CAPÍTULO 18

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-Ya en mi carne no entra más traición, ni más mentira, ni más dolor.

By Jorge Ayetz.

VICTORIA, DOCE DÍAS ANTES DE LA TRAGEDIA.

Me siento fatal.

Digo, mi cumpleaños es en menos de dos semanas y no he organizado nada, de hecho me da ganas de no celebrarlo porque no le veo sentido a festejar un año menos de vida.

Detente Victoria, estas exagerando nuevamente.

Me han ofrecido lounges en diferentes discotecas, tengo conocidos que son buenos contactos incluso para conseguir algo a última hora y pese a eso, las ganas se me están evaporando con cada día que pasa, es como si de repente todo mi emoción se hubiera apagado.

Exacto, así me siento, apagada.

He gastado mis energías en toda mi venganza y ahora que al fin he podido culminar con mi lista, me siento cansada, desganada y tengo un presentimiento algo extraño, no sé muy bien sobre qué pero estoy casi segura de que el karma está viniendo a cobrarme todas las que hice estos meses.

Carajo, me acabo de derramar mi jugo de frutos rojos sobre mi blusa, que para rematar es blanca. Debo controlar mis pensamientos, me estoy precipitando a acontecimientos que ni siquiera tengo claros en mi mente.

Solo me dio un poco de susceptibilidad.

Necesito fumar, ya he olvidado el escondite de mis cigarrillos, es tan estúpido, los oculto para que mi madre no los encuentre y termino olvidando donde los he ocultado.

Eres brillante Victoria, me digo a mi misma con evidente sarcasmo.

Lo cierto es que últimamente me siento muy estúpida y torpe, sí, sobretodo torpe.

Caleb me llama, carajo, me ha asustado tanto su llamada, justo me ha llamado cuando me encontraba concentrada buscando mis cigarros y me he golpeado contra la puerta de mi ropero en afán de contener el susto.

- Se ha comunicado con el servicio de tóxicas a domicilio, ¿desea una tóxica en este momento? - respondo divertida mientras sigo pensando en donde pude haber dejado esos malditos cigarrillos y mi encendedor.

- Me gustaría una tóxica para llevar por favor, que de preferencia le gusten los tríos y se le dé bien ser obediente - contesta mi novio siguiendome la corriente.

- Mmmh sí, lamento informarle que ya no nos quedan de esas, pero puedo ofrecerle otros modelos más rebeldes y con gustos sexuales mas escandalosos - contesto metida en el personaje de operadora. Busco los cigarros en mis bolsos y luego se me ocurre buscarlos en la caja donde guardo mi maquillaje, quien diría que los iba a ocultar bajo todas esas paletas de Make up. Desesperada busco mi encendedor, menos mal eso si esta a la vista.

- ¿La operadora esta disponible como parte del catálogo de tóxicas?- pregunta Caleb con un toque de picardía en la voz, conozco ese tono.... Lo usa cuando quiere hacer cosas sucias.

- Eso depende - digo misteriosa, antes darle la primera calada a mi cigarro, que es un Derby active y cuya nicotina se siente como la gloria misma.

- ¿Depende de qué?- dice él con intriga y curiosidad, sigue el juego a la perfección.

- Depende de que tan depravadas son las cosas que me quieras hacer- respondo toda sensual y coqueta, doy otra calada, está vez más profunda, al fin me siento más tranquila.

- Lo descubrirás cuando llegues a mi casa para ir a la presentación de poesía de Eros cariño- contesta dejándome atontada, olvidé esa maldita presentación, carajo, no estoy lista y apesto a cigarro, él odia que fume así como odia que llegue tarde tanto como yo odio que me hagan esperar.

Catarsis Teñida De Carmesí [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora