— ¿Qué pasa?— Al sentir como el pantalón era tirado y la "niña" trataba de ocultarse detrás de él, Haruto desvió la vista para ver lo que Ezel trataba de "matar" con la mirada.
El chico sonrió de manera irónica, era cómico ver como un animalito escondido y tratando de gruñir a una amenaza, aunque eso solo sea vista desde la perspectiva de Haruto.
"¿Enserio eras un hombre adulto?
Eso ya era puesto en duda más de una ocacion desde que vive con él. Aunque no fuera que durara mucho, es más por pequeños lapsos. Aunque más le hace parecer infantil solo la curiosidad que tendría cualquier persona independiente de su edad ante lo desconocido.
Eso, más su apariencia sólo me juega aún más en contra ante su autoprocalmacion.
— Venga, vámonos...
Haruto solo pudo suspirar, al estar centrado en sus pensamientos solo le provocó distracción, tanto las desconocidas, como su acompañante ya no se veían cerca de su campo de visión.
— Si desaparece no es mi culpa.
♦♦♦
— Haruto dijo que no existe magia en este mundo — Ezel trago saliva mientras caminaba lentamente detrás de las desconocidas, es probable que ya estaba sumergido en su propio mundo, o que no se haya percatado de que se encontraba completamente solo.
Por su parte, las dos desconocidas bajaron sus hombros y miraron sobre sus hombros, la chica mayor miró a la niña a su lado quien había fijado su atención en la "espia" (una bastante mala)
— Rizu, ¿La conoces? — La mayor de las dos, se concentró en su acompañante que no se veía muy convencida con lo que estaba sucediendo.
— No... — La chica se quedo por un momento analizando a la niña, tenía cierta "energía" que la rodeaba y atraía aún más la curiosidad de menor — Aunque ...
Rizu se detuvo y se volteó de golpe, solo para ver con cierta irónica como Ezel torpemente trataba de ocultarse y chocó con uno de los estantes. Y siendo enterrada por las latas que cayeron sobre ella.
Los demás compradores no dudaron en acercarse para socorrer a la infante quien trataba de aguantarse las lágrimas.
— ¿Pequeña estas bien?
—¿Dejame ver donde te duele?
—¿Te perdiste?
Ezel levantó la vista al ver la cantidad de desconocidos que la estaban rodeando, cada una tenía la intención de ayudar y sacar a la pequeña de la tumba de latas de comida. La pequeña se encogió de hombros, mientras bajaba la vista y comenzaba a temblar de forma involuntaria.
"Haruto...¿donde estas?"
I
Ezel en si estaba sintiendo el mismo terror en cuanto salió por primera vez con Mizuki, solo en momentos así le corría como un balde de agua fría lo pequeña e indefensa que llegaba a ser en el desconocido mundo.— ¿Mikan? — Rizu se quedo por un momento viendo a su acompañante, quien después de unos pocos segundos y suspiro.
— Supongo que estará bien, Rizu ¿vamos?
— Su cabello...se parece al de él...pero ...
Mikan abrió los ojos con sorpresa y se colocó al nivel de la pequeña de doce años con cierto brillo en sus ojos
— ¿Él? A tu querido ¿Armocito?
Rizu se sonrojo antes de que acabara fe hablar y solo movio su mano para tapar la boca de la emocionada muchacha
—¡¡No lo digas!! — Exclamo esta mientras al percatarse de su espectáculo, dio media vuelta inflando su pecho y tomó el carrito de supermercado tratando de disimular lo avergonzada y tensa que se había puesto — Va- Vamonos.
Ezel al sentir como la presencia mágica se alejaba, trato de escaparse de los desconocidos que trataba de ayudarla, aún así la pequeña por todos sus medios trataba de librarse, tanto de la pila de comida enlatada, como de la gente en unos vagos intentos, hasta que fue capturada y levantada por un desconocido .
— Espe... — Ezel se volteó para ver a su capto, un hombre alto con una cicatriz en su ojo izquierdo, junto con una cara de seriedad que cualquiera pensaría que estaría enojado.
— snif...snif — Ezel trataba de aguantar el miedo, mientras solo llegaba a producir un leve sollozo.
El hombre se toco el oído, donde se podía visualizar un extraño y pequeño objeto dentro de su oreja — ¿Si? Ya tengo a la niña, esta sola, así que la llevaré al centro de niños perdidos.
Era predecible, el señor era un guardia de seguridad del supermercado, eso explicaría en buena manera al aterrador pero fortachón aspecto que este tenía.
— Bien, pequeña ...— El hombre tratando de ser amable, solo se fijo en el rostro enrojecido de la pequeña niña, mientras unas lagrimas se acumulaban en sus ojos.
Ezel ya no sabía si era impotencia o un temor infantil que conllevaba su actual apariencia. Solo sabía que pasar de ser el que mandaba e imponía terror en su anterior vida, ahora simplemente no era ni la sombra de lo que fue.
♦♦♦
Haruto movio la cabeza de un lado a otro, algo estaba mal, si bien compro todo lo que necesitaba para vivir él solo, se podría decir que incluso más.
El mero hecho de recordar el porqué el joven compró más de lo que acostumbraba, Haruto sintió cierto viento frio al solo recordar a "eso"
Aunque levantó la vista al sentir como la horrorosa y manipulante música del supermercado se vio interrumpida por la voz de una joven.
— Estimados, clientes...el señor Haruto ... — El interlocutor se detuvo por un momento, mientras a lo lejos se escuchaba que hablaba con alguien.
— ¿Disculpa, cual era su apellido?
—¿No lo sabes? ¿No es de tu familia?
— ¡Espera niña ...no déjame no hagas eso!
No hacía falta más pruebas, era claro que todos los clientes estaban entre la risa y la confusión, aunque Haruto era el único que no se veía complacido con esa escena auditiva.
— ¡¡HARUTO SÁLVAME!! — Después por el micrófono se escuchó una infantil voz que gritaba a todo pulmón.
El muchacho solo pudo colocar su mano sobre su frente y suspirar.
No le quedaba de otra, tenía que ir a buscar a su "mascota"
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¿Y en este mundo soy una niña?
Ficção AdolescenteHaruto, un joven que recientemente ingresó a la universidad, se ha topado con el mayor problema de su corta vida, y eso fue conocer a una pequeña niña que afirma venir de otro mundo.