Serpiente Weasley

Capitulo 38

En la mañana del día siguiente, Draco contaba como Harry se había desmayado, los Slytherin sabían que Aurora también lo había hecho, No sabían lo de Draco, y no se burlaron, en realidad, se preocuparon mucho y quisieron que esas cosas estuvieran totalmente lejos de su miembro de casa, al entrar el trió de leones se percataron de eso 

- ¡Eh, Potter! -grito Pansy en dirección a los leones- ¡Potter! ¡aquí vienen los dementores, Potter! !Uhhhhh¡ 

Harry la ignoro y los Slytherin empezaron a ver su horario

- El primer partido es Slytherin contra Gryffindor -dijo Draco- vamos a ganar

Los leones duraron un simple momento en su mesa y luego salieron corriendo hacia la puerta, Draco hizo una pantomima de desmayarse y los Slytherin rieron

- Oye tenemos Adivinación -dijo Aurora-

- Cierto -dijo Draco- vamonos

Los tres Slytherin salieron del gran comedor

- Me se un atajo -dijo Sonriente Judith-

Al seguir el atajo de Judith llegaron a la mitad de la torre en poco tiempo, cosa que los alivio ya que era mucho camino, llegaron rápidamente, algunos alumnos ya estaban allí aguardando pero no se veía ninguna puerta

- La puerta esta en el techo -dijo Draco señalando el techo- 

La trampilla tenia una pequeña placa de bronce

-  Sybill Trelawney, profesora de adivinación -leyo Aurora-

No sabían como debían subir, cuando llego el trió de Leones vieron como la trampilla se abrió y descendió una escalera plateada

- Interesante -dijo Judith-

Harry subió de primero, luego subieron los demás, fueron a dar a una habitación muy extraña, no se parecía nada a un aula, habían al menos veinte mesas circulares, redondas y pequeñas, todas apretujadas entre ellas y rodeadas de sillones tapizados con telas de colores y cojines pequeños y redondos, todo estaba iluminado con una luz tenue y roja, había cortinas en todas las ventanas y las diversas lamparas de la habitación estaban tapadas con pañoletas rojas. Hacia un calor sofocante, la chimenea encendida lo ponía todo peor

- No aguanto el calor -dijo Judith-

De repente salio de las sombras una voz suave:

- Bienvenidos -dijo- en un placer veros por fin en el mundo físico

Judith, Draco y Aurora intentaron controlar su risa, la profesora parecía un insecto gigante, con sus gafas de aumento volviendo el triple de grande sus ojos, haciéndola ver como una libélula

- Sentaos, niños míos, sentaos -y todos se pusieron en las mesas correspondientes , Aurora, Draco y Judith se sentaron junto en una mesa cercana a la pared- bienvenidos a la clase de adivinación -dijo la profesora Trelawney que se había sentado en un sillón de orejas delante del fuego- Soy la profesora Trelawney. Seguramente es la primera vez que me veis. Noto que descender muy menudo al bullicio del colegio principal nubla mi ojo interior

Nadie dijo nada ante esta declaración, con movimientos delicados la profesora se acomodo su chal

- Así que habéis decidido estudiar Adivinación, la más difícil de todas las artes mágicas. Debo advertiros desde el principio de que si no poseéis la Vista,no podré enseñaros prácticamente nada. Los libros tampoco os ayudarán mucho en este terreno... -Al oír estas palabras, Aurora miro con una sonrisa burlona a Hermione, que parecía asustada al oír que los libros no iban a ser de mucha utilidad en aquella asignatura-. Hay numerosos magos y brujas que, aun teniendo una gran habilidad en lo que se refiere a transformaciones, olores y desapariciones súbitas, son incapaces de penetrar en los velados misterios del futuro -continuó la profesora Trelawney, recorriendo lascaras nerviosas con sus ojos enormes y brillantes-. Es un don reservado a unos pocos. Dime, muchacho -dijo de repente a Neville, que casi se cayó del cojín-, ¿se encuentra bien tu abuela?