2.Complicaciones.

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Después de aguantar media hora más de regaños de parte de mi jefa inmediata puedo empezar mi trabajo. Soy ayudante de publicidad y diseño en una empresa de productos escolares.

Pues que digo, ni tan aburrido ni tan entretenido, pero mi jefa siempre busca regañarme por todo y no es que no haga bien mi trabajo, hasta llevo adelantados varios proyectos. Pero ella dice que:
- soy desordenada.
- llego tarde al trabajo.
- paso comiendo la mayor parte del día.

Yo no veo el problema si al final trabajo super bien, pero los jefes estirados que me tocaron son más estrictos que mi madre.

Al mediodía me reúno con mi mejor amiga Cinthya, nos sentamos en una mesa del fondo en la cafetería de la empresa como ya es costumbre.

—No sé cómo en cada dos por tres te puede estar regañando Marina, siempre tienes que hacer algo que le desagrade.

—Ya lo sé, no entiendo como no puede centrarse en el hecho de que trabajo exelente, no es que me justifique pero soy la mejor empleada de su área, la que más empeño le pone.

—Pues ponte las pilas a demostrar ese empeño, porque un día de estos te manda a paro.

—Ni que lo digas, espero que no sea así porque me gusta lo que hago y es difícil entrar a cualquier empresa.

—¡Hola chicas! — nos dice Aidán, uno de nuestros compañeros. — las invito a una parrillada el domingo en mi casa, ¿Se apuntan?

—¿Y ese milagro? —le digo yo, contagiada con su ánimo —me sorprende que no esté viajando estos días.

Aidán es publicista al igual que yo, pero él se encarga de "cazar" clientes en otras ciudades del país y presentarles ofertas para que trabajen con nosotros, es muy buen negociador.

—Vamos a celebrar los contratos que he logrado en mi último viaje, gracias a estos, tengo 2 semanas de trabajo de planta en los que no viajaré y dentro de unos meses me mandarán a hacerme cargo de varios proyectos en otra ciudad.

—Me alegro muchísimo por tí, — dice Cinthya — Entonces vamos a celebrar, ¿ Que dices tú, mel?

—Yo pasó esta vez —hago pucheros a lo que mi amiga se sorprendió, me expliqué —tengo un asunto muy importante que atender este fin de semana, lo siento.

—Pues ni hablar—, decide mi amiga —entonces será la próxima.

—Pero tú podrías venir— súplica —en serio, piénsalo por favor, me gustaría que fueras.

—Lo siento, pero si mi amiga tiene planes para este fin de semana, también los tengo yo.

—De acuerdo, — dice resignado y un poco molesto — pero me deben un trago.

Mientras él se va y se ubica entre sus demás compañeros Cinthya me dedica una mirada curiosa, nunca había negado una invitación a socializar.

—Y dime querida amiga... ¿Adónde iremos tú y yo este fin de semana?

—No te lo creerás. — trato de crear expectación — iremos donde mi madre.

— No. Me. Jodas.

Abre mucho la boca y los ojos en señal de sorpresa. Ella sabe que este tema sigue siendo un detonante para mí, me ha apoyado y escuchado cada vez que los recuerdos y las pesadillas se apoderan de mí. Han pasado ya 3 años desde que todo ocurrió, perder a mi bebé fue un dolor terrible y darme cuenta del pasado de mi familia fue la gota que derramó el vaso. La desesperación y la locura hicieron de mí alguien irreconocible, pero Cinthya a estado allí a la par mía para brindarme su apoyo y su hombro para llorar. Siempre le he agradecido por lo que ha hecho conmigo, pues cuando no tenía a nadie ella apareció en mi vida.

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Ese día después de mis chequeos semanales la doctora por fin me dió la buena noticia que me había recuperado de mi crisis, fue un año difícil; entre gritos, llantos, maldiciones, desesperación y calmas profundas debido a los medicamentos, logré superar todo aquello y volver a la normalidad.

Al ser dada de alta, tratando de salir del hospital, choqué con una chica, estaba llorando, me enteré que ese día su madre había fallecido de cáncer, entre palabras nos consolamos mutuamente, ella me ofreció un hogar, una nueva oportunidad de vida y desde ese día somos las mejores amigas.

Con el tiempo, empecé a ganarme la vida por mí misma. Ya no estaba en ese agujero de autocompasión que había creado y decidí solo ir hacia adelante.

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Hace 6 meses opte por dejar de vivir con mi amiga pues necesitaba mi propio espacio y conseguí un cómodo departamento adecuado a mis necesidades y desde entonces estoy más completa, puedo decir que hay días en los que me atormenta mi pasado pero aprendí a vivir con ello y eso es lo más importante.

— Señorita Scott, el director del departamento la manda a llamar inmediatamente — me dice por teléfono su secretaria, justo cuando voy llegando a mi escritorio.

Creo saber qué es lo que me espera...

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Estoy apareciendo, buenas noches.
Espero les guste.

Dejo la foto de Melody en multimedia.

Qué irá a pasar???

Cansada de Tanto CuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora