Un sentimiento nuevo

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-No, Yo.... Perdóname pero no puedo- Dije a la vez que me separaba de el.

-No tranquila perdóname fui yo.... En realidad lo siento- Dijo un poco apenado.

-No tranquilo, no fue tu intención- Dije tratando de excusarme, apague la radio y nos bajamos del auto. Mire la hora y eran las 9:00 Ya había perdido mi primera clase, por lo que supuse que ya estaba en el break. -Y tu ¿a donde vas?- Le pregunte a Drake viendo que ya se alejaba.

-Tengo unos asuntos que arreglar- Dijo dándome un beso en la mejilla de despedida y con una sonrisa en su rostro. No le dí importancia y seguí mi camino hacia la universidad y fui a la cafetería, allí estaba mi mejor amiga, Anaís, Ella era una chica alta, de cabello rubio, blanca y ojos verdes, sentada en una mesa sola, miro hacia la puerta y me ve, a lo que me grita.

-¡Elizabeth Ven!- Dijo un poco emocionada. Fui Corriendo hacia la mesa donde ella se encontraba y tome asiento. -¡Hey! ¡Que Pasa!- Dije Un Poco Contenta.

-¿Donde estabas?- Preguntó un poco histérica.

-Lo siento mi padre llego hoy de viaje y me retrase un poco pero no me paso nada- Dije tratando de tranquilizarla.

-¿Por que vienes con una gran sonrisa en tu cara?- Preguntó un poco asustada y misteriosa, creo que no está acostumbrada a verme de esa manera.

-Pues.... ¿Te acuerdas que dije que mi papá llego hoy?- Ella Asintió -Trajo a un invitado.

-¡O Por Dios! ¡ELIZABETH HOWARD! No me digas que.....- En ese momento la interrumpí y empecé a contarle todo. -WOW Elizabeth te felicito- Lo que dijo tuvo un gran efecto en mi, y causó que me saliera una sonrisa de oreja a oreja. De repente me dí cuenta que la cafetería empezaba a verse mas vacía, por lo que decidimos ir a clases, el día transcurrió normal, pero no dejaba de pensar en Drake Y aquel beso, aun lo revivía en mi mente, lo veía una y otra vez.

Después del instituto me dirijí al estacionamiento, desde lejos vi a alguien recostado en mi auto, parecía que me estaba esperando, me asuste, pero a medida que iba acercándome ví a Drake que estaba con una gran sonrisa en su rostro al verme.

-¿Que haces aquí?- Pregunte un poco preocupada -¿Hace cuanto que estas aquí?.

-Uno: Pues esperándote y Dos: hace poco- Dijo alegre saludándome de beso.

Le quité el seguro al auto y abrí la puerta y le pregunté -¿Vienes conmigo? entra, te invito un café- Dije Alegre, El asintió un poco sorprendido y entró al auto. Conduje hasta llegar a la cafetería mas cercana, lo estacioné y baje del auto con Drake. Los dos entramos, él pidió un café y yo un capuchino.

-¿Y a que se debe todo esto que estas haciendo?- Preguntó arqueando una ceja.

-¿Hacer que?- Pregunte haciéndome la tonta.

-Que me invites a tomar un café y todo esto, me parece un poco raro- Dijo un poco directo.

-Pues la verdad, todo lo que paso esta mañana, creo que quiero conocerte más- Dije y los dos sonreímos, cuando me dí cuenta Drake estaba a centímetros de mis labios... Poco a poco se acercó y nos estábamos besando de nuevo, pero esta vez no me separe de él, sentía una conexión tan extraña pero a la vez tan especial, como si nos conociéramos de toda la vida. Cuando nos separamos lo mire a los ojos y el me sonreía.

Entramos a la cafetería y hablamos un rato, sobre él, sobre mí, donde habíamos nacido, sus hobbies, todo -Y, Drake, ¿Que edad Tienes?- pregunté y luego tomé un sorbo de mi capuchino.

Sonrió, valla que era hermosa su sonrisa. -Nena, no te imaginas cuantos- ¿Qué me habrá querido decir?.

-En serio ¿Cuántos años tienes?- dije sonriendo, aunque confundida.

-¿Cuantos me pones?- me dijo sonriendo aún más, al parecer le divertía.

-Jummmmm... Tal vez, unos ¿veinticinco?- soltó una carcajada.

-Ay princesa, tengo más que eso- aparentaba menos.

Miré al cielo, ya era de noche -Debo llevarte a casa o papá me matará- Dije mirando mi reloj.

-Pues yo no se lo permitiré- Dijo mirándome dulcemente.

Subimos a mi auto y nos dirigimos a casa. Esta vez encendí la radio y fuimos escuchando música. Hubo un profundo silencio, decidí romperlo -Y ¿Cuanto tiempo te quedaras?- Pregunté.

-Pues la verdad no lo sé, lo que sé es que conseguiré un trabajo para no molestarlos con mi presencia en la casa- Dijo un poco triste.

-Claro que no eres una molestia, es un placer tenerte con nosotros- Dije sonriendo.

Llegamos a casa, apague la radio y bajamos del auto. Drake entraba a la casa mientras yo estacionaba el auto en el garaje.

Entre a casa, y justamente mis padres y mi hermano nos esperaban en el comedor sentados, lavé mis manos y nos sentamos en la mesa, empezamos a hablar del viaje de papá -Hija, te traje un vestido pero no se si te guste, pero a mi si me gusto y lo compré para ti- Dijo mi padre, en el momento me emocioné y no pude contener una gran sonrisa de oreja a oreja -Gracias papá!- Dije emocionada.

Terminamos de cenar y recogí los platos para lavarlos, después me despedí de mis padres y le mostré a Drake su habitación. Después de eso caí en mi cama cansada, estaba agotada del día que había tenido, me levanté de la cama, tomé mi pijama y me cambié, después de eso me acosté a dormir.

Tuve un sueño bastante extraño.

Vi cuando salíamos del auto Drake y yo en el paradero de la universidad, cuando él se alejaba no era yo, simplemente no me veía, era como si fuera invisible. De repente, vi cuando Drake entraba a un callejón y veía a mis padres, vi que mi padre tenía una llave dorada, con esmeraldas incrustadas, la puso en frente de la pared y se abrió una parte de la pared, que parecía una puerta, entraron mis padres, entró Drake y luego entré yo, puerta se cerró sola detrás de mi.

Era como una oficina, había una mesa de madera color vino tinto, detrás había una silla de oficina, y adelante habían dos, al lado vi un estante lleno de libros, la mayoría hablaban de vampiros, las paredes tenían un toque que las hacía ver como si fueran piedras,¿Qué es este lugar?¿que hace Drake acá y por qué habla con mis padres?, toda clase de preguntas recorrían mi mente en ese momento, Drake tomó asiento en una de las sillas que estaba en frente de la mesa que estaba llena de unos papeles que no vi bien, mi padre tomó una silla que estaba al lado donde Drake se sentó y la puso atrás de la mesa, mis padres se sentaron detrás de la mesa.

-¿Te aseguraste de que nadie te viera?-Preguntó mi padre. Drake asintió -Si, señor-, se lo notaba un poco nervioso, no podía comprender por qué.

-Incluso vine con Elizabeth, para que nadie sospechara- Dijo Drake.

-Perfecto- Dijo mi padre.

-Debemos arreglar todos estos asuntos antes de que Elizabeth salga, o sospechará algo- Dijo mi madre un poco preocupada. Aún no comprendía lo que pasaba.

Eternamente Tuya. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora