[ 024 ] fever

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unos meses después.

Yeosang estaba solo.

Estaba tan solo como se podría estar en una casa veraniega en pleno invierno.

El pequeño angelito había contraído gripa de sus compañeros de trabajo, esa semana fue su turno de ausentarse al parecer. Agradecía profundamente la comprensión de su nuevo jefe quién sólo le dio una sonrisa y un "Que te mejores pronto".

Sin embargo el no ir al trabajo no lo tenía contento, estaba enojado, malhumorado y extrañando a su novio al cual tenía un par de meses sin ver al igual que Wooyoung que no había visto a San desde hace tiempo.

Era difícil manejar una relación a distancia, pero su corazón se aceleraba con el simple pensamiento de volverlo a ver.

Era triste que el pueblo de sus sueños tuviera todo menos una universidad, aún así tenía más vida que la monótona ciudad y eso era motivo suficiente para comprar la casa que se supone sólo rentarían en vacaciones.

Al principio todo era un caos, los prometidos, Jongho, Wooyoung, Hongjoong y Yeosang tratando de adaptarse a una vida sin San y Seonghwa (por un tiempo) y buscando empleo al mismo tiempo. Gracias al cielo (o más bien Kevin) todos consiguieron un trabajo de medio tiempo que les permitía pasar tiempo juntos todas las tardes.

Claro, nada era lo mismo sin Seonghwa y San, pero lograban mantenerse abordo.

Luego había días difíciles como éste, por ejemplo, donde el castaño se quedaba solo y extrañaba más que nunca a su novio, con el cual sólo tuvo pocos días a su lado después de que este le pidiera una relación formal.

Extrañaba sus besos y pláticas nocturnas.

Por el momento sólo quería recostarse y tratar de no moverse en lo más mínimo, el dolor corporal era insoportable, tanto como el toque que se escuchaba en la puerta.

Genial, fabuloso, estupendo.

Sólo a un idiota se le ocurría tocar la puerta a las nueve de la mañana, así que con toda la pesadez del mundo y la cara de "soy capaz de darte un golpe si sigues tocando" fue a abrir la puerta.

—Me olvidé las llaves.

Fue justo al término de la oración que sus ojos conectaron con el que se encontraba del otro lado, sin embargo aquella voz ya se había delatado sola.

Sus brazos fueron directo a los hombros del más alto y su cara al cuello de este, mientras que el contrario colocaba sus manos en la cintura del más bajo.

—Regresaste antes...

Dijo Yeosang con lo poco que le quedaba de voz, ganándose la atención del rubio quien se separaba para mirarle mejor, un toque de preocupación en sus ojos al notar los ojos llorosos y la nariz roja del chico.

—Pasé todas mis materias, no puedo perderme la boda del año ni tampoco la enfermedad de mi novio. —Sonrió mientras dejaba un beso en la frente del menor. —... Y... me tomaré un año sabático...

El mayor deseó que su cara hubiera sido de sorpresa y alegría pero sólo logró captar confusión.

—Pero... no debes hacer eso, estamos bien, por favor continúa estudiando...— El castaño se separó, de repente sintiéndose culpable, no quería que el mayor abandonara sus sueños por ellos... por él.

—Pero quiero hacerlo... es el primer año en una nueva ciudad y quiero... bueno, queremos, pasarla con ustedes.— Tomó las manos del que se encontraba frente a él. —Estamos comenzando de nuevo y no podemos hacerlo estando separados.

Esto logró sacar una sonrisa al de pelos castaños quién sólo se aferró a su novio.

—Entonces... ¿no abandonarás la carrera?— Preguntó el menor separándose.

—No. Me tomaré un año sabático... un año libre, al igual que San, sólo para que no nos extrañen tanto.— Bromeó ganándose un ligero golpe por parte del menor.

—Por cierto... ¿dónde está San?

—Lo dejé en el trabajo de Wooyoung, ahí el me dijo que tú te habías ido a casa porque a penas si podías respirar y estabas más caliente que la freidora.— Ambos rieron, las manos de Yeosang aún en el cuello de su mayor.

—Ya no estoy caliente, me tomé una pastilla.— Sonrió feliz de haber podido recibir a su pareja sin estarse muriendo de fiebre.

—¿Ah, no? — El que se encontraba frente a él negó. —¿Seguro?— Susurró comenzando a acercarse a la boca del castaño.

—Seonghwa... —Colocó su mano en medio de los dos.— No te contagiaré, menos cuando tenemos que ayudar a la pareja desastre con su boda.

Esto sólo provocó un suspiró por la parte contraria quién se limitó a besar la mejilla ajena.

—Bien... pero cuando te mejores quiero ser al primero que beses.

El castaño sólo se rió mientras ambos entraban a su nuevo hogar.

—Seonghwa... siempre serás el primero, el único y el último al que bese.

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ ( ˘ ³˘)☼ ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚

un capítulo restante para el final :^)

also, no estaré en gran parte del día así que actualizo ahora u u

utopia - seongsang/ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora