𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋 | ❝Merecías que te dispararán.❞
「 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐆𝐫𝐚𝐲 • 𝐏𝐞𝐚𝐤𝐲 𝐁𝐥𝐢𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬 」
michael gray x oc.
historia traducida al español.
créditos a su autora: 𝐩𝐞𝐚𝐤𝐲𝐬𝐛...
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—Mejora tu comportamiento de mierda, ¿sí?
Ada le dio un concejo a Liv, que había estado sentada enfurruñada en el coche hasta la casa de Tommy como una niña pequeña petulante.
—¡Me envió a la cárcel y casi me cuelgan! ¡Es un imbécil!
Ada levantó las cejas a juzgar.
—Pero bien, me reiré de todos sus chistes y le diré que él es el mesías y el puto jefe de todos.
—Cálmate. Ahora, sonríe, es tu cumpleaños—Ada le picoteó la mejilla y la condujo por los pasillos detrás del ama de llaves.
—Sr. Shelby, son su hermana y Olivia.
La mujer anunció.
—Lo sé. Envíalas.
Se escucharon los dulces tonos de Tommy.
Los ojos de Olivia rodaron hacia la parte posterior de su cabeza.
Podía guardar rencores durante años, lo que significaba que Tommy no se iba a la ligera. Ada la miró de esa manera Shelby mientras balanceaba el saco de regalos en su hombro. Tommy estaba de pie junto al árbol de Navidad, listo con vasos de whisky. Había envejecido un poquito más.
—Tengo una tarjeta, Ada.
Él suspiró y le entregó un whisky mientras ella tiraba los regalos.
—Supongo que John y Arthur también tuvieron una.
—Hola, Thomas. 'Hola chicas, bienvenidas a casa'. Sí, gracias Tommy, es realmente agradable estar de vuelta—la rubia espetó detrás de Ada.
—Hola, tú. No pensé que querrías verme. ¿Tuviste un buen cumpleaños?—Tommy trató de aligerar la atmósfera.
—Te lo diré cuando termines—escupió y se sentó en una silla junto al fuego, sin ganas de conversar.
—Hablé con Moss. Moss dijo que Changretta es un soldado de la familia Spinetti, lo que significa que tendrá hombres con él. Hombres profesionales. Asesinos. Usualmente operan alrededor de unidades de diez. Moss está revisando los registros de Cunard para ver si ya están en Inglaterra.
Tommy paseó y bebió su whisky.
—Este es para ti.
Ada ignoró lo que acababa de decir y le entregó un pequeño regalo.
—¿Qué es? ¿Una máquina del tiempo?
Lo tomó y lo colocó sobre su escritorio.
—Dios mío, Thomas Shelby. ¿Eso es arrepentimiento?
La rubia comentó mientras calentaba sus manos extrañamente frías sobre el fuego.
