Me acomodo mejor en la camilla y lo miro con intensidad...
-Verás, te estuve llamando ayer y no respondías, lo que me pareció muy extraño pues, hasta donde recuerdo, no he hecho nada para desagradarte. Te busque está mañana en el trabajo para disculparme si te había hecho sentir incómoda la última vez con algo. Cuando llegué, la dueña de la floristería estaba cerrando apresurada, le pregunté por ti y me dijo que habías tenido un accidente y que iba para el hospital, me ofrecí a traerla en mi auto, también sentí el deseo de verte por eso subí a tu habitación pero estuve mucho tiempo afuera pensando si era correcto acosarte así pero no me resistí, tenía que ver si estabas bien.
Habla bonito, ¿No lo creen? Yo si. Seguro tengo unos corazones dibujados en los ojos como esos muñequitos. Dante me hace sentir bien con sus palabras, esas que no escuchaba desde...Me hace sentir especial y siento por todo mi cuerpo un cosquilleo extraño cuando me mira intensamente, es una mezcla maravillosa que pertenece a un solo hombre. Si no estuviera en estas condiciones ahora mismo me lanzaría a devorarle la boca.
- Si... He bueno... Gracias - no puede ser, ¡reacciona tonta! - discúlpame Dante, me has dejado sin palabras, no sé qué decir.
Optar por decir la verdad siempre es la mejor decisión, a pesar de quedar como una estúpida retrasada, claro.
- Es un bonito detalle... — prosigo.
- No te preocupes, quiero ser sincero contigo, con temor a que me tomes de confianzudo o apresurado. Sentí que no podía respirar cuando tú jefa me dijo que estabas en el hospital, quería verte, averiguar qué había pasado y más cuando me dijo que estabas aquí despues de habernos visto unas horas antes. Me asusté y necesitaba verte, saber que estabas bien.
Sus ojos me dicen que está siendo muy sincero, pero realmente no lo conozco, me transmite tanto que por poco y no dudo, pero la espina siempre está allí, la duda siempre está allí.
- Pues ya vez que estoy bien, un poco magullada pero entera - trato de responder lo más calmada posible, sigo intencionalmente - te agradezco por preocuparte por mí, aunque no nos conozcamos mucho.
- También de eso quiero hablarte - debo mostrar mi incertidumbre - quiero conocerte, si tú me lo permites, pasar más tiempo contigo, solo si lo deseas.
Parece ser que lo único que puedo hacer bien en su presencia es balbucear sin sentido y verlo fijamente a los ojos como una fiera con hambre, pero me obligó a reaccionar ante esta maravilla de hombre que tengo frente a mí.
- Yo también quisiera, pero ahora me encuentras en un mal momento, tengo algunos asuntos que resolver - suspiro y suelto aire fuertemente pensando en lo que me espera - ¿podrías darme unos días?
- Todos los que quieras, estoy muy de acuerdo en que, antes que nada, te preocupes por tu bienestar - habla muy firme, pero a la vez suave - ¿te puedo hacer una pregunta muy personal?
- Dime...
- ¿Está preso?
- Sí. Interpuse una demanda en su contra y claro que voy a proceder con ella - en todo el tiempo que ha estado aquí no hemos hablado de lo que sucedió, pero escuchó todo lo que hablamos con Ernesto y sabe que fue mi hermano - no voy a dejar que siga haciendo daño.
- Puedes contar conmigo para lo que necesites, tienes mi número y acá tienes mi dirección - me entrega un papel con la dirección de su apartamento - lo que sea y a la hora que sea, yo estaré para ti.
Después que se fueran mis visitas me reviso el doctor, me dijo que todo iba exelente y que al día siguiente tendría el alta, que debía descansar y tomar la medicina recetada.
Tenía tantas cosas que pensar, mi madre, mi hermano, Ernesto, Dante. ¿Que haría de hoy en adelante? ¿En qué lugar viviría?No parece factible que regrese a mi apartamento en la capital, no después de Cassandra y no después de Dante. Tendría que buscar un apartamento en el centro de Skyville pues una casa era muy cara para mí presupuesto.
Tengo que continuar con la demanda que interpuse a mi hermano, pues de dejarlo salir, esta vez me iba a matar. Yo lo sabía. No podía darle largas al asunto por más que deseara no ver a mi mamá y a la familia apoyando a ese tipo.
Mi madre... Me duele que me trate como lo hace, para ella no soy más que un estorbo del que debe hacerse cargo en ocasiones, no tengo ni voz, ni voto por ser mujer. Creí que eso ya había quedado en el pasado cuando mi hermano se mudó y ya no la obligó a darle cuentas a él, pero ya veo que sigue siendo lo mismo.
Espero que mi trabajo con Cassandra este seguro, pues es una exelente amiga y sé que me ayuda como ninguna otra, solo espero no ser una carga para ella.En cuanto a Dante, creo que me estoy fijando mucho en él y le estoy dando tanta confianza que no debería, ya pasé por esto una vez y no sé dónde ha quedado esa resolución de no enamorarse. Pero es que es tan fácil creer en él, creer que le importo y que de verdad está para mí como nadie nunca ha estado, me siento tan cómoda con el, tan segura que no hago nada por alejarlo aún sabiendo que puede significar un peligro para mi vida.
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Dos días después me estoy instalando con lo poco que tengo en la casa de Cassandra, jamás me imaginé importunarla como lo hago, pero ella me ofreció un hogar temporal mientras me recupero y tengo tiempo de buscar algo,lo cual agradezco. A Dante no lo he llamado y tampoco me ha buscado, aún no sé si deba aceptar su compañía pero ya lo resolveré en su momento.
Con mi madre fue todo tranquilo, estaba enojada conmigo cuando llegue a casa a recoger mis cosas así que ni siquiera me saludó y yo no lo intenté, fueron los 20 minutos más tensos para mí, sabía que a esa casa jamás volvería en mi vida.
Término de acomodar todo y bajo a cenar, Cassandra ya tiene todo listo y me hace sentir incómoda y bienvenida al mismo tiempo, se toma tantas molestias por mí.
- Quiero de antemano agradecerte todo lo que haces por mí - estábamos sentadas en su pequeño comedor - me has dado tanto desde que te he conocido que no sé cómo pagarte.
- Tranquila mi niña, has tenido muchas cosas por las que preocuparte últimamente y yo quiero ayudarte, así que déjame hacerlo y preocúpate ahora por lo más importante.
El juicio de mi hermano...
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Capítulo meloso y tranquilo...
Espero que les guste 😁
Besos 😘😘😘
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Cansada de Tanto Cuento
RomanceÉl, con 33 años, todo un caballero en su máxima expresión. Un hombre maduro, con excelentes cualidades y una vida tranquila. Físicamente, guapísimo, el amante que todas las mujeres desearían, amoroso, detallista con una pasión extraordinaria. Ella...