Capítulo 5: Fiesta en el Tejado

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-¡Hemos recuperado el mapa de la grand line!¡Y tenemos un nuevo miembro! -anunció Buggy-. ¡Bebamos por ello!¡Pásenlo bien y prepárense para la próxima batalla!¡Fiesta!
-¡¡SIII!!
Y los piratas comenzaron a beber. Bebían abrazados. Bebían boca abajo. Bebían haciendo equilibro sobre monociclos, sobre pelotas. Algunos hacían malabares con cuchillos, otros, con botellas. Bailaban y cantaban.
-Nami ¿Estas bebiendo? -preguntó el payaso.
-¡Pues claro señor!
-¡De un trago! -la retó uno de los hombres, ofreciéndole un tarro de birra.
-¡Muy bien! -aceptó ella.
-¡Fondo!¡Fondo!¡Fondo! -los alentaban algunos, a su alrededor.
Se vaciaron la jarra en cuestión de segundos.
-¡Gané! -exclamó Nami, y en el acto, su adversario se derrumbó en el piso.
Entre tanto, pensaba: "Je je, soy buena bebiendo, si los emborracho a todos, me será mucho mas fácil. ¡Que fácil es engañar a los piratas!"
Luffy estaba algo apartado de la fiesta. Encerrado en una burda jaula de piedra, de no más de 80 o 90 centímetros de altura, mientras mordía los gruesos barrotes metálicos de ésta.
-¿Que tal jefe? -se le acercó Nami, arrodillándose para verlo mejor.
-¡Cállate y sácame de aquí!
-Sabes que no puedo hacer eso.
-Tengo hambre ¿Por qué no me traes algo de comida?
La chica le hizo caso, y le trajo un buen trozo de carne. Se lo puso en la boca a través de los barrotes.
-Mmm buenízimo -lo disfrutó Luffy-. Eded buena pedzona, te dejadé unidte a mi.
-¡Que no quiero!¿No entiendes tu situación? Quizás te vendan por ahí... -comentó ella-. Aunque...si mi plan funciona, podré agarrar la llave y sacarte. En realidad no tengo nada en tu contra.
-Pues sácame de aquí.
-¡BUUAJAJAJA! -Buggy apareció de repente, con una jarra de alcohol en la mano-. A veces no puedes confiar ni en tus propios camaradas ¿Eh?
-¿Pero qué dices? Ella no es mi camarada.
-Ya, claro, eso lo dices porque te ha traicionado... -objetó, señalando a Nami-. Has cometido un crimen muy grave, y ya se que voy a hacer contigo.
-¿Vas a dejar que me vaya?
-Si, claro...¡Pero al infierno! -exclamó, y luego se dirigió a sus hombres-. Preparen la "Bomba Buggy".
-¡Si señor!
Uno de sus hombres la trajo, era una bala de cañón de aspecto normal, pero llevaba pintada el símbolo de Buggy.
-¡Bomba Buggy lista para disparar, señor!
-¡Bien! Ahora...¡Observen su poder destructivo!
El cañón se situaba al borde del tejado, apuntaba a una casa cercana. Encendieron la mecha, que empezó a consumirse. Buggy sonreía ansioso. Los piratas vitoreaban impacientes. La mecha se consumía rápidamente. Luffy y Nami esperaban el momento, alertas. Y de pronto...
《¡BUMMM!》
Sucedió instantáneamente. Una hilera, de al menos diez de esas grandes casas, fue destruida.
La onda expansiva sacudió levemente a los presentes.
Una vez el sonido aturdidor de la explosión fue desapareciendo, el humo se dispersaba lentamente, dejando paso a las ruinas hogareñas.
Nami se encontraba pasmada.
-¡Puede destruir un pueblo pequeño de un sólo disparo! -anunció Buggy, eufórico-. Con ésto y mis poderes de la fruta del diablo ¡Conquistaré la grand line!
Su hombres aplaudían, exaltados. Dos de ellos fueron a mover el cañón de lugar. Ahora apuntaba al chico dentro de la jaula.
-¡Vuélalo Nami! -ordenó el payaso- ¡Para demostrar tu lealtad, tendrás que matarlo con mi bomba especial!¡Así veremos que es cierto que quieres conquistar el mundo con nosotros!¡Acaba con tu ex-jefe!
Luffy la estudió con la mirada, la chica se veía vacilante.
-Ma...¿Matarlo?¿...yo? -balbuceó-. Pero...capitán Buggy...yo no...
-¡MÁTALO!
-¡Vamos, vuélalo ya! -vitorearon los piratas-. ¡Mátalo!¡Mátalo!¡Mátalo!
El capitán reía a carcajadas. Luffy se mantenía expectante.
Nami pensó: "Ésto va mal, nunca imaginé que esto podía acabar así. Si no hago algo me matarán...Aunque sólo sea un pirata, sigue siendo una persona, no puedo matarlo. Si lo hiciera, no sería diferente a un pirata"
-¡Vamos Nami, que no pare la fiesta! -la apuró Buggy, mientras reía.
-¡Mátalo!¡Mátalo!¡Mátalo!
-Estás temblando -le dijo Luffy-. Si no estas preparada para éstas cosas, no deberías haberte unido a los piratas.
-¿Preparada?¿Para matar a alguien así como así?¿Eso es ser un pirata?
-¡Vamos!¡Hazlo ya! -comenzaron a gritarle.
-No. Me refería a estar preparada para morir.
A continuación, uno de los hombres se acerco al cañón, y encendió un cerillo.
-¡Vamos!¿Qué esperas?¿No sabes prender una mecha? -le preguntó.
La reacción de Nami fue instintiva. Levantó su minifalda. Llevaba una cinta en el muslo derecho, con tres cilindros de madera. Rápidamente unió las partes en una larga vara. Vara con la que golpeó en la cabeza al tipo, noqueándolo momentáneamente, y alejando a Luffy de todo peligro.
-¿¡Qué!? -se sobresaltaron todos, dejando en silencio el ambiente.
-No debí hacerlo... -pensó ella.
-¿Que significa ésto Nami? -chilló Buggy-. ¡Estaba a punto de dejarte entrar en mi banda!
-¿Ahora vas a salvarme? -la interrogó Luffy.
-No digas tonterías -le respondió-. Lo hice por mi misma. De ninguna forma quiero ser como un pirata, no quiero convertirme en lo que más odio. Unos piratas mataron a la persona que mas me impor...
-¡AAAH! -la interrumpió con un grito-. ¡La mecha está encendida!
Era cierto, el tipo había logrado encenderla, y se consumía con velocidad.
-¡Que mala suerte!¡Voy a morir! -chilló Luffy, y comenzó a morder los barrotes-. ¡No quiedo modid azí!
-¡Éste es tu final! -la señaló el payaso-. ¡A por ella!
Nami fue rápida. Se abalanzó sobre el cañón, y apagó la pequeña mecha con sus propias manos, soltando un alarido de dolor. Aunque ahora tenía a algunos hombres de Buggy, todos armados, yendo tras ella. Pero no duraron mucho.
Un espadachín de pelo verde hacía su aparición.
-¿Tantos hombres para una chica? -preguntó Zoro.
Y apaleó a los bufones con una espada enfundada, uno a uno. Los bufones intentaron lastimarlo, de todas las formas posibles. Le arrojaron puñetazos, navajazos, cabezazos. Pero los dejó a todos moribundos en el suelo, en cuestión de segundos.
-¡Zoro! -exclamó Luffy con una amplia sonrisa.
-¿¡Zoro!? -preguntaron algunos hombres, al unísono.
-¿Estas bien? -le preguntó a Nami.
-...Si...
-Llegaste justo a tiempo, ¡Sácame de aquí! -le dijo Luffy.
-Luffy, ¿A qué estas jugando? -lo regañó-. Primero el pájaro, y ahora...¿Una jaula?¡Estas loco!
-¿Lo llamó Zoro?¿El cazador de piratas? -murmuraron los hombres-. ¿Por qué conocerá al ladrón?
-¿Tu camarada era Zoro?¿El cazador de piratas? -preguntó Nami-. No tiene sentido...
El ambiente se tranquilizó. Buggy se acercó al espadachín a paso lento, con una gran sonrisa maquiavélica, y agregó:
-Así que Zoro, ¿No?¿Vienes a por mis 15 millones de Berries?
-La verdad es que no, ya no soy un cazador de piratas -respondió éste, de forma adusta.
-¡Es igual! Si te mato, seré aún mas famoso -exclamó el payaso, sacando algunos cuchillos afilados de su capa. Tenía cuatro en su mano izquierda, que le sobresalían de los dedos, formando un abanico; y otro más en su mano derecha, que giraba habilidosamente entre sus dedos.
-Ni lo intentes...o morirás -le advirtió Zoro.
-¡Acaba con él capitán!¡Hazlo pedazos! -lo apoyaron sus hombres.
-¡No me subestimes! -exclamó Buggy, y cargó contra el espadachín.
-¡Como quieras! -aceptó éste, desenfundando velozmente, y haciendo su santoryu.
《¡ZAZ!》
Zoro hizo tres cortes limpios. En el brazo derecho, en la cintura, y en la pierna derecha. El cuerpo de Buggy acabó cortado en pedazos, que cayeron al suelo en un ruido visceral.

One Piece: East BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora