Eternamente Tuya. (Pausada)

Oh, oh.

Nota de la autora:
Hola queridos lectores, espero que tengan un hermoso día.
Quiero pedirles perdón por tardar tanto en subir, la verdad tuve un bloqueo mental y estaba trabajando en otro de mis proyectos, así que no sabia que hacer con este y lo pausé por un tiempo, no les prometo que suba mas seguido, ya que en febrero tengo que entrar a la universidad y tal vez termine siendo un zombie, pero haré lo posible por subir más seguido.
Feliz 2015.
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Intentaba gritar, pero no podía, esa persona tenía mucha fuerza, estaba aturdida, intentaba moverme, tenía mucha fuerza.
-Shhhhh...- decía una y otra vez. Yo solo intentaba gritar.
Seguí moviéndome, tenía uno de sus brazos alrededor de mi cintura forzando mi cuerpo hacia él y con la otra mano me tapaba la boca.
-Tranquila- dijo, era él. Me paralicé deje de forcejear y el me liberó.
-¿Qué haces aquí?- pregunte, la verdad no creía que podía estar aquí.
-Vine por ti- Respondió Drake, por como sonaba su voz estaba sonriendo, su hermosa sonrisa que me volvía loca.
No sabia que hacer, así que lo abracé, sentí su olor entrando por mis fosas nasales, olía extrañamente familiar. -Te extrañé Drake.- dije abrazándolo fuerte.
-Y yo a ti preciosa- dijo acariciando mi cabello.
Me levanté y encendí la Luz.
Era él, estaba acostado en mi cama y sonriendo como siempre lo hacía, me miraba, como la primera vez que nos vimos. Esta vez sentía que algo se partía dentro mío.
No puedo creerlo, había engañado a Drake con nuestro peor enemigo, o, bueno, su enemigo.
-¿Me extrañaste? -preguntó Drake sacándome de mis pensamientos.
¿Qué haré ahora?
Lo arruinaste todo. Tenía ganas de gritarle.
-¿Que haces aquí?
-¿Es obvio no?
Giré mi cabeza de un lado a otro, estaba procesando el momento, me sentía tonta por haberle hecho esa pregunta.
-Vine a llevarte conmigo -se acercó a mí- que empecemos una nueva vida, juntos. Sin personas que nos hagan la vida imposible, estarás a salvo conmigo. -pensé en el momento que me secuestraron, vaya que iba a estar fuerte con el.
-Y bien -pregunté -¿cual es tu plan?
-Irnos ya -dijo seguro y sonriendo -¿estás bien?
Creo que mi cara lo hizo preocuparse. No sabia que hacer.
-Y ¿que estamos esperando? -quería salir rápido de ese lugar.
Nos acercamos a la puerta, estaba abierta, salí primero. En el pasillo encontré a Alan, que se acercó a mi con una gran sonrisa.
-Y dime -dijo empezando a acariciar mi brazo -¿irás conmigo? -miró detrás de mí, su sonrisa se desdibujó tan rápido que no me di cuenta. Miré detrás de mi y estaba Drake. Alan me miró confundido. -No sabía que él hacía parte del plan -Drake se acercó.
-¿Ir a donde?¿Qué plan?¿Qué está pasando Elizabeth? -Drake también estaba serio. Dios.
-Que ya no hace parte de tus mentiras, sabe la verdad, sabe lo que han estado ocultándole todo este tiempo. Ya no es ingenua Drake, y sabes que en cualquier momento tu ángel puede convertirse en un demonio, uno que te pueda comer vivo. -Alan y Drake empezaron a discutir, yo estaba en silencio escuchándolos, esperando el momento oportuno para defenderme.
-¿Qué mentiras? Si le he ocultado algo o no, no es de tu incumbencia, es mi novia, no le ocultaría nada, ¿Por qué habría de hacerlo?
-Porque quieres el poder, porque tienes hambre de poder.
-¿Poder? Tengo poder en mi tierra, ¿por qué tendría hambre de poder? Puedo hacer lo que me plazca, soy EL príncipe Drake -Dijo alzando la voz cuando dijo "El".
-Nunca es suficiente -Drake rió sarcásticamente -para ti no.
-No tengo nada que decirte, Elizabeth vamos -jaló mi brazo, Alan me miraba decepcionado, yo me quedé en mi lugar, no decía nada. -¿Que pasa cariño? ¿No quieres ir?.
Lo miré a los ojos. -Me estás lastimando -liberé mi brazo de su agarre y corrí, estaba buscando a Joe, bajé a la cocina.
Escuchaba a Drake gritando mi nombre detrás de mí.
Allí estaba Joe, sentado en el suelo de la cocina con una botella de yo no sé qué.
-Joe -dije sollozando arrodillándome a su lado, el se preocupo.
-¿Que pasa Elizabeth? ¿Estas bien? -Joe estaba preocupado.
Sentí un nudo en mi garganta, uno de los dos me estaba mintiendo.
-Alan y Drake -dije llorando, el se acercó.
-¿Que pasa con ellos? -preguntó serio.
Escuché la voz de Drake detrás de la puerta de la cocina, no quería ir con Drake, algo dentro de mí me decía que no debía ir con el.
-Mierda -dijo Joe.
Me tomó del brazo y me jaló hacia una puerta, la abrió y entramos, para cuando Drake entró ya no estábamos allí. Había un olor repugnante, era tan asqueroso que me dio nauseas el olor.
-¿Donde estamos? -pregunté tapándome la nariz con una mano. Joe no respondió y seguimos avanzando. Encontramos otra puerta, Joe la abrió y salimos, estábamos fuera de la casa. Caminamos una cuadra, allí había una camioneta, Joe abrió la cajuela de la camioneta y sacó un poco de ropa.
-Ten, tal vez esto sirva -me dijo pasándome la ropa, miré la ropa que tenía puesta, y descubrí que aún tenía la ropa para dormir, incluso estaba descalza. -Cámbiate aquí -dijo abriendo la puerta de la parte trasera, los vidrios eran polarizados, así que no tenía problema que Joe me viera, pero aún así sentía pena. Entré a la camioneta y tenía un olor bastante familiar, ignore eso, después lo averiguaría. En este momento solo pienso en que Drake no me encuentre. Entre la ropa había un pantalón negro, botas estilo militares, una camiseta negra y un saco gris. Genial, ahora parecía una gótica demente.
Abrí la puerta de la camioneta, y salí.- Estoy lista -dije a Joe que me miraba gracioso- muy gracioso -entrecerré los ojos.
-Dame la ropa que te quitaste -obedecí, se alejó con ella corriendo y luego volvió, me metí a la camioneta en el asiento del copiloto, el como piloto.
Joe aceleró rápidamente.
-¿A dónde vamos? -le pregunté a Joe.
-A un lugar seguro. -respondió fríamente.
Hubo un silencio profundo, no podía parar de pensar en Drake y Alan. Habían muchas preguntas en mi cabeza, no podía dejar a Drake solo. Inmediatamente se formó un nudo en mi estómago, me sentía mal, había dejado solo al hombre que estaba intentando rescatarme, aunque sentía cierto rencor y odio hacia el, y si ¿Alan me estaba mintiendo? Me había odiado toda su vida, o eso era lo que pensaba. Pero, en ese momento sus ojos no mentían, estaba segura de ello, así que, ¿Quién me estaba mintiendo?.
Pensar todo lo que había pasado con Drake me llenaba de tristeza, aunque necesitaba hacerlo, necesitaba alejarme.
Amo a Drake, pero mis recuerdos aman a Alan.
Sin darme cuenta las lagrimas empezaron a rodar por mis ojos. Joe me miró preocupado, luego volvió a poner su vista en la carretera.
-¿Puedes decirme que pasó? -la voz de Joe era ronca.
-Drake vino a rescatarme -dije agachando mi cabeza y limpiándome las lágrimas. -en lo que salíamos, nos encontramos con Alan, empezaron a discutir, Drake me tomó del brazo, me lastimaba, corrí hasta encontrarte. -sollocé.
-¿Cómo que Drake te lastimó? Me las va a pagar el desgraciado.
-No vale la pena Joe -dije mirando la ventana.
-¿Estás bien? -dijo poniendo su mano en mi pierna.
-¿La verdad? No. -dije mirándolo. -Joe, soy un monstruo, la verdad, no sé quien me dice la verdad, amo a Drake con todo mi corazón, sentí algo especial en cuanto lo vi, es la persona a la que quiero, no quiero separarme de él, pero Alan es todo lo que he conocido, es la persona con la que he pasado tiempo, aprendi muchas cosas con él.
-Pero sabes que tu tiempo con Alan fue en tu vida pasada.
-Exacto. Y no me como el cuento de: sólo quería llamar tu atención, me pregunto ¿Por qué me había hecho tanto daño si me amaba? Y ¿Por qué mi familia me había estado mintiendo todo este tiempo?
Joe exhaló -El amor es algo inexplicable Elizabeth.
-Joe, no sé qué hacer, engañe a Drake, a la persona que mas amo.
Recordé la primera vez que nos vimos, la conexión que sentimos, nuestro primer beso, en la cafetería, cuando estábamos en la universidad, no encontraba el sentido de todo.
Me sentía mal, había abandonado a Drake, ¿y si Lord Max lo encontraba? Nunca me perdonaría que le hicieran daño. Creo que estaba empezando a sufrir las consecuencias de mi acto.
Cuando me di cuenta de algo, estábamos en la carretera, en medio de la nada, lo único que se podía ver era bosque y mas bosque, éramos los únicos en la carretera era sospechoso. A lo lejos vi un circulo, estaba en medio de la carretera, justo frente a nosotros.
-¿Que es eso Joe? -pregunte.
-Es un portal.
¿Que? ¿Portal hacia donde? Eso era absurdo, miré a Joe con los ojos bien abiertos.
-¿Hacia dónde?
-Hacia la tierra
Estaba a punto de desmayarme.
-¿En dónde estamos Joe?
-En el inframundo.