Elaiza cambio su expreción, de alegría y tranquilidad a melancolía y tristeza, eso me puso algo nerviosa pero a la vez triste por ella. No entiendo que ocurre, pero cada vez deseo mas saber lo que provoca su expreción.
-Rich, es el nombre de un antiguo hechicero, que tenía un poder extraordinario. Fue el último de su especie, y se había enamorado de una joven humana. La sociedad de los dos mundos, humano y hechicero no soportaba la unión de los mismos. Con esto, hace ya varios años atrás un grupo de hombres decide capturar al joven hechicero. Cuando la joven se percata de esto, ella desesperadamente busca a su amado, pero se le es muy difícil ya que casi todos estaban en contra de ella y no querían ayudarla a rescatar a su hechicero.
Un día ella comienza a buscar en el bosque, y escucha unos gritos que provienen de unas cavernas que estaban muy al fondo del bosque. Cuando la encuentra, haya a su joven amado atado a una roca, con arañazos y heridas por todo el cuerpo. Ella trata de liberarlo, pero los hombres que lo habían capturado encuentran a la chica y la separan de su amado. Hartos de mantener a un hombre maldito, obligan a la muchacha a observar como asesinan vilmente a su joven hechicero. Pero el joven había logrado liberarse de sus ataduras, y se defiende de algún modo. Logra noquear a casi todos los hombres, pero uno de ellos logra apuñalarlo en el estomago. Su sangre se esparce por el lugar, y cae al suelo.
Ella llora descontroladamente, -¡Malditos bastardo, yo lo amaba!, ¡asesinos!- decía mientras que trataba de soltarse de los brazos de los hombres. Cuando el hombre que había asesinado al chico la observa, sonríe maliciosamente y comienza a desvestirla. Ella gritaba y gritaba para que alguien pudiese ayudarla, llamaba fuertemente a su amado, diciendo que lo amaba. Nadie podía oírla.
Antes de que los hombres pudiesen seguir manoseándola, una fuerte luz brillante comienza a segarlos. Cuando se dan vuelta para ver lo que está sucediendo, sus cuerpos ya habían sido petrificados, convirtiéndolos en piedra absoluta.
La chica se tapa los ojos con sus manos, para no ver lo que estaba pasando, mientras que lloraba por todo lo que había pasado. Pero, de repente siente una mano que le acaricia la cabeza suavemente. Cuando ella observa, ve a su amado joven hechicero brillante y resplandeciente sonriéndole de par en par. Parecía un especie de ángel, y ella quedo maravillada con ello. Ella lo abraza sin más espera y llora en sus brazos, luego se besan y él la ayuda a vestirse nuevamente. Luego de esto él hechicero dice:
-Por favor vuelve al pueblo y diles lo que pasó, ¿sí?-
-Pero, ven conmigo debes ocultarte ahora mismo antes de que...-
–Solo quiero pedirte un favor...- dice mientras que la toma de los hombros, con aspecto de seriedad.
-¿Eh?...- lo mira algo extrañada. No entendía lo que quería decir.
-Por favor haz que mi deseo se cumpla, tu sabes cual es. Y por favor, nunca me olvides...- y sale corriendo de la caverna sin dejar rastro.
-¡Rich, espera!- grita desde la cueva. Luego comienza a mira a su alrededor, y veía a todos esos hombres convertidos en piedras. Pero, más al fondo de la cueva observa un bulto ensangrentado en el suelo. Cuando ella se acerca, ve entre los cuerpos de piedra, a su amado hechicero bañado en sangre y sin vida entre rocas.
-¿R...Rich? ...Rich, no... ¡No, tú estabas vivo!, ¡¿Por qué estás aquí?!, ¡No!- gritaba sin parar. Llorar, fue lo único que hizo durante un rato, por la muerte de su amado hechicero.
El último deseo del hechicero, fue el don de poder concederle deseo a quienes lo merecieran. Quien necesitara un deseo con suma urgencia, él deseaba ayudar. La chica hizo un altar en el parque del pueblo, pero jamás confeso el poder que había adquirido ese santuario. Ella creía que si confesaba al pueblo el poder del santuario, todos se aprovecharían de ello. Es por eso que guardo el secreto, por muchos años.
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La intrépida gata que se enamoró
FantasyDavid me amaba, se preocupaba de mí, me cuidaba, me alimentaba, me mimaba. Si él no hubiese estado... ¿Qué habría sido de mí? Mi vida no habría tenido sentido, habría pasado eternamente arrullada por él. Cuando me acariciaba, se me erizaba toda la...