8.Demonios.

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Conté hasta mil, o al menos, esa impresión tuve antes de voltear y confrontar a mí hermano, tenía demasiada mierda de él encima luego de tantos años, que no fue difícil detonar, pero aún así preferí en un principio callar, apelando a mí lado razonable.

—¿Te vas a portar toda digna mientras andas de puta con media ciudad?

Respira.

—¡Aaah ya se! La nena se quiere portar mal y que nadie le diga ni mierda...

— ¡Y A TI! Que. Mierdas. Te. Importa.

En dos zancadas lo tenía junto a mí mirándome como si tuviera fuego en la mirada, pero no me hice pequeña, no flaquee y eso hizo que él siguiera molestando y aún con todo no me tocaba.

—¡A MÍ NO ME HABLES DE ESA MANERA MOCOSA!

—¡NO! ¡TU NO ME HABLES DE ESA MANERA! NO SOY TU MALDITA HIJA PARA QUE ME TRATES COMO LA MIERDA.

Y allí soltó el primer golpe,mientras agarró mi cabello para jalarme de él.

—Ya ví que aún con los años no has aprendido modales — me susurró con rabia —pues ya te enseñaré yo.

Hizo un puño y agarró impulso mientras con el calor del momento el no se fijó que había agarrado un jarrón de la mesita de la sala y lo tenía en mis manos, claro que no iba a hacerle mucho al darle sin impulso pero al menos lograría que me soltara.

Donde diablos está mi madre?

Le dí con el jarrón antes de que él me pudiera soltar el golpe y aún así me logro alcanzar la mejilla pero con menos fuerza porque inmediatamente el jarrón hizo contacto con su cabeza se tambaleó y bajo la guardia.
Yo con las ganas que tenía de venganza no me detuve, sino que al verlo desorientado doble mi pierna y con la rodilla le di en su asquerosa intimidad a lo que él se la agarró mientras chillaba de dolor. Corrí hacia mi cuarto y llamé a la policía, sabía que iba a tener problemas con mi madre, pero en este momento ganó mi instinto de supervivencia.

—¡ABRE LA MALDITA PUERTA PUTA!

Se recuperó. Tenía que hacer tiempo, estuvo forcejeando como por 10 minutos mientras dí los datos a la policía y llegaron, cuando oí las sirenas me obligué a salir del cuarto asi me llevará otro golpe extra pero tenían que agarrar a mí hermano.
Cuando abrí la puerta y lo ví, estaba tan cegado por la ira que seguramente no se dio cuenta de la policía fuera de casa y los golpes en la puerta principal. Me agarró del cuello, tratando de cortarme la respiración y me elevó con fuerza mientras yo trataba de liberarme y contaba mentalmente los segundos para que viniera la Policía.

—Así que te crees muy valiente, ¿eh?, ¿nadie te ha dicho que eres solo una simple basura que no sirve para nada?

No podía responder, estaba sofocada y sentía que me iba a desmayar.

—¿Que te pasa hermanita?—su sonrisa cínica quedó grabada a fuego en mi cabeza —¿Te comió la lengua el ratón?

Después de eso, solo sentí que me tiró con fuerza y todo se quedó en negro.

«Estaba perdida».

******************************

Desperté en el hospital, ¿Cómo lo sabía? Muy dentro de mi mente tenía tan fresco los sucesos con mi hermano y sabía que si despertaba era en el hospital. Veo para un lado y otro en mi cuarto y no encuentro a nadie, más un par de minutos después llega una enfermera.

—Buenas tardes — me saluda con una sonrisa cálida— me alegro que ya estés despierta y mejor que cómo llegaste.

— Me puede decir ¿Cómo llegué aquí? ¿Cuanto llevo en el hospital?

— Claro, soy Angeline, tu enfermera y llegaste acá anoche con una contusión en el cuello y algunos moretones, nada realmente serio pero me alegro mucho que todo haya terminado.

Deduje que ella supo que era por una paliza que llegue así y su ternura me dijo que así era.

—Muchas gracias entonces — le sonreí —¿quiere decir que pronto saldré del hospital? Aquí entre nos, no me gustan mucho los hospitales.

— Lo sé y lo entiendo y haremos lo posible porque salgas pronto, tu madre vendrá más tarde contigo.

—Bien, gracias.

— Pronto vuelvo, ponte cómoda— sonrió de nuevo, parecía una buena atención al cliente —por cierto, la policía quiere hablar contigo, dijeron que subirían en unos 15 minutos.

Cuándo me quedé sola, no pude aguantar más y llore todo lo que no había podido llorar, me dolió, me duele el cuerpo y el alma. Juré que nunca iba a dejar que un hombre me pusiera la mano encima empezando por Andrew y no pude defenderme, no pude protegerme de él, no podría con alguien más, tuve miedo, más que nunca y sentí que esta ocasión estaba dispuesto a matarme y nada lo hubiera detenido sino fuera porqué llame a tiempo a la policía.

No podía con la angustia aún sabiendo que estaba ya a salvo, el miedo aún era grande, pero me obligué a recordarme que estaba viva y bien en lo necesario para seguir adelante y la verdad eso era todo lo que necesitaba  para continuar...

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Hola!!!
Feliz cuarentena!!!

Mel: Oh maldita sea cállate autora, necesito salir de este encierro.
Yo: no tu cállate que has tenido tu poco de acción.
Mel: 😒.

Bueno en lo que estaba...
Acá un nuevo capítulo bien intenso, me costó escribirlo porque aún tengo un gran nudo en mi peshito con lo que le pasa a mel pero bien eso tiene que pasar para hacerla la mujer que será en un futuro.

Nos vemos en el próximo capítulo.
Bye ❤️

SkyDom.

Cansada de Tanto CuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora