BenxSally "Te recuerdo" [Book 3]

Capitulo 25-"Prisión"

Sally P.O.V

No se como es que me metí en este lió, ayer estaba tranquilamente sentada en clases, lanzandole bolitas de papel a Toby y esperando a que el profe cayera en mi trampa del baño de mayonesa, y ahora...de repente estoy encerrada en una patrulla de policía, ¿cómo demonios paso algo así?.

Sally: Hey!, ¿a donde vamos?

Policía: ¿A donde crees?, a prisión

Sally: ¿Así? ¿sin juicio? ¿por qué? ¿de que se me acusa? ¡¿ah?!

Policía: ¿No es obvio?, trepaste una reja, propiedad privada, supongo que no lo sabes porque aún eres una niña...¿tus padres nunca te hablaron sobre aquella reja? ¿jamás te advirtieron que no debías acercarte?

Sally: ¿Ah...?, pues...

En ese momento recordé...

Flashback.

Narrador P.O.V

En una refrescante mañana, hace un poco más de ocho años, cuando Sally, Miguel y Creig aún eran muy pequeños, de seis o siete años...(por supuesto, en los recuerdos "falsos de la vida de Sally)

Sally: ¡Mamá!, por favor...déjame salir, quiero ir a jugar con Miguel y Creig, ¿si?

Linda (mamá de Sally): Hija, no necesitan salir a ningún lado, pueden jugar aquí dentro de la casa ¿oh no?, tienes muchos juguetes, ¿por qué no se quedan aquí?

Miguel: ¡Buu!, aquí no podemos jugar futbol, no hay espacio para correr

Creig: Además no queremos jugar con peluches y muñecas :p

Linda: Jeje entiendo...en ese caso, esta bien, pueden salir pero...

Sally: ¿Pero...?

Linda: No se alejen demasiado ¿de acuerdo?

Miguel: ¿Por que no?, los carros no pasan por aquí y de día todo es muy seguro...eso fue lo que dijo mi mamá

Creig: ¡Si!, además yo quería ir a jugar al parque de...

Linda: ¡No!

Gritó la mujer de un modo muy extraño, alzando la voz como se hubiese enfadado cosa que claro, asusto a los pequeños, quienes pidieron disculpas y soportaron las ganas de llorar.

Linda, No, esperen, quise decir...de acuerdo, si quieren ir a ese parque, pueden ir, solo no tarden mucho y por favor recuerden que...por ningún motivo deben acercarse a la reja, no la toquen, no traten de ver lo que hay del otro lado, es más...ni siquiera se acerquen ¿quedo claro?

Miguel: ¿Por qué? ¿cuál es el problema? ¿qué pasa si lo hacemos?

El pequeño rubio cruzó los brazos, parecía tener una mirada de curiosidad mezclada con una sonrisa retadora, como si pensara: "si dicen que no lo haga, entonces lo haré". Eso de inmediato altero a la mujer.

Linda: ¡No lo hagan! ¡nunca!, es que, del otro lado hay...hay...monstruos, si, eso, monstruos que se comen los corazones de los niños que saltan la reja...

Los tres: ¡¿Qué?! D:

Linda: Miguel, pequeño, debes prometer que cuidaras de Creig y Sally, ¿puedo confiar en ti?

Pregunto la mujer sumamente nerviosa, los niños por otro lado estaban asustados, sorprendidos, no querían que un monstruo se comiera su corazón, y mientras los pequeños Creig y Sally mantenían sus ojos llorosos...el mayor (por unos meses), que era Miguel, tragó saliva, se golpeo ligeramente el pecho, limpio las lagrimas de sus ojos con su antebrazo y finalmente abrazo a sus amigos.