Capítulo 10

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-Haru- momentos después el castaño salió encontrándoselo sentando a mitad de las escaleras llorando.

A pesar de su profesión no era un insensible, en ese momento el moreno requería consuelo y al solo estar él trataría de dárselo a pesar de ser bastante torpe -Haru-chan- volvió a llamarlo pero no hubo respuesta entonces decidió que lo primero era llevárselo. De un movimiento se aproximó pasando uno de sus brazos bajo sus muslos y levantarlo, al sentirlo Haru se tensó pero no lucho para evitar ser cargado.
Llegaron a la habitación donde se quedaba y lo depósito lentamente pero notando que no mejoraba se recostó junto a el abrazándolo -El primer amor siempre duele- y era verdad, él pelirrojo lo fue y le dolía muchísimo

-Yo realmente lo amaba- soltó en un triste lamento

-Lo sé- pues lo vigiló lo suficiente para darse cuenta -Perdón el no haber hecho nada antes para evitarlo.

E inmediatamente el otro negó mirándolo a los ojos -Hiciste más de lo que deberías y estoy muy agradecido por eso- no era propio del moreno tener esa confianza pero se aproximó mas a Makoto para hacer mas estrecho el contacto -Yo fui el tonto por creerle.

-No eres un tonto, no fuiste el único que le creyó. Tenemos que reconocer que Matsuoka Rin era un increíble embustero- Se sorprendió al oírlo hablar en pasado de él pero decidió no decir nada y siguió aceptando el consuelo que el otro le daba.
Permanecieron así, abrazados hasta quedarse dormidos y el primero en despertar fue Makoto -Diablos- exclamó al ver tan de cerca el rostro del otro pues estaba tan próximo que sus respiraciones chocaban -Emm...- retrocedió pero cayó de la cama y sigiloso salió de la habitación mientras Haru continuaba perdido en sus sueños

Ruidos, otra vez los ruidos del castaño en la cocina interrumpían su calma en la cama -¿Qué haces?

-Hoy es el día- era el día para ir por su objetivo.
Estaba guardando muchas cosas en una maleta, la mayoría que pudo reconocer eran armas -No debo olvidar esto- se coloco su chaleco

-¿Entonces si eres?- el logo del chaleco antibalas lo delató

-¿Lo parezco?- ¿Entonces lo robo? -Casi acertaste, no fui precisamente un policía pero digamos que esta cerca. El chaleco lo tomé prestado

-Dime- necesitaba saberlo

Makoto buscó algo cerca de su equipo de computo para dárselo a Haru. Era una placa con un código de números y letras indescifrables, parecían escritas en otro idioma -Un militar sin embargo eso fue en el pasado Haru-chan ahora soy otra cosa.

Pero a pesar de ya no serlo el moreno sentía la esencia de su antigua vocación aun en el -¿Iras solo?- seguía pensando que era mala idea

Pero el otro no se retractaría de su decisión y lento tomo su barbilla para que lo mirara a los ojos -No te preocupes- Sonrió y al tenerlo tan cerca se dio cuenta de lo alto que era, estaba tan próximo que podía ver a detalle las pestañas castañas así como el iris de sus ojos con varios tonos de verde que le daba ese color característico. Volvió a dirigir su visión a su sonrisa y debía admitirlo, era linda ¿Pero por qué le llamaba tanto la atención? Y ¿Por qué el otro no decía nada? ¿Qué significado tenía la expresión en su rostro? ¿Acaso era eso? ¿Acaso deseaba un beso? No, inmediatamente negó pues Makoto solo era un conocido y nada más -Haru-chan- murmuró acercándose más, definitivamente lo iba a besar ¿Pero por qué? ¿Le gustaba entonces? Y ¿Por qué el no hacia nada para evitarlo? ¿Tenía el síndrome ese? Del que escuchó probablemente en un documental. Tal vez si, puesto que su cuerpo no reaccionaba y no hizo nada para evitarlo sin embargo el beso del castaño no llego a sus labios, este en el último segundo se desvío a su mejilla -Debes dormir- sintió un pinchazo en el cuello -Te has colado a mi auto sin yo darme cuenta y no debo arriesgarte por eso duerme hasta que vuelva aquí porque sabiendo que tu estás aquí regresaré- y se durmió

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