14. Tan correcto.

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En alguna otra parte de la ciudad...

La frustración, junto con el deseo de venganza puede hacer a una persona desesperarse por no conseguir un alivio.

Definitivamente "él" no ha encontrado su recompensa, el alcohol en sus venas era su indicativo.

-¡Esto se está haciendo muy difícil!

El sonido estruendoso de los vidrios al ser rotos es lo único que se oye en su apartamento, lleva 3 días tratando de localizarla, ya no se encuentra en su casa y al trabajo no asiste, ha recorrido la ciudad entera tratando de encontrarla por las calles arriesgándose a que lo descubra, a quedar en evidencia, pero no a logrado encontrarla.

Su informante (indirecto) le ha dicho que no sabe nada de ella, no le ha preguntado más de una vez, sería demasiado obvio así que le ha tocado valerse de sus medios, los cuales no son muchos y no han dado resultados.

Se ha planteado dejar atrás su venganza, lo ha hecho miles de veces, pero el odio y el rencor está tan arraigado en su corazón y cada día su desesperación aumenta, tanto que no puede más que continuar... Continuar detrás de ella, comportándose como su amigo, como si le importara y seguir aparentando algo que no es.

- ¡Tengo que resolver esta mierda ya!

**********

Melody.

-entonces se lanzó con todas sus fuerzas sobre mi y por los pelos logré detenerlo antes de que me mordiera - Dante resume su infortunio.

-Eres exagerado, ¡los Pittbull son un amor! Seguro que tú le hiciste algo malo a ese pobre chico.

-¡Te lo juro, yo solo lo observé y fue como odio a primera vista, desde ese momento le huyo a los perros grandes.

-Quien diría que tras esa facha de musculoso seas un cobarde- me burle de él sin reparo.

Llevábamos más de una hora caminando por el parque contándonos anécdota tras anécdota de nuestras vidas. Lo que sentí por el, al verlo en esa banca, fue deseo puro, pero ahora después de tanto hablar no dejo de verlo con ternura, este hombre es un amor y no me canso de decirlo.

Me invitó a un helado y nos sentamos en una banca a apreciar el paisaje. Ese momento de silencio me ayudó a pensar que no todo era tan malo en mi vida, contaba con buenas amistades, que eran como mi familia.

Tenía a Cinthya, que aún estando lejos siempre estaba pendiente de mi, a pesar de no comunicarnos a diario contaba con ella, era mi hermana. Tenía también a Cassandra quién se comportaba como una verdadera madre desde que mí abuela falleció y ahora estaba siendo mi apoyo. Y aquí tenía a la par mía un hombre que deseaba conocerme, aunque nuestro primer encuentro- y los que le siguieron- no fue del todo normal, creo que vale la pena intentarlo, hay algo en mi mente que me dice que lo haga, que será la mejor experiencia de mi vida.

- Siento tan correcto estar aquí... - digo a modo de reflexión.

-Necesitas muchos momentos de felicidad y me alegra ser parte de uno de ellos. - su sonrisa es auténtica y se ensancha más cuando lo observo directo a los ojos.

-Si, bueno, he tenido mejores tiempos- una mentira muy grande, pero él no debe saberlo.

Hace algo inesperado, me toma de la mano. En ese instante siento una corriente recorrer mi cuerpo y creo que también lo nota pues cambia la expresión de su rostro mientras ve nuestras manos unidas.

-Gracias por aceptar mi invitación, tu compañía me gustó desde el primer momento- sonríe al recordar y a mí se me tiñen las mejillas de vergüenza- me encantó verte en la florería tímida, te veías encantadora.

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⏰ Última actualización: Mar 02 ⏰

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Cansada de Tanto CuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora