Haruto chasqueo la lengua con cierta indignación. A pesar de haber explicado al detalle la irreal verdad que lo ha estado atormentando durante una semana.
Aunque por supuesto, era obvio que Mizuki no se lo habría creído y más si el tramposo de Ezel comenzó a fingir ser un santo.
— ¿Te robaste una niña?
"¿Por que eso es lo primero que se le viene a la mente a todos?"
"¿No pueden pensar que la ayudó?"
De alguna forma, esa conclusión, sobre haber raptado a la niña, parecía ser lo más factible del mundo, eso solo irritó más a Haruto que con el mayor odio del mundo veía como Ezel aprovechaba su apariencia para acercarse a Mizuki y recibir cariños de ella.
" Espera...¿de verdad acepte tan fácil que era de otro mundo?
De manera repentina ante el fracaso de explicar más de una vez la malvada naturaleza de la niña que había logrado la manera de ser mimada.
Aunque ya es algo tarde para cuestionarse eso, si bien la actitud que llevaba la pequeña niña a lo largo de los días, debía de ser más que suficiente para confirmar eso.
— ¿Dijiste que te llamabas...emm...Ezel?— Con cierta extrañeza por el extravagante nombre, Mizuki ni siquiera sabia que estuviera bien pronunciado.
La pequeña niña que estaba sentada sobre el regazo de la adolescente, que a su vez se apoyaba contra su desarrollado pecho, al oír su voz no pudo evitar levantar la vista, para continuar su acto angelical.
— Si, soy Ezel — Respondió esta de manera inocente dejando ver una sonrisa bastante animada.
Haruto solo se veía más irritado, no había engaño, se notaba como la pequeña farsante disfrutaba de eso.
— ¡Me aburrí!
El joven finalmente dejó de soportar como la niña se aprovechaba de sentir el cuerpo de su querida amiga.
—¿Por qué? — Pregunto Ezel al sentir como de manera brusca habia sido tirado y zamarreado.
— ¡Espera, Haruto! — La muchacha se levantó y trató de evitar que su amigo continuara con el supuesto abuso a la infante. Ante sus ojos no había razón para el supuesto regaño.
— Esta bien, él es un adulto ... — Aún si la chica no le creía, Haruto trató de manera vana en usar eso como un argumento.
— ¡Enserio ¿de dónde sacaste eso?!
Mizuko se acomodó el cabello, mientras se intentaba interponer entre el dueño de la casa y la pequeña de extraño nombre.
—No te preocupes ...no le pasa nada...
Haruto comenzó a perder fuerzas en esas palabras al sentir como el invitado no deseado dejaba de forcejear y sus ojos se colocaban vidriosos, los labios de este temblaron levemente, para finalmente dejar estallar sus emociones (si es que eran de verdad)
— Guu Waaahhh.
Haruto soltó levemente los hombros de la pequeña, esta en verdad se había echado a llorar, aunque el chico ya ni sabia si estaba fingiendo por la inmediata sonrisa que se pintó en su rostro cuando fue liberada y tomada nuevamente por Mizuki.
De ser honesto, este ya pasaba de un lado a otro como si nada.
— Sí, soy de otro mundo...él me recogió — Aunque eso fuera dicho con la mejor de las intenciones, ya llego el punto en que él mismo Ezel se trate como si fuera un pequeño animal abandonado.
La chica le acarició el cabello a la pequeña, asumiendo que esta solo estaba echando a volar su creatividad.
El chico ya se veía completamente confundido, estaba hablando de una forma un tanto dulce y con un ceseo infantil, aunque no dudaría al decir que es para ganarse a Mizuki.
Ezel se dejó querer, sin embargo, esta agito la cabeza para contradecir eso, no era lo que debía estar disfrutando.
—¡No es mentira!
— Por supuesto, que imaginativa eres.
Ezel dejo salir un pequeño puchero, mientras bajaba la vista y luego miraba con cierta esperanza a Haruto.
Este negó con la cabeza, era claro que se había rendido.
— ¡Pero Haruto, dijo que me podía llevar a mi mundo! — Para rematar, el extraño de otro mundo volvió a hablar, aun con más entusiasmo, que incluso sus ojos se veían con cierto brillo.
Aunque para la chica no se veía nada efectivo.
Ezel suspiro y sin más remedio se alejó de Mizuki y fue donde el supuesto cuidador, el muchacho dudó sobre lo que le estaba diciendo la pequeña y finalmente solo le entrego un lápiz y papel.
Ezel se recostó sobre el suelo y para los presentes, este comenzó a dibujar un símbolo extraño
— Invoco...¿un mapache? ¿Alado?
Una extraña mezcla, demasiado extraña, aunque de cierta forma si se veía un tanto adorable la criatura, aunque es contradictorio poner al supuesto ladrón de la naturaleza con alas que se asemejaban a los de un angel.
— ¿Ves? — Con orgullo, Ezel coloco sus manos sobre sus caderas e infló su inexistente pecho para demostrar con orgullo su invocación.
Haruto dejó caer sus hombros, una nueva cosa rara habia llegado a su vida ¿su mascota tuvo una mascota?
Desde su punto de vista, puede que haya sido así. Sin embargo, pareciera que la criatura no era más que un cachorro, solo podía volar unos pocos metros, para luego caer y volver a echar vuelo con esfuerzo.
"¿Esa cosa que come?"
Haruto finalmente ya había aceptado que quizás ese mapache se quedaría, no hay remedio ya acepto a Ezel como su "gato"
Mizuki se quedó por un momento paralizada, y sin decir palabra alguna, se quedó viendo como la alada criatura se paseaba por el lugar y luego vio a la pequeña niña que se dejó caer en el suelo y se acurruco en el, como si fuera a tomar calor de allí.
Ezel dejo escapar un bostezo, al parecer esa sencilla invocación lo habia dejado agotado completamente, al punto de terminar durmiendo en donde caiga.
La chica suspiró al ver como la pequeña niña, y lo indefensa que se llegaba a ver.
Era obvio que esta ya creía más sobre el origen de la extraña pequeña.
— Te ayudaré a cuidarla...no la puedes tener vistiendo así...además...¿ya la has visto? — Mizuki trago saliva , con cierto temor a la respuesta.
—¿Eh?
Mizuki se cruzó de brazos, para ella es que el muchacho se estaba haciendo el loco.
— La has visto ...desnuda— Sin evitar de entrar en algo de vergüenza , la chica se rasco la nuca para liberar algo de tensión.
— Por supuesto.
La chica sintió como el respeto por su amigo de la infancia bajo levemente, él ni se inmutó por lo preguntado y mucho menos por su misma respuesta.
— Asustas.
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¿Y en este mundo soy una niña?
Ficção AdolescenteHaruto, un joven que recientemente ingresó a la universidad, se ha topado con el mayor problema de su corta vida, y eso fue conocer a una pequeña niña que afirma venir de otro mundo.