Capítulo 18

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-Makoto- lo removió al encontrarlo dormido sobre la mesa del comedor

Somnoliento intentó incorporarse pero se había entumecido por la posición en la que se quedó -¿Buenos días?

El moreno negó, aún era demasiado pronto para iniciar el día -Deberías ir a dormir a tu cama

No era buena idea después de lo que paso con Ikuya -Es incómodo con Kirishima, la cama es individual y me termino lastimando

Haru se quedó pensando y la única resolución a la que llegó fue llevarlo consigo -Quedate conmigo- ni siquiera dejó que el otro opinara, lo tomó de la muñeca y comenzó a jalarlo -La cama es para dos. Tal vez Ikuya deba dormir aquí conmigo o Ikuya y tu pueden quedarse y yo irme a la cama individual.

-No, esta cama la compré solo para ti- sonrió -pero por hoy dormiré aquí- se arrojó sobre el suave colchón para continuar durmiendo y al verlo acomodándose el moreno lo imitó

-¿Makoto?- no se había dormido tan rápido ¿O si?

-¿Qué pasa?- no lo hizo

-¿Por qué terminaste trabajando en esto?

-No te rindes- se giró para mirarlo

-Necesito saber con quien estoy compartiendo la cama- entonces supo que debía sincerarse

-Haru-chan es una historia aburrida pero esta bien solo porque eres lindo te lo diré- acercándose un poco más empezó a relatar -Soy un ex-militar y fui degradado.

-¿Degradado?

-La corrupción está en todas partes y la milicia no es la excepción pues el que era mi compañero estaba involucrado en cosas turbias y cuando lo descubrí me uso de chivo expiatorio, a pesar de no saber nada me terminaron encarcelado en prisión sin poder defenderme pues ni siquiera hubo un juicio. Pase en una prisión militar por bastante tiempo y para cuando salí perdí todo lo que alguna vez fui así que tuve que empezar desde el principio, me involucré con personas a las que se suponía debía atrapar pero descubrí que era la única forma en que podría tener justicia así que poco a poco fui cayendo más bajo haciéndome fama, haciendo trabajos que nadie más haría y eso es todo- un relato bastante corto para el gusto de Haru

-¿Y tu familia?

-Mi familia hace mucho que no la veo. Prefiero que no sepan en lo que me convertí

-Es un poco triste- el ya extrañaba a su madre y a su padre y no llevaba mucho sin verlos

-Quizás- lo escuchó suspirar -Aunque ya no duele al pensar en eso, eventualmente te acostumbras. Te preguntaría cosas sobre ti pero ya las se todas así que estamos a mano ¿Cierto?

-No lo creo- porque el castaño investigó muchas cosas de él

-Será para otra noche, ahora vamos a dormir- una vez más se acomodo para así cerrar los ojos al igual que Haru





No fue suficiente descanso sin embargo era necesario ponerse de pie, no es que le importara pero Ikuya se estaba comportando como un niño molestándolo y no quería que le hiciera lo mismo a Haru así que sin muchas ganas salió de la habitación para subir a la terraza del segundo piso y mirar el amanecer

-Así que estabas aquí- para su desgracia Kirishima apareció unos minutos después de terminar una llamada -Me preocupé cuando no fuiste a la cama y no te encontré en tu escritorio- no contestó siguió mirando al cielo -¿Qué estás observando?- se acercó al barandal junto al castaño posando la vista en la misma dirección

-Nada

-¿Sigues molesto?- no estaba enojado realmente solo estaba cansado y frustrado -Lo siento- Makoto sonrió, era bueno escucharlo -Pero aún sigo pensando y creo que deberías decírselo

Ya iba a empezar -Ah, no se a que te refieres

-Vamos Makoto se nota además Haru también siente lo mismo, estoy ciento por ciento seguro

-No se lo que ves pero estás equivocado. Lo único que pasa es que al igual que tú sufren del síndrome de puente colgante

-¿Puen...

-Hablé con tu hermano- no lo dejó terminar -Mañana podrás volver con él.

No podía creerlo -¿Mañana?- el castaño asintió -¡Mañana!- estaba realmente feliz -¡¿Puedo hablar con mi hermano?!

-Si, usa el teléfono de la cocina pero no hagas mucho ruido o despertaras a Haru- no supo si le puso atención a todo lo que dijo porque se fue apurado sin mirar atrás

A pesar de indicarle que fuera silencioso no acató la petición pues Haru despertó al escucharlo hablar por teléfono notando de inmediato que estaba solo en la cama.

Después de bañarse continuó hacia la cocina para preparar el desayuno topándose a Ikuya hablando demasiado entusiasmado a su parecer sin embargo no le tomo mucha importancia y solo se dedicó a su tarea hasta finalizar -¿Dónde está Makoto?- pues era tiempo de comer.

Ikuya hizo un ademán hacia el pasillo que llevaba a las escaleras del segundo piso y este comenzó a buscarlo -¿Qué haces?- el castaño estaba recostado en medio del piso

-Tomando el sol- Haru lo siguió y se unió a él en el concreto

-El desayuno está listo

-Gracias- un silencio cómodo los invadió -Hace mucho tiempo que no me detengo a mirar las nubes- el moreno tampoco lo había hecho -Olvidé lo hermosas que son mientras deambulan adornando el cielo y que casualidad que el cielo sea azul como tus ojos- la casualidad era que sus ojos fueran azules como el cielo y no al revés como el castaño afirmaba -Hermoso- el mayor se giró por fin para mirarlo y no supo si seguía hablando del firmamento -Me pasaría toda la vida contemplando

¿Qué debía decir? ¿Estaba malinterpretado? -Yo...

-Mañana entregaré a Ikuya con su hermano- y eso significaba solo una cosa -Pronto volverás a casa- quizás debería sentirse muy feliz por la noticia pero no fue así pues una presión en el pecho junto a un malestar estomacal fue lo que sintió

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