Después de que aquel chico se retiró, ella solo pensaba en cómo ayudarlo y darle esa seguridad que él tanto requería, entendió que a través de esa historia él trataba de mostrarle de cómo fue y quien era hasta el momento, era muy difícil digerir ello, ya que su actividad favorita era estar en aquel sitio de rehabilitación, pero nunca había visto algo parecido por así decirlo. Fue así que, en una llamada, solo lo escuchaba hablar y muy poco ella hablaba, solo quería brindarle lo que nunca nadie antes le había brindado, al punto de que él se sentía muy cómodo.
Por otro lado, nuestro enfermo mientras regresaba a su casa iba muy triste y decepcionado pensando en que ella lo vería diferente y que perdería la única persona la cual no le tuvo miedo, pero solo quería mostrarle quien era en realidad, solo esperaba que tomara esa historia como un arte y no que haya descubierto de quién era él en realidad. Sus deseos por sentir esos hermosos labios crecían, pero, no sabía si hacerlo, ya que no sabía si era lo correcto y no quería hacerla sentir incómoda o que se enojara solo por aquel beso.
El deseo de odio estaba nivelado gracias a ella, pero crecía cada vez que pasaba a los alrededores de aquella institución sin ningún problema, su deseo era asesinar a cada uno de los que estaba allí, exceptuando a los enfermos. Cada noche una frase para su gran motivación por supuesto que era ella, su inspiración crecía y ya no era tan oscuro posesivo, ahora era lindo y poético a la vez. El tiempo transcurría muy lento, solo estaba esperando que llegara ese día tan especial y único para él, por fin podría convivir en un evento con una persona y más que sea una hermosa mujer que confíe y se sentía a gusto con él. Fue así que empezó a imaginar cómo estaría acomodada la feria y en donde podría recitarle un poema. Faltaban dos días, empezó a buscar que ponerse ya que siempre vestía solo de negro y muy rara vez variaba su vestimenta, después de un tiempo logró conseguir que colocarse aquel día. Por el lado de la hermosa chica, también estaba desesperada pensando en que vestimenta usar en aquella feria, pero, ya estaba preparada para hacerle pasar una noche muy feliz a él. Llega el día tan esperado, cada paso para ambos eran entusiasmantes, una sonrisa gigante con una mirada intimidante. Al encontrarse, sus ojos brillaban como un sol, él sin duda la saluda y le recita un poema con gran emoción: Cuando solo quede una estrella yo estaré contemplando la oscuridad, destellos alrededor de mis ojos, con mis pupilas dilatadas brillando como el sol, el universo está en mis ojos, pero falta un complemento. A pesar de que sea infinito sigue siendo frío y oscuro como mis sentimientos, tu eres la única estrella dando luz en esta perpetua oscuridad...
Un vestido llamativo con un color amarillo, iba ajustado dando una gran figura a cada una de sus curvas las cuales él deseaba explorar con una gran tranquilidad, su falda caía desde la cintura llegando casi a sus rodillas dejando ver la piel lisa de sus muslos, parecía un cuento, todo de ella era perfecto, ni hablar de sus ojos que mostraban todo un universo perfecto sin defectos que reflejaban tranquilidad, el brillo ocular parecía el agua quieta. El destello de su sonrisa que reflejaba una pasión y deseo incluyendo a sus maravillosos labios que él quería besar para luego sonreír y quedando inconsciente de su hipnotización, sus cachetes eran como algodón al tocarlos solo se sentía una ternura esencial la cual le hacía parecer su niña. Por la visión de ella, veía la cara de aquel hombre hipnotizado por ella, nunca alguien la había visto como él lo había hecho, se sentía muy feliz y más por el poema recitado, procedió a decirle que se veía muy guapo ya que venía vestido con un pantalón dril licrado de color azul, un camibuso blanco y unos zapatos negros, llegando a abrazarlo sin alguna duda, fue así que en la mente de él quedó anonadado por aquellas palabras, por fin lo veían de otra forma y no de un enfermo horrible tanto psicológicamente como físicamente, allí empezó su segunda cita o bueno se puede llamar así.
Estuvieron en diversas partes en aquella noche como por ejemplo en los carritos chocones, montañas rusas, comiendo en los carruseles, hasta llegar a la rueda de la fortuna. Estando en la cima de esa rueda, él dice que el entorno estaba hermoso pero que en ello había visto y sigue viendo algo perfecto. Ella con su algodón de azúcar sonríe y le pregunta que es lo perfecto que él tanto ve, a lo que solo sonríe y voltea su mirada:
-Nunca creí que existiera la perfección, pero si existe tú la obtuviste, eres perfecta primor...-dijo aquel maniático oculto, luego de decir ello voltea otra vez su mirada y agacha su cabeza. Ella se sentía muy halagada, tapándose con el algodón de azúcar ya que rara vez se sonrojaba y que obtuvieran eso con facilidad era muy frustrante y emocionante para ella, pero al quitarse el algodón solo se da cuenta que la mirada de ese grandioso hombre había decaído. En el siguiente vagón, se encontraba una pareja observándolos, ambos se quedan viéndolos y el hombre dice:
- ¡Vamos!, campeón dale un beso-aquel desconocido hizo sonrojar y abrir los ojos de ese grandioso hombre, voltea su mirada y solo sonríe haciendo una cara que demostraba todo.
- ¿En serio? Entonces, hazlo tú mujer. Un momento de tensión, a lo que ella se acerca y le da su primer beso... Todo se queda en silencio, el ambiente se detuvo y solo quedaban ellos, todo se empezó a tornarse lento. Él sintió ese choque de emociones universales, las estrellas empezaron a apagarse, su travesía se había hecho realidad solo brillaba ella y no le importaba nada ni nadie más, su odio desapareció y su amor creció, todo era muy catatónico e inverosímil, solo deseaba que todo el universo se evaporara y que solo ellos quedaran en ese espacio, ¿qué ardiera el mundo mientras ellos eran felices...? Así fue como tantas emociones descubrieron y crearon un nuevo universo, de allí surgió un pensamiento genial. Al terminar el beso, solo sonrió y dijo:
-Eres mi perfecta maravilla Universal... Una sonrisa inolvidable e histórica para ambos, al bajar de la rueda ella lo agarró de la mano, él iba muy callado pero sonriente y estaba llegando la hora de marcharse, pero antes de irse quería ella hacer algo; lo llevo a la cima de una montaña cercana de la feria. Al llegar, le pidió que se recostara y que viera el cielo, un cielo iluminado por la luz de la luna y un sereno espléndido que brotaba sus pieles, él solo otorgó un silencio y sólo escuchaba el vibrato angelical de aquella estrella, hasta que llegó el punto de mirar sus ojos y mirar como una vez más reflejaba un universo entero. Al sentir que la observaban, miro a su hombre a los ojos y él esta vez genero un choque labial. Se levanta y la agarra de las manos, le empieza a dar vueltas sin cesar, ella soltaba carcajadas como una niña disfrutando de su infancia. Felices, se van agarrados de la mano como una linda pareja de enamorados, mientras él la lleva a casa la alegría de congeniar con otra persona proseguía sin parar. Al llegar a la puerta de su casa, ella no quería que se fuera y él no quería marcharse, se estaba haciendo tarde y recordemos que vivía en otro pueblo, se despiden con un beso apasionado y espera que cierre la puerta para empezar su trayecto.
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Un lunático sin cura.
AcakUn sociópata el cual era odiado por todo un pueblo religioso por sus ideologías enfermizas y juegos mentales, fue así que con el tiempo fue secuestrado para ser analizado detalladamente, pero, allí su vida cambió totalmente al momento de escapar. Es...