ Mencionó levantándose de la cama, sin antes dejar un delicado pero largo beso en la frente de la peliblanca ─ Descansa, Beth ─ sonrió antes de abandonar la habitación.

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Eran alrededor de las tres de la mañana cuando Elizabeth pudo conciliar el sueño, parecía que las palabras del príncipe Ben fueron totalmente opuestas a las que escuchó.

Con mucho pesar pudo levantarse de la cama, odiando por un segundo la promesa que había hecho con el castaño.

Si su madre la viera, diría que habían reemplazado a su hija, Elizabeth podía ser todo menos puntual.

Sin embargo, ahí se encontraba, terminando de alistarse, antes de que dieran las ocho de la mañana.
Un último suspiro salió de sus labios antes de tomar la pulsera que su madre le había regalado.

━ Me alegra que estés lista, ya. Pensaba que tendría que traer al hada madrina para sacarte de la cama ─ bromeó Ben desde la puerta.

━ Te he ahorrado unas horas, ¿no crees?.

━ Definitivamente ─ mencionó sonriendo mientras extendía uno de los cascos que llevaba en las manos.

La chica lo tomó dudosa.

━ ¿Confías en mi? ─ preguntó, extendiendo el brazo.

━ Siempre ─ respondió la peliblanca mientras caminaban hacia la salida.

El viaje fue todo menos corto, cada minuto parecía extenderse a horas, sin contar que estaba aferrada al torso del chico y que rogaba cada dos segundos por no estrellarse contra algún árbol.

━ ¿Desde cuándo sabes manejar una motocicleta? ─ preguntó la chica mientras bajaba de esta con sumo cuidado.

━ Luego de irte ─ mencionó con una sonrisa.

━ Al parecer todo lo nuevo ha sido luego de mi partida, ¡Increíble! ─ murmuró con sarcasmo mientras Ben fruncía el ceño.

━ Lamento no contártelo antes, si tan solo hubiera tomado el teléfono pero la coronación está cerca y eso me ha mantenido ocupado ─ el castaño tomó las manos de la peliblanca, sabiendo que todo lo decía con sinceridad.

Si tan solo le hubiera dicho, probablemente ahora dolería menos.

━ No me has traído aquí nada más para contarme sobre lo que has hecho en mi ausencia, ¿cierto? ─ titubeó al principio, sin embargo actuó con rapidez mientras se sentaban donde él había indicado.

━ No ahora ─ Ben, estás matando a la chica.

El desayuno fue lo más agradable, para estar alejados seis meses, habían tantas cosas que uno no sabía del otro.

A pesar de ello, Elizabeth no podía quitarse aquella sensación, ni podía dejarlo pasar por más tiempo.

━ ¿Qué es lo que sucede? ─ preguntó mientras limpiaba lo que quedaba de sus alimentos.

━ Bien ─ suspiró antes de hablar de nuevo ─ Los hijos de los villanos vendrán aquí, a Auradon.

¡Oh, Ben! Tal vez Elizabeth esperaba escuchar todo menos eso.

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¡El maratón ha comenzado!

𝘽𝙇𝙊𝙊𝘿𝙇𝙄𝙉𝙀 | DESCENDANTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora