One Piece: East Blue

Capítulo 9: El Hombre en el Cofre

-Gracias por arreglarlo Nami -sonrió Luffy.
Observaba asombrado su sombrero. La chica había cosido sus ranuras y ya no parecía que estuviera roto.
El sol golpeaba calurosamente, los tres chicos viajaban en el bote por el océano.
-Estará bien mientras no lo aprietes mucho -le aseguró ella, mientras guardaba el hilo y la aguja en su bolso.
-Oye, ¿Tienes algo para comer? -le preguntó Zoro, que se despertaba hambriento de su siesta.
-Ustedes son muy raros -los regañó Nami- Se ponen serios hablando de piratas, pero no han traído agua ni comida, no tienen ni idea de cómo es la vida en el mar.
-¡Oh, veo algo! -exclamó Luffy, y se subió a la cabina del bote para ver mejor.
-Tienen suerte de seguir con vida...-gruñó la chica, mientras sacaba un trozo de pan de su bolso y se lo daba a Zoro.
-Bien, deja ya de quejarte -dijo éste y acto seguido le dio un mordisco a su pan.
-¡Hey, es una isla! -gritó Luffy, y bajó de un salto de la cabina.
-En esa isla no hay nada -aclaró Nami- Es una isla desierta, es una perdida de tiempo ir allí...¡Pero qué haces!¡Suelta los remos!

-¡Llegamos! -exclamó Luffy, una ves hubo pisado tierra.
-¡Aquí no hay nada, sólo árboles! -insistió la chica, al tanto que desembarcaba, detrás suyo- Ya te lo dije.
-¡Vamos Zoro, baja ya!¡¿Otra vez durmiendo?!
-Déjalo, recuerda que está herido.
-Es verdad ¡Vamos! -dijo el chico, y se encaminó hacia dentro de los árboles.
-¿Dónde vas?
-Quizás haya alguien en el bosque.
-Ya te dije que no hay nadie, como mucho, animales.
Al momento de decir eso, un zorro pasó caminando delante suyo. Aunque no era un zorro completamente, porque tenía cola de gallo, y cresta de gallo. El extraordinario animal se detuvo para observarlos unos segundos, soltó un 《Kiiikii-Rikii》y luego retomó su marcha.
-¿Qué era eso? -preguntó Nami, extrañada.
-¡Mira un conejo mutante! -exclamó Luffy. Sostenía en sus manos una serpiente llena de pelo, con orejas de conejo, y cola de conejo.
-Yo diría...que es una serpiente mutante.
-¿Y ese león? -preguntó el chico, señalando a un cerdo con una gran melena.
-Querrás decir cerdo, ¿no?
-Que bosque mas raro.
Se encaminaron de nuevo hacia el interior.
Iban por un pequeño sendero cuando de pronto, se oyó una voz tenebrosa, que provenía de todas partes y de ninguna a la vez:
-Váyanse de aquí.
-¿Eh?¿Qué fue eso? -curioseó Luffy.
Nami echó varias miradas a su alrededor y luego preguntó:
-¿Quién eres?
-Soy el protector del bosque -anunció la voz- ¡Si aprecian su vida, mas les vale salir de aquí! Son piratas ¿Verdad?
-Si -asintió el chico.
-¿Que mas le da al protector del bosque? -susurró la chica.
-¡Escuchen!¿Quieren morir? Si siguen adentrándose, recibirán "El Juicio del Bosque".
-¡Quién querría! -exclamó Luffy- Vaya pregunta.
-¿Por qué no sales? -le preguntó Nami, furiosa, agitando sus puños en son de pelea.
-¿Dónde está? -se preguntó el chico, yendo hacia un pequeño arbusto.
-¡Eh!¡No te me acerques!
La voz comenzó a alarmarse, pero Luffy seguía acercándose a la planta.
-¡Prepárate para el juicio del bosque!
《¡Bang!》
El cuerpo del chico de goma fue expulsado hacia atrás bruscamente, pero cómo era natural, la bala rebotó de su pecho causándole nulo daño.
-¿Qué?¿Cómo has...? -se alarmó la voz.
-¡Que susto! -exclamó Nami, con una mano en el corazón- ¿Las balas tampoco te hacen daño?
-No, pero no me gusta cómo suenan.
-¡¿Quién...quién eres?! -interrogó la voz.
-Mira, la pistola esta allí -alertó la chica.
Efectivamente. El arma estaba tirada en el suelo, y aún salía humo de su boca.
En frente de la pistola, a unos pocos metros, había un gran afro de color verde, encima de un cofre.
-¿Qué es esto? -preguntó Luffy, observándolo.
-Es muy extraño -señaló Nami.
De pronto, salieron unos pies debajo del cofre, y echó a correr.
-¡Ah!¡Se mueve! -se asustó la chica.
《Capún》
El cofre se tropezó a medio camino y los pies empezaron a moverse desesperadamente mientras chillaba:
-¡Hey!¡Levántenme, levántenme!
-¿Es un enano? -se asombró Luffy.
-¿Das órdenes sin poder moverte? -se mofó Nami.

-¿Gomu Gomu?¿Una fruta del diablo? -preguntó Gaimon. Así se llamaba el enano. Era un hombre-cofre de 43 años, con un pelo afro y barba. Cabe destacar que tenía el pelo verde y frondoso hasta tal punto que parecía un arbusto- Había oído hablar de ellas, pero no conocía a nadie que hubiera comido una.
Ahora se encontraban los tres, sentados en unas rocas, a la orilla del mar.
-Ni yo a nadie en un cofre, ¿Creciste ahí? -preguntó Luffy.
-No, me quedé atrancado sin querer, ya llevo veinte años en ésta isla ¿Entiendes?
-¿Veinte años?¿Tú solo? -preguntó Nami, perpleja.
-Si, veinte años.
-Estás loco -le dijo Luffy.
-¡No me insultes! Veinte años es mucho tiempo, no hay mas que mirar todo el pelo que tengo, incluso en mis cejas...hacía años que no hablaba con humanos.
A continuación Luffy se acercó por detrás de Gaimon y lo jaló fuertemente de su afro.
-¡Aaah!¡Pero qué haces!
-¡Te sacaré de ahí!
-¡Para, me vas a sacar la cabeza!
El muchacho tuvo que ceder a su forcejeo.
-¡Es inútil, llevo veinte años aquí metido! Mi cuerpo se ha hecho a la forma del cofre, no me puedes sacar.
-Pero...¿Por qué sigues ahí? -lo interrogó la chica.
-Me han dicho que son piratas ¿Verdad? Yo solía ser pirata.
-¿Si?
-Me lo pasaba muy bien, tuve muchas aventuras, no temía a nada. Dime, ¿Tienes algún mapa del tesoro?
-Tengo el mapa de la grand line -asintió Luffy, y se sacó el mapa del interior de su chaleco- Mi meta es conseguir el one piece.
-¿De verdad?¿Dónde está la grand line? -preguntó Gaimon, mientras miraba el mapa.
-¿No lo sabes? -preguntó el chico.
-No tengo idea de cómo leer un mapa.
-¿En serio?
Los dos se desternillaron de risa.
-A ver, atiendan -intervino Nami, y plegó el mapa sobre una roca- ¿Conocen la "Red Line"?
-Es...el continente que corta el mar, ¿Cierto? -dijo Gaimon.
-Exacto. La red line, rodea nuestro planeta, y lo separa en dos. Y la ruta que cruza perpendicularmente al continente, la llamamos "grand line". Según la leyenda, la única persona que ha cruzado la grand line, es Gold Roger. Ésta ruta también es conocida cómo..."La ruta más peligrosa del mundo".