[ 014 ] pinwheel (woosan)

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( N/A: si se fijan el título dice seongsang/ateez, ah, así que habrá capítulos donde no aparezcan o no sean el centro de la narrativa, por eso colocaré entre paréntesis si no es seongsang, pueden saltarlos si es que no les interesa, la historia sigue siendo entendible si es que no los leen.)

Ambos chicos iban al carrusel, riendo de la carrera que ellos dos habían inventado de repente siendo el perdedor y el que tendría que comprar los dulces Wooyoung.

Una vez ambos chicos compraron sus boletos y se subieron sus sonrisas no cesaban, ambos hablaban de cualquier tema y Wooyoung le gustaba hacer reír a San de manera frecuente y es que la verdad es que le gustaba mucho admirar los hoyuelos del mayor.

Ya que bajaron se decidieron por entrar a otras atracciones como la casa del terror, San riéndose de los gritos que soltaba Wooyoung cada que se asustaba al y el pelinegro simplemente portando un puchero en los labios. También entraron a la clásica casa de los espejos y gritaron en la montaña rusa, hasta que finalmente decidieron que era suficiente adrenalina por el día y compraron un algodón de azúcar para subirse a la rueda de la fortuna, aún riéndose del recuerdo de los gritos de Wooyoung.

—Es que en verdad tienes un rango muy alto.— Burló San, obteniendo la lengua del menor mientras su risa continuaba.

—No eres gracioso, Choi.— Fingió molestia, cruzandose de brazos y mirando hacia la ventana.

—Ya sé que Jongho no es gracioso pero el no está acá.— El mayor siguió riendo pero al ver que no había reacción por parte del moreno su sonrisa se desvaneció, poniendo a prueba la habilidad de mantenerse serio de Wooyoung. —¿En verdad te molestaste?— Al no obtener respuesta se acercó más al chico, suavizando su tono de voz. —Lo siento, creí que no te molestaban estas cosas pero si te hacen sentir mal...

En ese momento el pelinegro volteó, mirando la expresión de preocupación y confusión del peliblanco quien ahora tomaba su brazo.

—Me gustas, Choi San.

Los ojos del mencionado se abrieron y el corazón del menor se detuvo por unos segundos.

¿En verdad había dicho eso?

Estaba avergonzado porque ni siquiera había pensado en confesarse hasta que se dio cuenta que lo dijo en voz alta, sus mejillas enrojecieron y bajó su mirada, esperando por eternos segundos la respuesta del mayor.

—Vaya... lo siento, lo he hecho incómodo, en fin, también me gustas. —Habló el pálido como si hubiera salido de un trance, ganando la atención del menor.

—¡¿Qué?! — Gritó el chico sentado a su lado.

—Creí que era obvio, perdón.— Sonrió un poco culpable pero viéndose en mejor estado que el contrario que lucía como tomate y cuyos ojos no podían abrirse más.

—¡Pues no lo era! ¡¿por qué no me lo habías dicho antes?!

—Porque quería que me lo dijeras tú~ — Habló igual de calmado y con una sonrisa adornando su rostro.

—Ugh, eres increíble Choi San. —Rodó los ojos el menor, hundiéndose en su asiento antes de recibir un beso en la mejilla por parte del más grande.

—Ya sé. —Dijo sonriendo, bromista como siempre y haciendo sonreír al menor.

En verdad adoraba esos hoyuelos.

utopia - seongsang/ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora