Catarsis Teñida De Carmesí [EDITANDO]

CAPÍTULO 8

   —A veces el “para siempre” tiene los días contados.

       By Edisson A. Cajilima Márquez

CALEB, CUATRO MESES ANTES DEL DÍA DE LA TRAGEDIA.

Amar a Victoria es  bastante complejo. Porque existen días en los que ni siquiera ella se entiende, días donde todo es tan maravilloso que parece un sueño y días donde el mundo se le cae a pedazos y en todos ella se está aferrando a mí con una fuerza que a veces me asusta.

Cada vez que la veo experimento una intensa basorexia tan solo ver sus labios.

La atracción que me genera es tan fuerte que muy difícilmente puedo contenerme, no me importa nada ni nadie, desde que la vi supe que iba a ser mía.

Ahora que la tengo conmigo me he hecho una promesa, algo insana y demente. No permitiré que nada ni nadie la aparte de mi lado.

Cuando la conocí ella me dijo que no hacía promesas porque al final siempre terminaban rompiéndose.

Estoy más que dispuesto a demostrarte que jamás quebraré ninguna promesa que te haga Victoria.

Es asombroso el éxtasis en el que estoy sumido desde que ella me dijo que le gustaba y se adueñó de mí con tanta ferocidad.

Dios, está mujer va ser mi perdición, pero no porque la amo con locura sino porque no soy el único que la ama con tanta intensidad.

La competencia es dura y silenciosa.

Pero tengo la confianza suficiente para luchar por permanecer a su lado… Me pregunto si ella también está dispuesta a hacer lo que sea por permanecer a mi lado….

Mientras espero que salga de sus clases observó algo totalmente inusual.

Cristóbal está merodeando la universidad junto a una chica. Se mantiene lejos pero parece que espera algo o alguien…. ¿Podrá ser?

No quiero pensar en la respuesta aún más porque completar el puzzle de la pregunta me revuelve el estómago….
Además Victoria no me haría algo así…

Victoria sale tan radiante como siempre, camina con gracia, mientras pasa por su lado con mucho recelo.

Me ve y empieza a correr, no sé como disimular mi presencia para que esos individuos no la noten.

—Cariño, ¿por qué tan misterioso?— pregunta antes de darme un beso. Me entrego completamente a ese beso, es tan placentero. No quiero que deje de besarme pero lo hace y sé que espera una respuesta coherente.

—Debe ser por el clima.

—Que gracioso, como sea, hay que irnos.

Me lleva de la mano con mucha emoción y de repente alguien grita su nombre.

—¡Victoria!

Ambos nos damos la vuelta para mirar al chico que la llama, es Cristóbal. Tiene una pancarta grande en la que pone Asesina con letras grandes y rojas, al lado de esa palabra tan fuerte pone el nombre de mi novia. Él parece satisfecho con la reacción de las personas a nuestro alrededor, que ahora miran a Victoria asustadas.

Me lleno de coraje y decido ir a defender a la mujer que amo, pero ella me detiene.

-—Puedo lidiar sola mis batallas – me responde muy seria, me da un beso fuerte en la boca y se aleja de mi lado, camina directo hacia Cristóbal.

-—Un suicidio no es lo mismo que un asesinato – le dice ella a Cristóbal molesta. Luego le da una bofetada tan fuerte que incluso las personas que están a nuestro alrededor la sienten.