𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋 | ❝Merecías que te dispararán.❞
「 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐆𝐫𝐚𝐲 • 𝐏𝐞𝐚𝐤𝐲 𝐁𝐥𝐢𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬 」
michael gray x oc.
historia traducida al español.
créditos a su autora: 𝐩𝐞𝐚𝐤𝐲𝐬𝐛...
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MICHAEL DESDE EL COMIENZO HABÍA QUERIDO SABER todo sobre Oliva. Pero la diferencia era que ahora ella quería saber todo acerca de Michael Gray.
Su cambio de humor cuando mencionó al padre Hughes la intrigó, así como sus constantes pistas sobre su familia la intrigaban. Caminaron hacia las puertas de la entrada de la gran mansión de Tommy, ahora aún más grandes por la pérdida de Grace.
Olivia seguía tambaleándose después de la pérdida de sangre, por lo que se agarró al brazo de Michael con la esperanza de no caer.
—Fuerte aferramiento tienes conmigo.
Intentó quitarle los dedos de sus bíceps, pero ella no lo dejó.
—Bueno, perdí media tonelada de sangre, Michael. Discúlpame por estar débil.
Bromeó con una sonrisa en su rostro.
El hombre había estado haciendo todo lo posible para hacerla feliz, tratándola como una princesa.
Esperó y esperó a lado de su cama, atento a cualquier cosa que necesitara, en parte debido al miedo a su madre, pero principalmente por la bondad de su corazón.
—Sí, bueno, te perdono.
Puso su mano sobre la de ella.
Solo amigos. Solo amigos. Solo amigos, repetía en su cabeza.
Las pequeñas chispas que sentía eran una figura de su imaginación. De hecho, ni siquiera eran amigos, todo era extraño.
—¿Estás segura de que ambos están listos para esto?—Michael la condujo a la casa y cerró las puertas a sus espaldas.
—Ahora o nunca. Necesitamos tener esta charla. Pero no podré mirarlo a los ojos.
Olivia suspiro.
—Bueno, ya sabes dónde está. Estaré aquí, esperando por ti.
Michael colocó un cigarrillo en sus labios y asintió por el pasillo.
—Gracias.
Ella asintió y se dirigió a la oficina.
—No te desmayes de nuevo, es jodidamente molesto.
Él gritó tras ella.
Olivia puso los ojos en blanco mientras se acercaba a la gran puerta de madera que se abría a la oficina de Tommy.
Estaba sentado en su escritorio, con la cabeza mirando hacia abajo y los brazos extendidos. Había papeles esparcidos sobre la mesa y él respiraba erráticamente.
—¿Tommy?—ella susurró suavemente.
Él levantó la cabeza, rápidamente se apresuró a envolverla en un abrazo.
