Capitulo 21

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Las vacaciones en Malfoy Manor eran bastante divertidas, entre jugar al Quidditch y estar lejos de los muggles, a Aurora le fascinaba pasar tiempo con Judith y Draco.

Aurora en todo momento que intentaba hablar con Dobby fracasaba, hasta que se le ocurrió la brillante idea y se abofeteo mentalmente por no pensarlo antes, la próxima vez que vio a Dobby sonrió con amabilidad y se acerco

- Dobby... -bajo la voz con cautela- Harry Potter me pidió que hablara contigo, sobre lo de no volver a Hogwarts

El elfo la miro con curiosidad y alarma, se acerco accediendo a hablar, Aurora sonrió de lado y le dijo al elfo que Harry le contó lo que el le dijo

- Y dijo que si me decías la razón tal vez el considere no ir -dijo en tono calmado y dulce- solo si quieres

- Señorita, Dobby quisiera, pero Dobby no puede... El joven Harry Potter no puede volver, es peligroso, la señorita sebe convencerlo de no volver, el debe estar a salvo -decía alterado el pequeño elfo-

- Bien, veré que puedo hacer -dijo Aurora sin emoción alguna en su voz, se levanto y se fue a s habitación- 


Paso el tiempo y ya era hora de comprar las cosas para el regreso a Hogwarts, Aurora avergonzada dijo que no compraría muchas cosas pero los señores Malfoy se negaron a que una amiga de su hijo tuviera ropa y libros de segunda mano y que ellos se encargarían, Aurora intento negarse, pero no sirvió de nada

Al llegar la lista Aurora noto que el nombre de Lockhard se repetía mucho, el era un mago que su madre seguía mucho así que lo conocía, Narcissa se quedo en casa mientras Judith, Aurora y Draco iban junto a Lucius al callejon


- Punto de vista de Harry Potter-

Luego de ser tragado por las llamas de la chimenea tras decir mal mi destino aparecí en lo que parecía ser una sucia tienda, no era posible que nada de lo que necesitara estuviera allí, en un estante había una mano cortada de mono, solo sabia una cosa, debía salir de ese lugar, se acerco a la puerta pero antes de hacer cualquier cosa vio por el cristal de la tienda una cabellera rubia que reconocía muy bien

En la tienda entraron Draco Malfoy, Judith Slytherin y Aurora, los tres con sus capas de Slytherin, a Aurora le quedaba realmente bien ese color, tras ellos venia el que solo podía ser el padre de Malfoy, El señor Malfoy cruzo la tienda hasta el mostrador y toco la campanilla para luego devolverse hacia su hijo y sus amigas

- No toquen nada -dijo de forma monótona-

Malfoy, que observaba un ojo de cristal junto a Aurora, dijo:

- Creí que nos comprarías un regalo

- Les dije que les compraría unas escobas de carreras -dijo su padre tamborileando con sus dedos el mostrador-

- ¿Y de que nos sirve si ni siquiera estamos en el equipo de nuestra casa? -dijo en tono aburrido- Harry Potter tenia el año pasado una Nimbus 2.000, y obtuvo el permiso especial de Dumbledore para jugar en su casa, ni siquiera es bueno

- Solo porque es famoso -Siguió Aurora- 

- Famoso por tener una ridícula cicatriz en la frente -termino Judith-

- A todos les parece que Harry es maravilloso solo porque tiene esa ridícula cicatriz en la frente y una escoba mágica -dijo Malfoy con rencor-

- Me lo han dicho ya una docena de veces por lo menos —repuso supadre dirigiéndole una mirada fulminante—, y les quiero recordar que seríamucho más... prudente dar la impresión de que ustedes también lo admiran, porqueen la clase todos lo ven como el héroe que hizo desaparecer al Señor Tenebroso... ¡Ah, señor Borgin! 

Serpiente WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora