You & the things you do {Freddy Freeman & Lector} #1 Finalizada

#5 Talk to me

Sentada a un lado de la pared con la espalda contra ella, rebuscando cosas en su bolso su mano se percato de un objeto desaparecido: Su grabadora. Una ola de rabia se paso por su rostro en molestia, ignorando la voz de la maestra que hablaba en dicha clase, sus ojos rodaron al puesto vacío: Freddy Freeman. 

—Disculpe maestra, pero requiero ir al baño, urgencia roja. 

—Por supuesto... 

Oía el murmullo seco entre el restante de estudiantes, unas chicas con los ojos abiertos igual a la maestra, después de todo (t/n) era conocida por decir cosas al azar sin sentir ni una pizca de vergüenza. Tomo el pase para el pasillo, y camino a prisa por los pasillos de la escuela, intentando adivinar por donde podría estar dicho chico que robaba cosas de ella sin decirle si quiera algo al respecto. Paso de largo del baño, una mentira por aquí o por allá, no importaba, necesitaba una explicación al respecto de su amigo Freddy. 

—Vamos Freddy, ¿en donde te escondes, y que diablos quieres con mi grabadora? — murmuro para si misma, intentando averiguar a donde iría, eso hasta que escucho voces doblando por el pasillo, tendría que correr —. 

—¿Tienen su pase para el pasillo? 

Apresuro su caminar hacia el pasillo, asomando su cabeza detrás de la pared, bingo, diviso a ambos chicos en la otra punta del extenso pasillo. Pero, tenía la oportunidad de llegar mientras el guardia de lo que sea los retenía. 

—¿Nosotros? Si, siempre. 

—¡Tú! 

"Miles de gracias por retenerlos para mi solamente." Pensaba ella haciendo su camino, por suerte ni uno de los tres parecía notar su presencia a la distancia. Su rostro demostrando su gran mal humor, si se pudiese hasta le saldría humo por las orejas. 

—Se ve que planeas algo malo. 

—Yo, obvio que no, jamás, ¿Qué podría planear? 

(t/n) apresuro mucho más su paso, aunque sus piernas ya parecían un tanto agotadas y adoloridas, quemándole por dentro. 

—¡Hey Freddy! 

—Ahora no... — murmuro Freddy con sus ojos marrones pegados a la cara malhumorada de la chica, no podía esperar más problemas, o con su expresión, si que podía — ¿Qué ocurre (t/n), ya me extrañaste? 

—Se lo que hiciste pequeño mentiroso. 

—Ahm... — intervino Billy prontamente —, nuestro padre viene a buscarnos. 

"¿Que, padre? Ni de coña." Se maldecía por no tener unas piernas tan largas, y mucha más energía para llegar, pero ya casi estaba ahí. 

—¡Freddy Freeman, sé que tomaste mi grabadora! 

—¿E-Escuchaste eso papá? 

Confundida observo a Billy salir, noto el destello de luz, confundida de ver nuevamente a dicho hombre tan extraño. O mejor dicho a Billy en su nueva forma, eso lo aclaraba todo, no era idiota, no, (t/n) notaria muy pronto como todo se unía a la perfección. Corrió, alcanzando la mano de Freddy en la suya, ahora quedando cara a cara con el chico. 

—Hey, señorita... no puede estar aquí sin su...

—¿Permiso para el pasillo? Aquí esta — menciono enseñándolo con su mano libre en lo alto, silenciando inmediatamente al hombre adulto —. Ahora Freeman, mi grabadora, no la pediste, solo la tomaste de mala manera. ¿A que juegas? 

—¿Yo? A n-nada (t/n), ¿que crees? 

—No me mires a la cara creyendo que soy tan idiota como mis hermanos, ¿Ahora, por qué la tomaste? 

—Cosas que no entenderías, bien. 

El silencio cayo en ambos, todo el malhumor de pronto desapareciendo, como si los últimos momentos que compartieron con diversión se esfumara, como si... de pronto Freddy la observara de la misma forma en la que observaba a sus hermanos, sus ojos cristalinos, incapaz de abrir la boca para mencionar algo al respecto. 

—No era lo que... — decía Freddy tomando su rostro con su mano libre, acunando su rostro con ternura —. 

—Sonó justamente de esa forma, solo... cuida esa grabadora, es mi mundo, pero entiendo si no te importa... ¿A quién le importaría? Me miras como los miras a ellos, y tienes razón, no entiendo, no te entiendo a ti. 

La voz de "Billy" corto el momento de Freddy, que aún no soltó su rostro, ni ella se movió para marcharse, como si algo la obligase a permanecer todavía cuando se sentía perdida en miles de pensamientos deprimentes. 

—Este soy yo retirando a mis hijos en forma física, gracias por mantenerlos a salvo detective Morón. 

Tomando a Freddy por los hombros lo obligo a salir de la escuela, dejando a (t/n) de pie en soledad, o casi, hundida en sus pensamientos con una sola lagrima deslizándose por su rostro, la mirada persistente del hombre mayor mirándola la saco de sus ideas profundas, volviendo a la cruda realidad. 

—El show de novios termino, no me mire de esa forma. 

Sentada en la tapa del baño con diferentes mensajes escritos en las paredes, con su rostro empapado de lagrimas cálidas. No quería que nadie la observase de esa manera, débil, en realidad... pocas veces lloraba de esa forma, un día a los diez cuando paseando en su bicicleta cayo de bruces al suelo, una sola persona la ayudo: Brett. Y, sonaba ridículo, pero a veces la familia sigue siendo familia, a veces imbéciles, solo que ahora no quería que la vieran así, todo eso iría a recaer en Freddy, y no deseaba nada de eso. Pronto escucho su celular sonando, un nuevo mensaje desde Instagram, cuando leyó el nombre sus ojos atinaron a abrirse, si no era nada más que el rey de Roma: Freddy Freeman. 

"—No quise decir eso en la forma como sonó, ordene muy mal las palabras, eres muy inteligente, y sé que no sabes mucho de superhéroes, pero se que tan pronto busques algo podrías saber mucho más que yo, diablos... háblame, por favor, no quise decirlo de esa forma, eres la chica más increíble que he conocido. Háblame (t/n), por favor."

Leyó el mensaje, pero no respondió, solo seco una lágrima, claro, si iba a tomar su grabadora también indagaría en su celular. Solo sabía que si ni uno de ellos dos iba a hablar con la verdad, solo le quedaba ponerse a investigar por su propia cuenta, sin importar el que, iba a tener la verdad de todo.