El primer dia en mi cobertizo

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El oso ya estaba muerto, allí en el suelo. Así que decidí quedarmelo como comida para estos dias. Entre en la cueva, era oscura, no muy grande, pero segura. Ademàs des de allí podia contemplar todo.

Deje fuego encendido en la cueva con el oso d'entro y un par de trampas por si algun animal queria llevarse el oso, y me diriguí al bosque ha buscar troncos, algun fruto comestible y agua.

Ande hasta que encontre un sitio donde estaba lleno de arboles completamente destrozados así que coguí un par de madera y la transporte hasta mi cueva.
Dejé la madera y comprove que aun estaba el oso y si que estaba.

Después volví a buscar otras cosas que me podia servir. Fui corriendo al bosque y encontre un enorme rio. Coguí un trozo de madera y empezé a pescar peces a la antigua. Fue dificil pero coguí 4.

Me quité la camiseta y la hice servir de bolsa para transportar los peces.

Después encontre un zorro ya muerto lleno de sangre por el suelo y lo cogí y lo llevé junto a los peces a la cueva. Cuando llegué a la cueva coguí el trozo de hierro que tenia y empezé a sacarle la piel al zorro y al oso y la carne la puse a parte. Dejé la piel de los dos animales y la deje en una esquina.

De repente se hico oscuro y empezaba a hacer un poco de frío.

Después utilizé madera para hacer una hogera para cocinar los peces y la carne zorro, el oso lo reserve para el dia siguiente.

Todo estaba bastante malo pero era alimento. Entonces empezó a llover mucho y tenia ya mucho frío. Coguí la piel de oso llena de sangre y me la puse encima para no passar frio. Apagué el fuego y me puse a dormir. El dia siguiente seria duro y tenia que andar mucho.

Cuando salió el sol, me desperté helado. Eran las 7 de la mañana.

Miré a mi alrededor y empezé a oir gritos.

- Alfred! Venga aquí si esta cerca, somos la policía!

Entonces yo los localizé de vista, cogí mi AK-47, puse un cartucho, me puse a cubierto y empeze a dispararles. Ellos también dispararon pero no me mataron.

Entonces cuando acabe con todos ellos cogí mi piel de oso, me la puse encima, cogí mi Ak-47, y el trozo de hierro y me marché corriendo para que no volvieran y aun me encontraran.

Hombre de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora