Una semana antes de terminar el año, los profesores dieron las calificaciones. Para sorpresa de los gemelos, aprobaron todo con muy buena nota. "En el fondo somos unos genios" dijo Fred a su hermano cuando Snape les garabateó algo que parecía un 6 en su poción. Un 6 con Snape era como un 10 con felicitaciones, aunque el profesor los miró con desdén. A Lee también le fue muy bien, mucho mejor que a los gemelos, de hecho.
- Lee, no te vayas a convertir en algo como Percy - le dijo George cuando se dirigían al Gran Salón.
- No me ofendan, amigos - respondió Lee con una sonrisa - mi padre se pondrá muy contento.
Fred y George se alegraron por su amigo, y pensaron en su madre. A pesar de las preocupaciones y disgustos de ese año, también estaría feliz de saber que aprobaron todo.
La última semana en Hogwarts fue tranquila, pasearon por los jardines, bien lejos del bosque prohibido, o se quedaban en la sala comuna, jugando alguna partida de Snaps explosivos o ajedrez mágico. Un día en que Lee estaba en el cuarto escribiendo una carta para su padre, Fred decidió que era el momento de contarle a su hermano lo que pasó en el bosque. Lo llevó a las afueras del castillo, cerca del campo de Quidditch, donde no había casi ningún alumno.
- ¿Qué pasa, Fred? - preguntó George. Conocía a su hermano, y sabía que lo había alejado de la gente para contarle algo muy importante o muy grave.
- El día que te saqué del bosque prohibido - comenzó Fred - apareció un unicornio.
George abrió mucho los ojos e hizo una expresión de sorpresa con la boca.
- Era uno bebé, eso sí - continuó Fred - tenía el cabello plateado y era pequeño. Lo acaricié y pasó algo muy raro. Se agachó para ayudarme... Para ayudarnos.
- ¿Cómo?
- Pues... Te coloqué en el lomo del unicornio y yo me apoyé en él, porque no podía caminar bien.
- Así fue como llegamos a la entrada del bosque - dijo George y se quedó pensando un momento. Luego de varios segundos, agregó - ¿Sabes? Creo que recuerdo algo... No lo sé, es como que en la semi conciencia sentí que estaba sobre algo suave y brillante. Eso lo explica todo.
- Estuvimos con un unicornio, no es algo que todos pueden contar - dijo Fred alegre.
- Es como una señal - agregó George.
- Sí, todo nos saldrá bien.
- Y siempre habrá un unicornio para ayudarnos.
Los gemelos se pusieron a reír.
El último día de clases, bajaron todos al banquete de despedida. Era el último año de Charlie en el colegio, y Fred y George no paraban de felicitarlo.
- Y pensar que aún nos quedan... - comenzó Fred.
- Seis años para... - siguió George.
- Salir.
- De esta.
- Prisión.
- No se preocupen, chicos - los animó Charlie - ni se darán cuenta cuando ya estén saliendo. Y estoy seguro que vivirán muchas aventuras... Y que harán muchas travesuras.
- Puede ser - dijo Fred.
- Excepto lo de las travesuras, ya sabes que somos buenos - dijo George con fingida inocencia, haciendo reír a su hermano mayor.
Se sentaron en la mesa de Griffindor junto a Lee. Antes del banquete, Dumbledore tomó la palabra.
- Queridos alumnos, espero que hayan tenido un gran año. A los que se van les digo mucho éxito en el mundo y a los demás les digo, mucho éxito para el próximo año. Nuevamente este año ha ganado la casa de Slytherin...
La mesa verde y plateada de Slytherin llenó el salón de vítores.
- Felicidades - continuó el director - aunque nunca olviden que deben ser buenos con los compañeros de otras casas, que son tan valiosos como ustedes y de los cuales pueden aprender mucho de hermandad y valor.
Dumbledore miró a los gemelos y les dio una pequeña sonrisa. Fred y George le sonrieron ampliamente.
- Ahora les digo, a comer.
Las mesas se llenaron de ricos manjares, en un instante. Mientras Fred se servía Cerdo con salsa de piña, miró hacia la mesa de Slytherin, y vio al chico con el que había tenido la pequeña pelea en el pasillo. Se miraron unos segundos y el chico bajó la vista avergonzado y la volvió a levantar. Fred, sorprendido por ese gesto de arrepentimiento esbozó una sonrisa y asintió con la cabeza. El otro chico también sonrió y siguió comiendo.
- ¿Qué fue eso? - preguntó George.
- La magia más poderosa, señor Weasley - respondió Fred imitando a Dumbledore - el perdón.
Los gemelos se pusieron a reír y siguieron llenándose los platos de esa comida que no verían hasta el comienzo del siguiente año escolar.
- ¿Qué harán en las vacaciones? - les preguntó Lee.
- No lo sé - respondió George - hacerle el verano imposible a Percy, probablemente.
- Me gusta tu forma de pensar, dame esos cinco - dijo Fred, y los gemelos chocaron las manos.
Al día siguiente, los baúles estaban listos, al igual que todos los estudiantes, que salieron a la estación para subir al tren.
- Nos vemos el próximo año escolar, supongo - dijo Lee a los gemelos.
- O quizás antes - dijo Fred.
- Puedes venir a nuestra casa, si quieres - agregó George.
- Claro que sí- les respondió su amigo sonriendo.
Antes de subir al tren, los tres chicos miraron el castillo, que fue su hogar durante ese año, y lo sería los siguientes seis. No era tan malo, pensó Fred, y habían aprendido mucho más que solo magia.
- Nunca pensé que diría esto - dijo Fred - pero creo que extrañaré el colegio.
- Yo también - dijo George.
- Y yo - se incluyó Lee.
Los pelirrojos y su amigo subieron al tren, dándole una última mirada de despedida a Hogwarts. Seguramente los próximos años serían tan entretenidos y emocionantes como este, e incluso más.
El tren partió y dejó atrás el lugar que además de colegio, también podían llamar hogar.
ESTÁS LEYENDO
El año en que Hogwarts conoció las travesuras (Finalizada)
FanficEste fanfic trata sobre el primer año en que los Gemelos Fred y George Weasley entraron al colegio Hogwarts de magia y hechicería. Si quieres saber cómo descubrieron el mapa del merodeador y muchas otras cosas, te invito a leer esta mágica historia...