La mañana se volvio cálida e iluminada, la luz atravesaba las cortinas de la habitación de la anciana, y su fuerta presencia me temperaba el cuerpo. Estoy mirando hacia el frente, sin poder reaccionar, ni percatarme de nada. Aun no podía entender nada de lo que me estaba sucediendo. La anciana me había puesto ropa humana, me vistió y trató de mostrarme como debía ponerme algo que se llama " pantalones" y "ropa interior". No me resistí ante la ayuda, ya que la anciana se estaba tomando toda esta situación muy relajadamente. Cosa que me desconcertó más y se me vinieron muchas preguntas a la mente.
-Muy bien- decía la anciana mientras que abotonaba el último botón del chaleco que me había puesto. -Esto ya quedo, ahora iré a la cocina a preparar el desayuno, ¿sí querida?- dijo con una sonrisa en el rostro, algo dudosa, pero era una sonrisa a fin de cuentas.
Yo solo la miré, y asentí.
No podía comprender nada, ¿ cómo es que esta señora puede llevar esta situación tan normal y calmadamente? Esto era lo que más me inquietaba.
Luego continué mirando fijo a la ventana, en donde el sol rociaba su luz en mi cuerpo. Mis ojos se cristalizaron por la ausencia del parpadeo en ellos, y lloran por si solos. Con una mano, toco mi cabeza y me acaricio el cabello, que era tan sedoso y suave como lo que alguna vez fue mi pelaje. Negro y lacio, que me ocultaba la espalda por completo, luego toco la ropa que la anciana me había prestado. Era vieja y algo gastada, pero no me desagradaba, más bien era cómodo al tacto con mis manos y mi piel.
Un curiosos aroma comienzo a sentir en el ambiente, era tan agradable que mi estómago pedía a gritos algo para comer.
-Co...Comida- dije sin pensar.
Muevo una pierna y luego la otra, y las dejo colgando en la orilla de la cama. Cuando trato de levantarme, resbalo estrepitosamente. Claro, no se caminar en forma humana, todo es nuevo y extraño para mí. Tomo la decisión de gatear hasta la salida de la habitación, y en el pasillo me encuentro con la anciana, con una expreción de preocupación en su rostro.
-Oí un ruido en la habitación, pero ¿qué estás haciendo pequeña?, no deberías gatear o te estropearás las rodillas- luego me toma del brazo y me levanta del suelo con mucho cuidado.
-Y...yo no... yo no sé caminar con...- decía algo nerviosa y ruborizada al ver la preocupación de la anciana hacia mí.
-¿Eh?...¡Ah cierto!, olvide que tú no eres humana. Mira esto es fácil, aprenderás muy rápido.- me pone en frente de ella y me sostiene las manos en el aire.
-Trata de hacer fuerza en las piernas, para mantener tu peso elevado y equilibrado.- dijo al momento.
Y lo hago...
Luego, con su rodilla empuja la mía por detras, y me obliga a flexionarla involuntariamente.
Sin haberlo previsto, ya había dado un paso...
-¿Eh?, yo...lo hice...- dije sorprendida.
¿Vez?, te lo dije...- responde rápidamente la anciana.
Después del primer paso, doy el segundo, y el tercero, y así hasta llegar al comedor. Luego la anciana me suelta las manos y me deja caminar por mí misma. El lugar estaba iluminado por el gran ventanal, y todo se veía de una forma distinta. Yo había crecido, y ahora todo era extraño pero familiar. Los muebles eran más pequeños, los sillones, las imágenes de personas, hasta el techo. La anciana se me adelanta y va a otra habitación, y luego dice:
-Cariño, ven a la cocina. Que debes estar hambrienta...-
-Eh... está bien...- dije mientras que caminaba hacia esa "cocina". Cuando entro al lugar, las grandes máquinas que había visto ayer ya no eran tan grandes. De hecho, eran casi de mi mismo porte.
Todo era más adquirible para mis manos humas, todo lo podía tocar, y cuando me di cuenta de ello, comencé a tomar las cosas que estaban en los muebles de la supuesta cocina.
Cuando la anciana me observa, deja caer algunas risitas por el ambiente. Su reacción es gracias a mis tiernis y torpea movimientos de tomar, dejar caer y atrapar cosas.
-Jennifer, solo tienes que sentarte en esta silla y podrás comer...- dijo.
-¿Eh?, ¡Ah! Lo siento es que todo esto... es genial... pero muy extraño...- respondo, ya que jamás había tomado cosas con mis patas.
-¡Vaya!, como había dicho antes, eres demasiado amable para ser una gata...-
De repente, suena algo tan agudo y chillón que me asusta, y hace que salga corriendo de la cocina. Escondiéndome detrás de uno de los sofás.
-¡Tranquila querida! Solo es el ahua que ya esta hirviendo. Es para servir un poco de té a las visitas inesperadas. No tienes que preocuparte por eso- dijo mientras que se me acercaba lentamente para calmarme los nervios.
-L...Lo siento...- dije mientras me acercabe a ella.
-Jennifer, debes dejar de disculparte tanto...- dijo en un tono burlón. Luego me acaricia la cabeza, me sonríe y me toma de la mano para llevarme a la cocina.
Hace que me siente en una silla cerca de la mesa, y me sirve algo en una cosa circular que tenía un agujero muy grande en medio. En él, sirve un líquido de color dorado, y vierte con una cosa pequeña de metal, algo blanco y arenoso que se disuelve en este líquido tan peculiar.
-¿Qué es todo esto?...- pregunté de inmediato.
-Es té con azúcar...¿O prefieres té de hiervas, cariño?...-
No sé que es un "té de hiervas"... ni lo que es "azúcar"...¿qué son esas coaas de metal, y esta cosa que tiene un agujero en medio?...-
-Se llama taza, y esto es una cucharita de té...¡dios!, creo que tengo mucho trabajo que hacer contigo...- dijo de improvisto
-¿A qué te refieres con eso, anciana?-
-¡Ay, mi niña! No me llames de esa forma, que me siento muy vieja. Puedes llamarme Elaiza ¿sí?...-
-¿Ok? ...El...Ela....Elaiza...-
-¡Correcto!- dice entre risas, y luego me mira.
-Bueno, quiero saber cómo es que estás tan relajada con todo lo que está pasando, ¿Por qué dices que tienes mucho trabajo conmigo? Y ¡¿Por qué ahora soy humana?!...- dije de una forma algo desesperada, ya que realmente no tenía idea de lo que pasaba y eso me asustaba.
-Ok, cariño primero relájate que voy a explicarlo todo. La verdad es que no pensé que El Milagro de Rich ocurriría con un gato, pero así son las cosas por lo que veo- dijo mientras que tomaba algo de "Té".
-¿El Milagro de Rich, pero que es eso?...-
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Otro capítulo!!!
Muchas gracias por las personas que han votado, que creo que son como dos XD pero igual gracias!!!
Y las personas que lo estan leyendo, lamento la demora!!! Seguiré subiendo más cap.
Atte: Mely....
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La intrépida gata que se enamoró
FantasyDavid me amaba, se preocupaba de mí, me cuidaba, me alimentaba, me mimaba. Si él no hubiese estado... ¿Qué habría sido de mí? Mi vida no habría tenido sentido, habría pasado eternamente arrullada por él. Cuando me acariciaba, se me erizaba toda la...