Opté por ver aquél vestido, mis sospechas estaban confirmadas, ese, aquél hermoso y corto vestido era el que mi padre me había regalado cuando regresó de su viaje.
- Pero, ¿que hace esto aquí? -nadie me respondería, pero estaba muy desconcertada y algo molesta, tal vez era muy similar, pero, juzgando por su marca, solo había uno en todo el mundo, y yo lo tenía. Pero, si ¿hicieron otro similar? Lo saqué y volví a la habitación, todo estaba ordenado, la cama estaba tendida y tenía sábanas limpias. Todo estaba diferente, se veía ordenado. Escuché como me volvían a encerrar.- Genial -dije en voz alta, coloqué el vestido sobre la cama, lo examiné, cada detalle, cada hilo, cada retazo. Todo decía que ése era mi vestido, hablaría con Lord Max al respecto. Olía a mi guarda ropa, y lo peor, ¡OLÍA A DRAKE! lo cual me resultaba indignante.
Volví al armario gigante, quería, mejor dicho, tenía que vestir algo de aquel armario, <¿cuantas darían demasiado por estar aquí?> Pensé. Pero estaba atrapada, debía salir de allí, fuera como fuera. Tomé una camiseta, y un jean, ropa interior y listo.
Entré al baño, abrí el grifo, me desvestí esperando que el agua se calentara, cuando estuvo caliente entré a la ducha, necesitaba relajarme un poco, los extrañaba, a todos, a mi hermano, a mis padres, mis compañeros, mi mejor amiga, pero sobretodo, a Drake, sus ojos, su sonrisa... Extrañaba esa sensación de seguridad que me daba su compañía, extrañaba cuando me cuidaba, cuando me sacaba una sonrisa por cualquier razón, los ratos con él eran muy agradables, aunque fue poco tiempo.
Abrí mis ojos al sentir que ya no tenía el shampoo, cerré el grifo, tomé una toalla, me envolví con ella y salí del baño.
Me vestí y me senté en la cama, la puerta se abrió y entró Joe.
- Hola -le dije un poco desanimada.
- Hola, ¿pasa algo Elizabeth? -dijo acercándose.
- No, nada -dije mirándolo.
- Sé que te pasa algo, cuéntame -dijo sentándose a mi lado.
- No, no es nada, solo que... -me interrumpió.
- Elizabeth, somos amigos de casi toda la vida, te conozco, sé que te pasa algo. -dijo serio.
- Es que, extraño todo, mi vida, mi familia, todo... Y... A una persona en especial.
- ¿A si? ¿que persona? ¿me puedes hablar de aquella persona?
- ¿Sabes quien es Drake?
En su rostro se desdibujaba una sonrisa- ¿Drake? -dijo con espanto, y como si fuera poco su rostro se tornó pálido, más pálido de lo que era.
- ¡¿EL PRÍNCIPE DRAKE? ELIZABETH, ¿ESTAS LOCA?! -se paró y empezó a caminar de lado a lado en frente mío.
- Sí, ¿que tiene de malo? -pregunté confundida.
- ¿Y aún así me preguntas? ¿que tiene de malo? -gritaba, y se decía a sí mismo una y otra vez "Que tiene de malo" caminando de lado a lado. Me empecé a desesperar, me paré enfrente de él- ¡¿QUE PASA?! -grité.
- Joe, tranquilízate y cuéntame -dije enojada.
- Pero, ¿que son? -preguntó. Yo sólo quedé en silencio.
- No lo sé, es confuso.
- Me conformo con un no lo sé. Sinceramente si fuera tu esposo o prometido... -sacudió la cabeza intentando sacar sus pensamientos- No quiero ni pensarlo.
- ¿Y si fuera así?
- Elizabeth, ¡estás loca!
- No es para tanto -dije tranquilizándolo.
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Eternamente Tuya. (Pausada)
LobisomemElizabeth Howard...Una chica común y corriente, que lo ha tenido todo en su vida, un hermano mayor fastidioso, familia que la quiere y un novio que la ama, y como siempre los enemigos no faltan, en su instituto, tendrá que convivir con una de sus ma...