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-¡Emma!- Gritó Dustin cuando ella se soltó de su agarre y corrió hacia la luz blanca. Ella nunca llegó a escucharlo
Hork Cora, Jules y Dustin habían quedado en la habitación oscura, que estaba completamente a oscuras.
-Vamos- Dijo Hork cuando encontró la linterna de su celular, apuntando a la escalera
-Hablaré con mamá- Dijo Dustin- Espero que ella sepa que hacer.
-Voy a hacer lo mismo- Dijeron Jules y Hork.
Cora subiá la escalera a paso veloz. No quería seguir en aquella habitación. Si, era la mayor del grupo, pero la oscuridad no le traía los mejores recuerdos.
•~•~•
-¡Mamá!- Llamó Dustin cuando abrió la puerta de la casa.
-¡Dus! ¿Dónde estaban? ¿Dónde está tu hermana?- Evie abrazó a su hijo mayor, sin soltar a Sophie.
-Siéntate- Dijo Dustin con seriedad mientras se sentaba- Pasó algo muy extraño.
Evie no habló, solo miró a su hijo en silencio.
- A May, y a Helen, les llegaron notas extrañas, decían que ustedes eran unos traidores, que no pertenecemos aquí.- Dustin miró fijo la vista en los grandes ojos marrones de su madre.- Fui, con ellas, Hork, Owen, Jules, Cora y Emma. Owen trazó un plan.
Evie solo miraba atenta, preocupada, mientras mecía a su hija menor
-Con una brújula vieja, y algo de magia, conseguimos llegar a la isla de donde venían las cartas. Y no. No era la isla de los perdidos ni ninguna isla conocida. Usamos polvo de hadas, que Emma y Owen tenían.
Hallamos una puerta, y una escalera. Bajamos.- Dustin respiró profundo- Había un rayo pequeño, en un pedestal, brillaba. May, Owen y Helen se acercaron. Helen rozó el rayo, este lanzó una luz blanca, yo sostenía a Emma, pero ella corrió hacia Owen y la luz también se la llevó. No sé porque lo hizo, ella no es así.
-Hijo, esto es algo grave- Dijo Evie dejando a Sophie sentada en su silla.- Gracias por contarme. Hablaré con Mal, Ben y Uma. ¿Puedes cuidar a tu hermana? Papá llega en un rato.- Evie miró a sus dos hijos.
-Mamá, quiero ir contigo, mis amigos desaparecieron, quiero saber que pasa. Tengo trece años, ya no soy un bebé.
-Está bien- Asintió poco convencida- Vamos.

Un felices por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora