Capítulo 12: Batalla en la Cuesta

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-Se que vendrán por esta cuesta, porque es el único camino al pueblo, todo lo demás son acantilados -afirmó Usopp-. Bien, ¿cuál es su especialidad?
-Cortar -dijo Zoro.
-Estirarme -dijo Luffy.
-Robar -dijo Nami.
-La mía es escapar.
-¡Tú también tienes que luchar! -gruñeron los otros tres al unisono.

-¿Como está la señorita Kaya?
-Está durmiendo en su habitación, parecía muy cansada.
-No me puedo ir ni un rato, ese Usopp la ha liado bien esta vez -dijo Kuro, al tiempo que desajustaba su corbata.
-Si, mira que decir que eras un pirata -rió Merry- ¡Vaya tontería!
-Jajaja si, vaya tontería. Por cierto, ¿Qué es esto?
Sujetaba un paquete envuelto en papel de regalo, que había tomado de la mesa.
-Oh eso...es un regalo de la señorita Kaya -le comentó Merry-. Me dijo que mañana haría tres años desde que llegaste, un día para el recuerdo.
-¿Para el recuerdo? -preguntó Kuro, al tiempo que sacaba las nuevas gafas del paquete y las miraba.
-Siempre se te caen las gafas así que la señorita Kaya encargó unas hechas a medida, es muy amable.
Kuro se acercó a la ventana, sosteniendo las nuevas gafas en sus dedos, y miró hacia el exterior hipnotizado.
El brillo de la luna iluminaba el gran salón.
-Estoy seguro de que mañana será un día para el recuerdo. Esta noche hay media luna, hace que se me encoja el pecho, y puedo sentir la sangre corriendo por mis venas.
Acto seguido, dejó caer el regalo de Kaya sobre la alfombra, y le dio un pisotón tan fuerte, que lo destruyó por completo.
-¿¡Pero qué...!?¿¡Por qué has hecho eso!?¡Era un regalo para ti!
-Me quedaré con mi regalo, pero será esta mansión, no unas gafas...
-¿Cómo dices?
-Ya no hace falta que siga fingiendo, ya que en unas horas ocurrirá un pequeño accidente. Tres años es mucho tiempo...
Kuro sacó repentinamente unos largos cuchillos de su mano.
-¡Señorita Kaya! Esca...
《¡SHINN!》
La sangre de Merry salpicó la alfombra.

《Toc toc toc》
-Capitán Jango, ya casi es la hora, por favor despierte.
La puerta de la habitación del capitán del barco se abrió y él salió caminando hacia atrás con su paso habitual, con una mano en el pecho, y otra en su sombrero.
-Buenos días.
-¡Buenos días, señor! -saludaron los hombres, todos armados.
-No sean imbéciles, para darme los buenos días, antes tiene que salir el sol. La luna sigue en el cielo, todo sigue oscuro.
-¡Perdone señor!
Jango dio una brusca media vuelta y exclamó:
-¡Vamos, a destruir todo el pueblo!
-¡Síiiii!

-Gracias a este aceite que acabo de echar, se resbalarán intentando subir, y nosotros aprovecharemos para atacarlos -dijo Usopp.
-Es un buen plan, aunque debemos procurar no caernos nosotros -aceptó Nami.
-Así es, soy bueno planeando y disparando, ¡confío en mis habilidades!
-Ya está amaneciendo...¿dónde estarán? -preguntó Luffy, impaciente.
-Quizás se durmieron -agregó Zoro.
-Hace unos instantes, me pareció oír algunos gritos desde el norte -informó Nami.
-¿Desde el norte? -preguntó Usopp, con la boca abierta.
-¡Hey!¿que pasa? -preguntó Zoro.
-Olvidé que también hay una cuesta en el norte.
-¿¡Estamos en el sitio equivocado!? -exclamó Luffy.
-Pensaba que vendrían por aquí, como los hemos oído hablar aquí cerca...
-¡Apresúrate!¿En dónde están?
-Tranquilo, yendo hacia el norte estaríamos allí en tres minutos...
-¡Llegaré en veinte segundos! -afirmó Luffy, y a continuación, dio media vuelta y echó a correr.
-¡Nuestro bote está allí! -se asustó Nami, llevándose las manos a la cabeza- ¡Se van a llevar mi tesoro, tengo que darme prisa!
Nami intentó echar a correr, pero accidentalmente pisó el aceite y se resbaló; para no caer, se sujetó a una de las espadas de Zoro, y lo arrastró consigo.
-¿¡Qué haces!?¡Suéltame!
-¡Lo siento, pero mi tesoro está en peligro!
La chica pasó por encima del espadachín, y éste, cayó cuesta abajo soltando un alarido.
-¡Gracias Zoro!
-¡TE VOY A MATAR!
Usopp corría diciendo: "¡No los dejaré entrar al pueblo!...¡Luffy es muy rápido, no puedo alcanzarlo!"
Luffy corría repitiendo: "al norte, al norte, al norte"
Nami corría maldiciendo: "Que no se atrevan a tocar mi tesoro"
Los piratas corrían cuesta arriba gritando: "¡Vamos, a destrozarlo todo!"
El Bezan Black había llegado a la orilla de la playa de la cuesta norteña, y estaba anclado allí.
《¡Fiunn!》
Uno de los piratas cayó en el suelo inconsciente, y todos los demás se detuvieron al instante.
Jango, que observaba desde la playa, lo vio y dijo:
-¡Tú!...
-¡Soy el capitán Usopp y los estaba esperando para luchar!¡Si no quieren morir es mejor que se vayan de este pueblo!
Los piratas se quedaron en silencio, mirando al hábil tirador que se encontraba jadeando en la cima de la cuesta, con su tirachinas en la mano.

One Piece: East BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora