Veinte años después de la muerte de Gold Roger, el Rey de los Piratas, el One Piece sigue sin ser encontrado. Un joven llamado Monkey D. Luffy, inspirado por la admiración que desde su infancia le tiene al poderoso pirata Shanks《El Pelirrojo》, comie...
Loguetown era la ciudad localizada en una isla del Archipiélago Polestar. Era una ciudad como tantas otras, la cual se encontraba rodeada de una amplia vegetación en todas las fronteras con la playa, las olas que zurcaban sus costas eran muy erosivas. Las calles eran empedradas, y estaba llena de grandes casas de aspecto antigüo. Era una ciudad radiocéntrica con una plaza central, la cual era constantemente visitada por turistas debido a que permanecía la plataforma de ejecución en la que Gold Roger había sido ejecutado publicamente, una base de la Marina se encontraba cercana, ya que las patrullas circulaban ininterrumpidamente y avisaban en caso de algún conflicto. La ciudad, en si, era popular por sus cazetas ambulantes o directas, tales como puestos de pezca cerca del gran puerto, concursos diversos de cocina con premios excepcionales, tiendas de armas, de espadas, etc. La legendaria plataforma de ejecución era una construcción grande estaqueada con una gran cantidad de tubos y fierros que la sentaban firmemente al suelo, las escaleras de sus laterales se encontraban recubiertas por plomo afirmado y pegadas a la pared del lugar, desde ese puesto, se podía ver la formación de la plaza, demostrando su patrón circular. En la entrada se encontraba un arco gigante, con el nombre de la ciudad escrito en él.
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-¡Whoooo, que ciudad tan grande! -exclamó Luffy, viendo cómo la densa población iba de un lado a otro-. ¡Muy bien, voy a ir a ver el sitio de ejecución! -Con que aquí fue donde comenzó la era de los piratas -observó Sanji-. Apuesto a que aquí podré comprar unos buenos ingredientes. Y también conseguir chicas guapas... -Creo que iré a buscar algo de equipamiento -agregó Usopp. -Yo también iré a comprar algo -añadió Zoro. -Yo te prestaré algo de dinero, a un interés del 300% -le dijo Nami. Entonces, después de repartir el dinero, cada uno se separó y se adentraron en la gran ciudad.
Vayámonos primero con Zoro. El se encontraba paseando tranquilamente, con su espada envainada en la cintura, cuando escuchó que dos grandes matones amenazaban a una joven mujer. Los matones tenían cara de estúpidos, pero eran grandes y musculosos, y ambos llevaban grandes sables en sus manos. En cuanto a la chica, era delgada, y tenía el pelo de color azul oscuro y ojos marrones oscuros. Llevaba una camisa floreada, unos pantalones color púrpura, gafas, y una espada con la vaina blanca similar a la de Zoro. -Hey, ¿tu no estabas hoy con ese monstruo? -le preguntó uno de ellos. -Por tu culpa, nuestro jefe está ahora en prisión, cariño -le dijo el otro. -Si no aprendieron la lección, tendré que enseñárselas otra vez -los amenazó la chica, su voz era delicada como la porcelana, pero demostraba cierta autoridad. -¡Oh!¿Quieres pelear con nosotros? -Bien, prepárate preciosa. -¡Prepárate para morir! -¡Y ve a decirle a ese monstruo que por su culpa nuestro sueño de ir a Grand Line fue arruinado! Los matones cargaron contra la chica, e inmediatamente, Zoro puso su mano en el mango de su espada para ir en su defensa. Pero no hizo falta que ayudara, pues de una sola estocada, la chica cortó a los matones, arrojándolos al piso. Desafortunadamente, el violento ataque de la chica, hizo que tropezara y cayera al piso despojada de sus gafas. Luego se reincorporó, y se puso a buscarlas tanteando el piso. Entonces Zoro se acercó, y recogió sus gafas para devolvérselas.
