Capítulo 20

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-Cambie mi plan original, lo cambie solo por ti

-¿De qué hablas?- nervioso preguntó, tener al castaño tan cerca no lo consideraba bueno debido al súbito aumento del latido de su corazón que este provocaba

-El primer día que llegué al café tomé la mesa de la esquina- Haru recordaba ese día porque todos notaron cuando ingresó -Desde ahí podía ver quién entraba, quién salía, el mostrador y los meseros que no se acercaban para atenderme- comenzó a reír mostrando todos sus dientes -Me dije a mi mismo que era el peor café que existía- pero Makoto tenía que comprender el motivo pues por su altura y complexión se veía amenazante además su chamarra negra y capucha no le ayudaban mucho, hasta a el mismo le causo escalofríos ver a un tipo encapuchado. Pensó por un momento antes de que tomara asiento que era un ladrón -Llevaba poco más de diez minutos sin ser atendido y no era por la clientela porque estaba casi vacío a esa hora así que no había excusa para tardar tanto por lo que me decidí ir directamente a la caja y pedir pero antes de levantarme apareciste con una rebanada de pastel de chocolate y una taza de té: "Gracias por venir, aquí tiene" fue lo único que dijiste y no sonreiste- nadie se atrevía a acercase a Makoto por lo que fue el único y por su puesto la razón del que fue mandando hacia su mesa -Pensé que eras un pésimo mesero pero ¡Oh sorpresa! ¡No eras un mesero, eras nada menos que el repostero principal!- teniéndolo aún bajo él acarició sus labios con su pulgar -Fue una lástima que no sonreíste- no entendía a dónde iba con su relato -Eventualmente comencé a frecuentar el lugar esperando a que Rin apareciera, investigue a todos los que laboraban ahí. Te investigue a ti Haru-chan, al moreno de ojos azules ¿Te dije lo hermoso que pienso que son tus ojos?- si creía eso no consideraba que era el momento indicado porque el castaño se veía un poco aterrador -El chico que me atendía todos los días en el café me dio mucha curiosidad. Investigue demás, quería saber todo y lo se todo pero aún así no pude evitar que te hirieran- notó un deje de culpa en su mirada -Casi semana y media que visitaba el café y Rin no aparecía, creí que la pista que tenía era falsa pero una tarde la foto de la próxima víctima fue subida- Haru miró como la mano que estaba al costado de su cara se convirtió en un puño que por la fuerza se volvió blanco -El maldito subió tu foto- dio un profundo suspiro y poco a poco perdió agarre en la mano relajándose otra vez -El plan original era dejar que Rin hiciera la entrega y llegar con su jefe pero al ser tú ya no iba a pasar así que en lugar de esperar te lleve conmigo para protegerte lo mas que pude- realmente si lo hizo y se lo agradecía, sin el hubiera sido vendido y violado como Ikuya -Si te llegue a asustar lo siento mucho Haru-chan.

Parecía que terminó sin embargo aun con eso no respondió su pregunta inicial -¿Por qué?

Makoto sonrió, fue dulce su sonrisa y por ella se dio cuenta de lo tensó que se había puesto al tenerlo así ya que al verla otra vez su corazón se calmó un poco -Te observé Haruka Nanase. Eres lindo, realmente muy hermoso- su sonrisa no se iba -Hermoso tanto por fuera como por dentro porque a pesar de parecer un tipo gruño e indiferente no lo eres- Haru lo mirababa atentamente a los ojos sintiéndose un poco avergonzado con lo que estaba diciendo -Observé quizás más de lo que debería, te observé como ayudabas a tus subordinados o mejor dicho tus compañeros cuando te necesitaban y como eras el último en irte a casa esperando a que todos se fueran como buen líder, te observé como guardabas algunas veces una rebanada de pastel, café o té que sobraban para dárselo a una ancianita sin hogar que siempre pide limosna cerca del supermercado donde compras tu caballa para la cena, observé lo amable y considerado que eres con los demás y no se...- apretó sus labios pensativo -Me involucré demasiado- parecía hasta arrepentido -Esto nunca me había pasado pues yo solo... No se, no pude evitarlo- el castaño estaba nervioso y sus mejillas rojas -Haruka ich mag dich, ich mag dich Haru-chan- ¿Por qué insistía en decirle eso a pesar de no saberlo? ¿Por qué parecía tan importante?

-¿Por...- fue un pinchazo lo que sintió en su cuello

-Hubiera querido que el día de nuestra despedida no llegara nunca pero es inevitable- se aproximó lento más y más a su rostro sintiendo su respiración

-Mako...- poco a poco perdía la conciencia y antes de caer completamente dormido sintió una presión en sus labios, no supo qué fue pero quería creer que eran los labios de Makoto acariciando los suyos en un beso de despedida

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