Eternamente Tuya. (Pausada)

El Sueño

Estaba realmente confundida.

-Elizabeth no tardará en desarrollar sus poderes, ya que sus instintos no han despertado, por eso te traje aquí Drake, debes enamorarla, convertirla en vampiro y después depende de ti si quieres seguir con ella- Dijo mi padre un poco serio. ¡¡QUE!! ¿YO?¿UN VAMPIRO? No Podía creerlo.

-Señor, haré lo que sea, usted me salvó la vida y ahora yo le estoy devolviendo el favor- Dijo Drake.

-Y esperamos que así sea, pero cuando los demás vampiros se enteren de ella, van a tratar de matarla en el proceso, por ahora ella solo es un humano débil- Dijo mi madre preocupada. 

-Tranquila señora, yo me encargaré de cuidarla- Dijo Drake tranquilizando a mi madre.

Luego mi Padre tomó un frasco lleno de un espeso líquido rojo, lo sirvió en tres copas y los tres brindaron. -Por la felicidad y la seguridad de Elizabeth- Dijo mi padre y todos tomaron. Luego siguieron hablando de mi futuro, que harían por mi seguridad.

De repente sentí como si me jalaran afuera de aquella habitación, cuando volví a mi cuerpo escuché la alarma del reloj despertador.

-Uuuggggggggggghhhhhhhhh!!!!- Dije Un poco somnolienta, me dirigí hacia el baño y tomé una ducha, no paraba de pensar en aquel extraño sueño que había tenido esa noche. Y si tan solo era algo que estaba en mi mente y por eso soñé con eso, si solo era un sueño, y nada más, no podía ser nada más que un sueño, por que los vampiros no existían. Si solo era un sueño y nada más. Terminé de bañarme y salí del baño y me vestí, me puse un esqueleto gris, con unos jeans y unos converse negros, me dejé el cabello suelto y me dirigí a la cocina, encontré con mi padre que estaba desempacando sus maletas, -Hola hija, ¿Dormiste bien?- Dijo mi padre alegre. -Si papá- Dije un poco pensativa -¿Que te pasa hija? Te veo un poco pensativa- Dijo mi padre preocupado. -No papá no es nada- Dije saliendo de mis pensamientos. Cuando vi un hermoso vestido color azul claro con una cinta negra que separaba la parte de arriba con strapless y era un poco corto, hermoso. -Hija, es lo que traje para ti- Dijo mi padre con una sonrisa en su rostro al ver mi reacción. -Es Hermoso- Dije emocionada -Gracias Papá- Dije mirando el vestido, había quedado matada con ese vestido, en ese momento bajó Drake y me vio con el vestido.

-Buenos Días-Dijo mientras me saludaba de beso en la mejilla, mientras mi padre se dirigía a su habitación. -¡Wow! que vestido tan hermoso, ya quiero ver que te lo pongas- Dijo con una mirada juguetona, Yo solo sonreía como una pequeña cuando le regalan la muñeca que tanto deseaba en navidad.

Drake Se dirigió al comedor a desayunar y yo me fui a mi habitación a guardar el hermoso vestido que mi papá me había regalado.

-Buenos días- les dije mientras me sentaba en la mesa. 

-Marie, a Elizabeth le encantó el vestido que le traje-Dijo mi padre a mi madre.

-Que bueno, se verá hermosa en él- Dijo mi madre.

-Estoy totalmente de acuerdo- Dijo Drake mirándome.

-¿Que tal si comemos en paz y dejamos de hablar de Elizabeth y su vestido nuevo?- Dijo Ben un poco enfadado. Mi madre le soltó una mirada que lo intimidó. -Lo siento, es que, todo para Elizabeth y nada para mí-Dijo Ben triste.

-Pero si a ti también te traje algo- Dijo mi padre.

-Ya lo sé, pero solo hablan de ella y como se vería en su vestido nuevo- Dijo Ben triste -Ya se me hizo tarde debo irme- Y se fue.

Yo no decía nada, por lo que estaba pensando en aquel extraño sueño. -Elizabeth, Querida, ¿te pasa algo? te noto muy distraída- Dijo mi madre preocupada.

-No, tranquila solo estoy buscando inspiración para mi clase- Mentí, solo estaba pensando en ese sueño y no debía decírselo a nadie, por más ganas que tuviera de decírselo a alguien. Drake terminó primero que yo así que el se dirigió a la cocina primero, luego terminó mi padre y en la mesa quedamos mi madre y yo solas, terminé de desayunar y mi madre me dijo -Cuando vengas, tu y yo debemos hablar- Me causó curiosidad, de repente me acordé del sueño, y si en verdad mi madre me iba a decir lo que en realidad soy? o si solo era algo mío y si en ese caso era verdad el sueño, ¿Cuando desarrollaría mis "poderes"? No podía dejar de pensar el eso. 

Salí de casa y me subí a mi auto para dirigirme al instituto, encendí la radio y mi auto, esta vez no iba tarde. Llegué al parqueadero y dejé el auto allí y caminé hasta la entrada del instituto, allí me encontré con Anaís.

-Hola, ¿Como estas?- Le dije a mi amiga .

-¡Hey! Bien ¿y tu?- Dijo alegre.

-Bien, Amiga debo mostrarte lo que mi padre me trajo de su viaje a Alemania- Dije emocionada.

-¡Genial! ¿Tu Amigo?- Dijo bromeando.

-Jajajaja- Solté una carcajada -¡Claro que no!-

-¿Entonces?- Preguntó.

-Que tal si a la salida vas a mi casa y te muestro- Dije alegre.

-Ok, no hay problema-Dijo. 

Entramos al instituto y nos dirigíamos al aula, la maestra entró -Buenos días, por favor tomen asiento- Todos tomamos asiento -Clase, tengo que informarles que tenemos un nuevo estudiante- ¡No lo podía creer! la persona que entró al aula ¡Era El! no lo creía, me quedé completamente Fría, me congelé, corrieron escalofríos por todo mi cuerpo. Era él y no podía hacer nada, luego me miró y soltó una sonrisa macabra, estaba completamente sin palabras.