[ 026 ] happy ending

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— San lloró.

—¡No es cierto!

Yeosang y San peleaban en plena cena después de la emotiva y primera boda de su extraña familia.

—A que sí, Wooyoung te estaba abrazando, yo lo vi, Kevin y Hwall también, les puedo preguntar si quieres, ¡Kev-

—¡Seonghwa! Controla a tu novio, va a empezar la tercera guerra mundial en plena cena.— el mayor de los Choi cubría la boca del castaño mientras los demás sólo reían por su comportamiento infantil.

—Yeosang, molestalo otro día, hoy no queremos causarle problemas a Yunho y Mingi.— Habló de la manera más tranquila el rubio, su mirada concentrada en el trozo de carne del plato.

—Pero...

—¿Por favor? — Una mirada fue suficiente para que Yeosang compusiera su compostura en la mesa y se interesara en comer.

Wooyoung rodó los ojos al comportamiento del castaño. —Sólo a ti te hace caso, ni siquiera escucha a Hongjoong.

Esto causó la risa del pelirrojo quien se limitó a asentir.

— Y bueno... —éste mismo decidió tomar la palabra. —¿Cuándo inicia la fiesta?

Park siempre había dicho que en un día tan perfecto siempre hay una pequeña decaída.

La fiesta era ese punto.

Wooyoung y San no se habían despegado en toda la noche, los anfitriones no se veían por ningún lado y realmente no quería encontrarlos, Hongjoong hablaba animadamente con la amiga de Yunho, Jongho estaba con su grupo de amigos y la peor parte es que Yeosang hablaba con Kevin.

No, no estaba celoso porque su actual novio le había dejado claro que no le gustaba el chico y que este lo había tomado bien y había dejado las cosas por las buenas.

No debía estar celoso.

Maldita inseguridad, culpó y desvió la mirada mientras bebía de su copa.

Odiaba que su mente se ahogara en un vaso de agua. ¿De qué hablarían? ¿Seguiría Kevin teniendo sentimientos por su novio? ¿Y si lo invitaba a bailar? No, eso no es malo, Yeosang puede bailar con quien quiera.

Es sólo que no quería que ese quien quiera fuera el chico luna.

Ugh, qué inseguridad, se daba asco a sí mismo por pensar así. Le creía a Yeosang, sólo que siempre había esa estúpida voz en su cabeza que le decía "y si...".
Planeaba irse a tomar un tiempo fuera cuando una mano tomó su brazo.

—¿Bailas?

Un chico igual que un angel, con la sonrisa y los ojos más lindos del mundo le ofrecieron bailar y aunque Seonghwa no fuera el mejor bailarín tuvo que aceptar.

Ambos se dirigieron a la pista donde una canción lenta sonaba mientras las parejas llenaban los espacios.

—Hueles a alcohol, pensé que no querías tomar.— Mencionó de manera casual el que ahora colgaba sus brazos de sus hombros.

—Bueno, a veces tomamos decisiones espontáneas.— Sonrió mientras tomaba suavemente la cintura del chico.

—No me digas, y tu eres un experto en eso... — Bromeó el menor.

—¿Cómo supiste?— Siguió su juego mientras admiraba el brillo de las luces que se reflejaban en sus ojos.

—Porque fue alguien que me besó en plena playa con nuestros amigos a poco menos de quince metros.— Recordó haciendo que las mejillas del mayor se tiñeran de rojo.

—No finjas que no te gustó.— Contraatacó.

—Claro que me gustó, sólo que en ese entonces no sabía porqué.

La mirada de ambos se fijó unos segundos en los labios contrarios, las manos de Yeosang recorriendo las facciones del más alto con sus pulgares.

—¿Y ahora sabes por qué?— Su tono de voz disminuyó de manera considerable, creando una atmósfera de dos.

Siempre habían logrado crear su espacio, cuando estaban en el departamento al cerrar la puerta de su cuarto era como si nadie más viviera ahí, al hablar sentados uno al lado del otro no había más lugar que sus ojos, cuando se besaban ambos olvidaban que "no era correcto" y ahora era como si todo se hubiera quedado en los ojos y labios del contrario.

La mirada del castaño se posó en las ojos de Seonghwa, como si estuviera listo para confesar todo el amor que tenía dentro.

—Porque después de todo me enamoré del que me dio una segunda oportunidad en la vida.

Y así, con una sola frase, Yeosang no sólo le dijo un silencioso 'te amo' sino también las más sinceras y dulces gracias al culminar con toda la inseguridad existente en el corazón de Seonghwa con un beso en los labios, un beso que daría paso a muchísimos más y está vez cada uno sería aceptado como lo que es.

Una muestra de amor.

utopia - seongsang/ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora