26.

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Olivia estaba profundamente dormida, con la cabeza sobre la almohada de Michael a un lado de su rostro

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Olivia estaba profundamente dormida, con la cabeza sobre la almohada de Michael a un lado de su rostro. Él no estaba dormido, solo felizmente descansando junto a ella. Observando con detenimiento cada parte de su rostro pálido, admirándola.

Pequeños ronquidos salían de Liv, haciéndolo reír de vez en cuando.

Polly observó desde afuera.

Ella tenía un plan para ella y su hijo.

Rápidamente se deshizo de los guardias que aún dormían en la habitación de Michael y se sentó en el lado opuesto de su cama.

—Hola, mamá.

Murmuró en su aturdimiento.

—Dijeron que estarías fuera de combate.

Ella sostuvo un paño frío en su cara.

—¿Cuánto tiempo ha estado aquí Olivia?

—No sé. ¿Unas pocas horas? Se quedó dormida bastante rápido.

Michael se movió ligeramente en su asiento.

—No te muevas—Polly susurró mientras más ronquidos provenían de la rubia—. El doctor dijo que te cosieron como una pelota de fútbol.

—¿Qué mas dijo el?

Michael hizo una mueca cuando el dolor atravesó su cuerpo.

—Dijo que tomaste cuatro balas. Solo una estaba viva. Una fue un rebote, dos ya estaban gastadas. Dos habían pasado por John.

—Lo último que recuerdo es su rostro. Lo vi irse.

El estómago de Michael se revolvió cuando se imaginó a John siendo despedido. Apretó la mano de Olivia suavemente para evitar que las lágrimas cayeran.

—¿Dónde está Tommy?

—No te preocupes por Tommy, solo mejora.

Pol estrechó su otra mano.

—¿Dónde esta?

—Tommy ha vuelto. Todos hemos vuelto. La Guarnición, Watery Lane, Charlie's.

Polly rebuscó en su bolso.

—Necesito un cigarro.

Michael suspiró Polly lo cerró rápidamente, argumentando que estaban en un hospital.

—He tomado una decisión.

Polly sacó un folleto triturado.

—Dame uno, mamá, un cigarrillo.

Michael siguió adelante.

—No. Hay una chica dormida en tu hombro que no querrá eso en su cara cuando se despierte. No está permitido.

Olivia aún no estaba completamente despierta, sus oídos sí pero no podía abrir los ojos. Estaba recogiendo ligeros fragmentos de conversación mientras se acomodaba en la almohada.

—¿No está permitido?

Michael se burló y apoyó su cabeza en la de Liv. Polly suspiró y encendió rápidamente un cigarrillo, compartiéndolo con Michael.

—He decidido que nos vamos a escapar—Pol le entregó el cigarrillo a Michael—. Solo tú y yo. Australia.

Olivia estaba completamente despierta ahora, sin embargo, fingió dormir para poder espiar la conversación y saber de que se trataba.

—Y he estado en la oficina de Cunard y conseguí una revista. Estados Unidos no es una buena causa, ahí es donde están, pero no hay italianos en Australia.

Polly hojeó la revista, llena de fotos de sol y playas.

—Creo qué hay, mamá.

Michael luchó para conectar el cigarrillo y sus labios. Polly lo interceptó antes de que pudiera llegar a ellos.

—Los malos quiero decir.

—¿Has dejado de tomar esas tabletas de la prisión?

Michael cambió de tema.

—No te preocupes por mí.

—Lo hago.

—Solo mejora. El doctor dice que serán cinco semanas. Entonces, estarás de pie y caminando. Ahora, hay un bote que sale el 13 de febrero.

Polly comenzó a divagar.

El corazón de Olivia comenzó a latir más rápido de miedo. No podía dejar que Michael y Polly huyeran, dejándola solacon Tommy y Arthur.

¿Qué pasaría si algo les sucediera a alguno de ellos?

—Dile a Tommy que necesito verlo. Dile que traiga una pistola lo suficientemente pequeña como para caber en la cama en caso de que regresen.

Michael gimió un poco mientras Olivia se apoyaba en un lugar adolorido de su cuerpo.

—No, le he prohibido a Tommy venir.

—¿Las fábricas volverán a trabajar mañana?

—Solo olvídate de las jodidas fábricas.

La voz de Polly se elevó.

—La despertarás. ¿Hay alguna noticia de qué habrá huelga?

Michael continuó cambiando de tema.

—Iremos a Australia. Seremos solo tú, tu hermana y yo. Porque descubrí dónde está enterrada, en algún lugar cerca de Melbourne.

Olivia se sintió enferma ante la mención de Melbourne. Ahí era donde había estado, protituyendose para poder poner pan sobre la mesa.

—Escucha, mamá. Voy a mejorar lentamente. Pero necesitas mejorar rápido. Sin ti, él se desmorona y sin él, nos llevarán a todos. Tienes que ayudarnos a superar esto.

Polly sacudió la cabeza con desesperación.

—Entonces prometo que abordaré ese tren contigo e iremos a Australia.

Michael mintió, pero Olivia no sabía que él estaba mintiendo, su corazón se desplomó al pensar en quedarse sola otra vez.

Esas serían otras dos personas importantes que amaba para agregar a la lista.

Abrió un ojo para ver a Polly con una lágrima rodando por su rostro.

—Mamá. No puedo dejarla.

—Tienes que hacerlo. Por tu seguridad.

—¿Y la de ella?

Michael fue fuerte en su respuesta.

—Ella puede manejarlo. Finn y Arthur la cuidarán.

Polly desestimó la conversación mientras recogía su bolso y se ponía el abrigo.

—Mamá, para—Michael se quejó.

—Mejora pronto cariño, te amo.

Polly picoteó la mejilla de su hijo y se dirigió hacia la puerta.

—La amo. Por eso no puedo dejarla.

Había gritado antes de que ella pudiera salir por la puerta. Polly hizo una pausa por un segundo, pensando, antes de irse.

—No sabes lo que es amor, Michael.

𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋 ━ MICHAEL GRAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora