El año en que Hogwarts conoció las travesuras (Finalizada)

Capítulo VI: Lo prohibido es la meta

Las vacaciones de navidad por fin habían llegado, y por más que Fred y George rogaron a sus padres quedarse en el colegio, tuvieron que volver a su casa a pasar las fiestas. "no quiero más lechuzas diciéndome que se han metido en líos" había puesto su madre en la última carta "por lo menos en las vacaciones quiero vigilarlos". A sí que tuvieron que obedecer y volver.

- Bueno, míralo por el lado amable- dijo Fred a su hermano mientras veían la nieve caer a través de la ventana de su habitación la tarde de noche buena- al menos Percy se quedó en el colegio.

- Sí, tienes razón. Tendremos dos semanas sin el- contestó tristemente George, y es que a ambos no les hubiera importado pasar la navidad con Percy con tal de ocupar el mapa del merodeador una vez más.

Había pasado tan solo una semana desde que habían descubierto como ocupar el mapa y no tuvieron mucho tiempo de usarlo, pues Filch o la señora Norris estaban demasiado encima de ellos cada vez que salían de una clase o se dirigían a cualquier lado. Estaban rodeados.

- Muchachos, bajen a cenar- se oyó la voz de la señora Weasley desde el comedor, y en la escalera se escuchó un estrépito mientras todos sus hijos bajaban.

Los cinco hermanos Weasley (pues Cherlie también se había quedado en el colegio) se sentaron a la mesa mientras la señora Weasley servía la comida. Y cuando ésta se sentó, el señor Weasley llegó del trabajo.

- Buenos días familia- saludó el señor Weasley.

- Hola papá- le devolvieron el saludo sus hijos.

- Hola cariño- lo saludó melosamente su esposa mientras se ponía de pie para servirle un plato de comida- ¿cómo te fue hoy en el trabajo?

- Oh, bien, estuvo todo muy tranquilo. Estábamos celebrando un poco de las fiestas. Perkins trajo unas botellas y brindamos por las vacaciones que comienzan... por suerte, porque ya estaba cansándome un poco de tantas redadas- resopló el señor Weasley.

- ¿Y a ti cómo te ha ido con los dragones hijo?- dijo la señora Weasley dirigiéndose a Charlie.

- Oh muy buen má. Aunque el mes pasado un bola de fuego chino me lanzó fuego sin que me diera cuenta y me quemó...- contestó el chico levantándose la manga del abrigo y mostrando una brillante quemada en el hombro- aquí.

- Fantástico- exclamaron los gemelos a un tiempo mirando el brazo de Charlie.

- Y ustedes...- dijo su madre dirigiéndose a Fred y George como conteniendo la rabia- me han llegado demasiadas lechuzas con quejas de sus travesuras.

- Pero mamá, si nosotros nos portamos muy bien...- dijo Fred con una sonrisa burlona, pero al ver la mirada severa de su madre se quedó callado comiendo otro pedazo de pavo.

- Espero que se porten mejor y que saquen buenas notas en los exámenes. Deberían seguir el ejemplo de Percy- concluyó su madre dándole a éste un mirada de orgullo.

- ¿Y como los eligieron para las casas?- inquirió Ron.

- Oh, es bastante doloroso- dijo Fred haciendo una mueca de sufrimiento- por favor, no me hagas recordarlo...

Y los demás rieron mientras Ron y Ginny palidecían y se miraban angustiados.

A la mañana siguiente todos se despertaron muy temprano, y Fred, George, Ron y Ginny bajaron corriendo la escalera.

- ¡Los regalos!- gritaban mientras entraban a la sala. Allí había un majestuoso árbol de navidad y bajo él unos cuantos paquetes con regalos.

Los más grandes llegaron un rato después y vieron como los niños abrían sus obsequios.