3. Al final que sea lo que Dios quiera...

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Me levanto con precaución y camino decidida a la oficina del director.

—Buenas tardes señor, ¿En qué puedo ayudarle?

—Sientese por favor, Melody — me indica un asiento —le he mandado a llamar para preguntarle sobre sus avances con el proyecto de impulsación para el regreso a la escuela.

—Bueno, ya tengo listo los permisos del spot publicitario y también los banderines para supermercados y librerías, solo falta últimar arreglos y mandar la propaganda según se distribuye en cada proyecto señor.

—Bien. Me gusta como trabaja, sin embargo han llegado hasta mi reportes sobre su falta de profesionalismo en sus horas laborales y no me pareció correcto todo lo que oí de usted así que investigue y he notado que realmente es una persona muy desorganizada en su área de trabajo, hasta tiene comida vencida en sus cajones, estará de acuerdo en que esa no es una actitud profesional...

—Claro que no —le doy la razón.

—Bien, habiendo aclarado esto, debo decirle que tiene hasta el jueves para dejar todo el proyecto en orden y finalizado luego de ello, la empresa va a prescindir de sus servicios, quedará usted despedida.

Salgo de la oficina luego de que se dieran las demás cortesías. No sé cómo sentirme con esta noticia, es realmente un imprevisto que no tenía contemplado pero esta visto que hoy no ha sido mi día de suerte.

—No puedo creer que tengas la suerte de un pavo en navidad, — mi mejor amiga cómo siempre- no había peor día para despedirte, te extrañare en el trabajo Mel.

—No pues ni que decir, ya decía yo que muy bien me estaba yendo para ser verdad. Resignación amiga.

—¿Cómo es posible que yo esté más preocupada por tu despido que tú misma?

—Pues es que yo ya aprendí a aceptar todo lo malo que me pasa, —respondo con un suspiro de resignación — así que tranquila por algo pasan las cosas. Ahora tengo tiempo para mentalizarme para mí viaje a casa.

No puedo evitar pensar que todo lo que me espera en esa ciudad ya no tiene nada que ver conmigo, solo mi abuela. Allí está el hombre que más decepciones me causo, mi hermano, el cual siempre me maltrato y mi madre la que siempre era como un mono sabio, veía, oía y callaba, aún no puedo con tanto resentimiento pero me veré obligada a tragarme lo por mi abuelita querida.

El jueves termino todo lo que tenía pendiente con la Campaña y me declaro en paro laboral. En un par de días no he podido definir si al final estoy triste o contenta, solo lo sobrellevo como si es lo más normal, bueno supongo que lo es.

Al llegar a casa lo primero que hago es tirarme en el piso de mi sala, no se, cómo que se me han quitado de encima 15 kilos de estrés. Sin pensarlo mucho me quedo dormida...

***************

Estoy sentada jugando en mi cuarto cuando oigo que gritan mi nombre.

¡Melody!

Inmediatamente todo mi cuerpo se tensa, ¿Que hice esta vez?

—Dime —respondo, tratando de parecer calmada.

¿Qué demonios haces jugando, maldita niña, cuando tienes que hacer la comida?

Andrew, acabo de llegar de la escuela, solo estoy descansando un mom...

No termino de hablar cuando un bofetón me voltea el rostro y me deja la mejilla con un ardor terrible.

Cansada de Tanto CuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora