CAPÍTULO 6

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      —Hemos sobrevivido a tantos    incendios que ya no sabemos si estamos vivos o estamos ardiendo.

                     By Ron Israel.

SOFÍA, NUEVE MESES ANTES….

¿Sabes cuánto tiempo se necesita para destruir la vida de una persona?

Tres segundos, una nada en comparación con todo el daño a largo plazo que esos insignificantes tres segundos generan.

Tres segundos es el tiempo que te toma decir una mentira, iniciar un rumor, contribuir al chisme y lastimar a alguien.

Si cierro los ojos aún la puedo escuchar pronunciar todo eso….

Mis mentiras fueron más elaboradas y por supuesto tomaron mucho más tiempo que tres segundos, pero el daño que hicieron hasta ahora es palpable.

Victoria no me había hecho nada, yo ni siquiera la conocía. Lo único que sabía era que a mi hermana mayor le caía muy mal y para mí eso era un motivo suficiente. La odié tanto o más de lo que mi hermana la odiaba.

Fui parte de un venganza estúpida pero ya no sirve de nada que me arrepienta ahora que el daño ha sido causado y que vuelve a mí con una fuerza demoledora.

He intentado disculparme con Victoria tantas veces…. Lo único que he conseguido es aumentar sal a la herida y una amenaza que no tomé en serio hasta hace un mes cuando mi hermana fue expulsada de la universidad porque filtraron su conversación con su docente, con el que llevaba años teniendo relaciones.

No habían logrado rastrear al responsable pero no hacía falta…. Yo lo sabía, así como mi hermana y sus amigas lo supieron en el momento en el que todo pasó.

Solo había un nombre al que se reducían todas nuestras sospechas: Victoria Díaz.

Pero ella estaba limpia, no había rastros de evidencia de ningún tipo que nos conduciera hacia ella. No había manera de hacerla responsable por la desgracia de mi hermana.

Solo después de lo ocurrido tomé consciencia acerca de lo que le había hecho a Victoria y decidí disculparme.

Yo tenía dos grandes secretos…. No podía permitir que ella me exponga al resto…. Así que fui a su casa para pedir perdón.

Me recibió en el lobby del edificio y no sé veía nada feliz de verme. Apenas si pude reconocerla.

Ella se veía tan cambiada….

— ¿Qué quieres Sofía? — me preguntó ella irritada e impaciente. Tenía los labios pintados de rojo y un lindo y perfecto delineado negro. Ella se veía hermosa, no se parecía en nada a la Victoria de hace unos meses….

— Quiero pedirte perdón por las cosas que te dije y por todas las demás que inventé….

—Mira Sofi, no me interesan tus disculpas. No me sirven de nada — me dijo ella cortante. Sentí un pánico enorme apoderarse de mí. Si no me reconciliaba con ella estaría peligrando….

—No me estás escuchando Victoria…. Yo lo… Yo en serio lo siento. No quería herirte…

—Sabes querida, lo único que escucho salir de tu boca es pura basura. Basura que ahora mismo me entra por un oído y me sale por el otro, si no querías herirme hubieras mantenido cerrada tu boquita cuando pasó todo el escándalo con tu hermana – ella se puso de pie mientras hablaba, me invitó a hacer lo mismo sin decir nada y continúo una vez que también me puse de pie – Ahora ve a casa y prepárate para cuando te llegue tu turno, porque el karma les llega a todos por igual.

Catarsis Teñida De Carmesí [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora